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¿Es usted políticamente incorrecto?

Betty Marroquin
13 de abril, 2016

El término “políticamente correcto” (PC) es actualmente usado para palabras o ideas que no ofendan a individuo o grupo en particular. A principios del Siglo XX, el término era asociado a la doctrina Stalinista, para referirse a las políticas comunistas oficiales del partido, dadas como correctas. En los 40s la usaban socialistas contra comunistas. En los 70s los comunistas, socialistas, feministas y progresistas usaban el término para referirse sarcásticamente a los cambios sociales que promovían. En los 90s era más un tema de debate académico. Hoy día, se ha vuelto sinónimo de todo lo que “no se debe decir”, según ciertos grupos ideológicos predominantes.

Creer en la pena de muerte. Primer tema absolutamente políticamente incorrecto. Si está de acuerdo en que los asesinos (más de un muerto, no en defensa propia, que involucre tortura o cualquier otro tipo de sadismo y saña) debieran irse directo a la inyección letal. Los pedófilos, también porque sólo muertos dejarán de arruinarle la vida a un ser inocente. Los secuestradores, los mareros, los sicarios y los narcos, también porque desde la cárcel siguen controlando sus mafias y arruinándole la vida al prójimo. Sólo muertos dejan de hacer daño. Así que s, la pena de muerte le encanta como alternativa, la ve como disuasorio, como castigo, es usted políticamente incorrecto. Agregaría que sobre todo, la pena de muerte podría servir para bajar los costos de mantener vivas a esas alimañas, pagando alimentos, medicinas etc. con dinero del Estado, que viene de los impuestos que pagamos usted y yo. Si preferiría que esos impuestos se fueran a educación y salud, es usted políticamente incorrecto.

Apoyar los juicios contra militares, es políticamente correcto. Por lo que estar en contra de que los fondos del Estado sean utilizados en venganzas de la izquierda contra quienes ganaron una guerra asquerosa para que usted y yo viviéramos en un país libre y no en otra Cuba u otra Nicaragua Sandinista, lo hace políticamente incorrecto. Si está de acuerdo con que los Acuerdos de Paz fueron firmados para poner fin al conflicto armado, hacer borrón y cuenta nueva, y construir país, es usted políticamente incorrecto. Es evidente que los Acuerdos de Paz no son más que letra muerta, literalmente. Qué pena la taladrada de árboles de dónde sacaron el papel para imprimir esos libros ya que de nada sirvieron, puesto que evidentemente, la guerra pasó de la montaña a los medios y tribunales. Si el tema le aburre y piensa que “todos hijos o todos entenados” es usted políticamente incorrecto.

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Depurar el Congreso y reformar la Ley Electoral y de Partidos Políticos, substantivamente. Si usted considera que la gran mayoría de padres de la patria son corruptos, que los dinosaurios debieran irse a su casa (o a la cárcel después que los investiguen), que el número de diputados debiera decrecer, que la elección debiera ser directa y no por planilla, que para optar al cargo debiera demostrar cierto nivel académico y/o comprobada experiencia profesional, y que no debiera ser permitido el transfuguismo, es usted políticamente incorrecto. Es más, si usted piensa que para reformar la LEPP se necesitaría un congreso nuevo porque el actual hará un mamarracho, es usted políticamente incorrecto.

Criticar a las nuevas autoridades. Si usted quiere dar el beneficio de la duda, sin ser incauto, solamente realista en pensar que el desmadre que existe en el Estado no se arregla en 3 meses, y prefiere esperar antes de freír al Presidente y a los Ministros en aceite caliente, es usted políticamente incorrecto. La norma, lo políticamente correcto, es criticar y quejarse hasta por los codos, sin proponer soluciones. Atacar desde la comodidad de nuestra computadora o teléfono, sin tirarse uno al agua a nadar en esas aguas turbias o sin proponer soluciones reales. En lo personal, jamás he visto un mandatario que done un sólo Quetzalito a algo, cosa que aplaudo.

Callar ante los abusos de ciertos personajes poderosos, es políticamente correcto. Criticar públicamente las intromisiones de, por ejemplo, el Embajador de los Estados Unidos, es políticamente incorrecto. El miedo a que le quiten la visa, ¡es suficiente disuasorio! Si usted ha tenido el coraje de criticarlo, constructivamente (sin ofensas personales, insultos, palabras soeces, etc), aunque lo tilden de hipócrita y otras tonterías, es políticamente incorrecto. Si le duele que insulten la soberanía del país, es decir, a todos los guatemaltecos porque como bien nos recuerda mi ilustre Mentor, el Dr. Armando de la Torre, el soberano en una Nación-Estado somos nosotros, el pueblo. Así que cuando alguien dice que la soberanía le viene “del norte” sólo demuestra su ignorancia sobre el tema, porque el pueblo representa esa soberanía.

Creer en un gobierno pequeño, que preserve la libertad individual, es políticamente incorrecto. La norma, lo políticamente correcto, es creer que el Estado tiene la obligación de darle todo al pueblo, que las empresas, las mineras, las hidroeléctricas, las telefónicas, las multinacionales de todo tipo son esclavistas que succionan la sangre de sus trabajadores, y que el Estado debe generar empleo dentro de sí mismo. Si usted piensa que la inversión extranjera, que la inversión nacional, que las empresas privadas de todo tamaño (desde la señora que tiene su tortillería y contrata otras vecinas para que trabajen para ella, la abarrotería del pueblo que emplea unas 5 personas entre cajeros, etc, al pequeño productor de café que vende su cosecha a la cooperativa, hasta las multinacionales) son las verdaderas generadoras de empleo. Las Leyes debieran decir todo lo que no se puede hacer, y dejar el resto a la creatividad e ingenio libre de las personas. Si no les gusta, ¡que comparen Cuba con Singapur!

Los sindicatos son necesarios. Si usted está de acuerdo con eso, usted está en la norma, y es políticamente correcto. Si piensa que los maestros debieran estar en las aulas y protestar sus derechos en otra forma, que no sea saboteando el derecho de los niños a recibir su lección cuando le toca, si no está de acuerdo con que bloqueen el tráfico disturbando la libre locomoción de quienes si trabajan, si piensa que es verdad que están mal pagados pero también poco calificados, y que la forma de resolver los problemas no es con huelgas, es usted políticamente incorrecto.

Si se piensa que quienes entran a ocupar cargos de alto rango político deben entrar y salir pobres, está usted en la norma. Si usted piensa que es mejor que quienes entran ya tengan sus propios capitales legalmente acumulados, y que salgan con el incremento natural, fruto de sus empresas, no entrar pobres y salir ricos robando al pueblo, es usted políticamente incorrecto. Vemos en países exitosos que tienen líderes que son casi todos empresarios igualmente exitosos, que salen con lo ganado legalmente, y no tienen la necesidad de robar ni la ambición (y aquí entra la ética a jugar su papel fundamental) desmedida de apropiarse de lo ajeno y abusar su poder, pero sobre todo, son gente con visión de país a largo plazo, que comprenden que construir país es tan vital para ellos y sus familias como para el pueblo que gobiernan. Si está de acuerdo, es políticamente incorrecto.

Afortunadamente, en Guatemala aún podemos decir “primero Dios”, “gracias a Dios”, “feliz Navidad” y expresiones similares con libertad, sin que lo ataquen a uno por ser políticamente incorrecto.

Defendamos la libertad que tanto nos costó ganar, defendamos lo nuestro, defendamos el derecho a vivir en una Guatemala próspera y libre.

¿Es usted políticamente incorrecto?

Betty Marroquin
13 de abril, 2016

El término “políticamente correcto” (PC) es actualmente usado para palabras o ideas que no ofendan a individuo o grupo en particular. A principios del Siglo XX, el término era asociado a la doctrina Stalinista, para referirse a las políticas comunistas oficiales del partido, dadas como correctas. En los 40s la usaban socialistas contra comunistas. En los 70s los comunistas, socialistas, feministas y progresistas usaban el término para referirse sarcásticamente a los cambios sociales que promovían. En los 90s era más un tema de debate académico. Hoy día, se ha vuelto sinónimo de todo lo que “no se debe decir”, según ciertos grupos ideológicos predominantes.

Creer en la pena de muerte. Primer tema absolutamente políticamente incorrecto. Si está de acuerdo en que los asesinos (más de un muerto, no en defensa propia, que involucre tortura o cualquier otro tipo de sadismo y saña) debieran irse directo a la inyección letal. Los pedófilos, también porque sólo muertos dejarán de arruinarle la vida a un ser inocente. Los secuestradores, los mareros, los sicarios y los narcos, también porque desde la cárcel siguen controlando sus mafias y arruinándole la vida al prójimo. Sólo muertos dejan de hacer daño. Así que s, la pena de muerte le encanta como alternativa, la ve como disuasorio, como castigo, es usted políticamente incorrecto. Agregaría que sobre todo, la pena de muerte podría servir para bajar los costos de mantener vivas a esas alimañas, pagando alimentos, medicinas etc. con dinero del Estado, que viene de los impuestos que pagamos usted y yo. Si preferiría que esos impuestos se fueran a educación y salud, es usted políticamente incorrecto.

Apoyar los juicios contra militares, es políticamente correcto. Por lo que estar en contra de que los fondos del Estado sean utilizados en venganzas de la izquierda contra quienes ganaron una guerra asquerosa para que usted y yo viviéramos en un país libre y no en otra Cuba u otra Nicaragua Sandinista, lo hace políticamente incorrecto. Si está de acuerdo con que los Acuerdos de Paz fueron firmados para poner fin al conflicto armado, hacer borrón y cuenta nueva, y construir país, es usted políticamente incorrecto. Es evidente que los Acuerdos de Paz no son más que letra muerta, literalmente. Qué pena la taladrada de árboles de dónde sacaron el papel para imprimir esos libros ya que de nada sirvieron, puesto que evidentemente, la guerra pasó de la montaña a los medios y tribunales. Si el tema le aburre y piensa que “todos hijos o todos entenados” es usted políticamente incorrecto.

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Criticar a las nuevas autoridades. Si usted quiere dar el beneficio de la duda, sin ser incauto, solamente realista en pensar que el desmadre que existe en el Estado no se arregla en 3 meses, y prefiere esperar antes de freír al Presidente y a los Ministros en aceite caliente, es usted políticamente incorrecto. La norma, lo políticamente correcto, es criticar y quejarse hasta por los codos, sin proponer soluciones. Atacar desde la comodidad de nuestra computadora o teléfono, sin tirarse uno al agua a nadar en esas aguas turbias o sin proponer soluciones reales. En lo personal, jamás he visto un mandatario que done un sólo Quetzalito a algo, cosa que aplaudo.

Callar ante los abusos de ciertos personajes poderosos, es políticamente correcto. Criticar públicamente las intromisiones de, por ejemplo, el Embajador de los Estados Unidos, es políticamente incorrecto. El miedo a que le quiten la visa, ¡es suficiente disuasorio! Si usted ha tenido el coraje de criticarlo, constructivamente (sin ofensas personales, insultos, palabras soeces, etc), aunque lo tilden de hipócrita y otras tonterías, es políticamente incorrecto. Si le duele que insulten la soberanía del país, es decir, a todos los guatemaltecos porque como bien nos recuerda mi ilustre Mentor, el Dr. Armando de la Torre, el soberano en una Nación-Estado somos nosotros, el pueblo. Así que cuando alguien dice que la soberanía le viene “del norte” sólo demuestra su ignorancia sobre el tema, porque el pueblo representa esa soberanía.

Creer en un gobierno pequeño, que preserve la libertad individual, es políticamente incorrecto. La norma, lo políticamente correcto, es creer que el Estado tiene la obligación de darle todo al pueblo, que las empresas, las mineras, las hidroeléctricas, las telefónicas, las multinacionales de todo tipo son esclavistas que succionan la sangre de sus trabajadores, y que el Estado debe generar empleo dentro de sí mismo. Si usted piensa que la inversión extranjera, que la inversión nacional, que las empresas privadas de todo tamaño (desde la señora que tiene su tortillería y contrata otras vecinas para que trabajen para ella, la abarrotería del pueblo que emplea unas 5 personas entre cajeros, etc, al pequeño productor de café que vende su cosecha a la cooperativa, hasta las multinacionales) son las verdaderas generadoras de empleo. Las Leyes debieran decir todo lo que no se puede hacer, y dejar el resto a la creatividad e ingenio libre de las personas. Si no les gusta, ¡que comparen Cuba con Singapur!

Los sindicatos son necesarios. Si usted está de acuerdo con eso, usted está en la norma, y es políticamente correcto. Si piensa que los maestros debieran estar en las aulas y protestar sus derechos en otra forma, que no sea saboteando el derecho de los niños a recibir su lección cuando le toca, si no está de acuerdo con que bloqueen el tráfico disturbando la libre locomoción de quienes si trabajan, si piensa que es verdad que están mal pagados pero también poco calificados, y que la forma de resolver los problemas no es con huelgas, es usted políticamente incorrecto.

Si se piensa que quienes entran a ocupar cargos de alto rango político deben entrar y salir pobres, está usted en la norma. Si usted piensa que es mejor que quienes entran ya tengan sus propios capitales legalmente acumulados, y que salgan con el incremento natural, fruto de sus empresas, no entrar pobres y salir ricos robando al pueblo, es usted políticamente incorrecto. Vemos en países exitosos que tienen líderes que son casi todos empresarios igualmente exitosos, que salen con lo ganado legalmente, y no tienen la necesidad de robar ni la ambición (y aquí entra la ética a jugar su papel fundamental) desmedida de apropiarse de lo ajeno y abusar su poder, pero sobre todo, son gente con visión de país a largo plazo, que comprenden que construir país es tan vital para ellos y sus familias como para el pueblo que gobiernan. Si está de acuerdo, es políticamente incorrecto.

Afortunadamente, en Guatemala aún podemos decir “primero Dios”, “gracias a Dios”, “feliz Navidad” y expresiones similares con libertad, sin que lo ataquen a uno por ser políticamente incorrecto.

Defendamos la libertad que tanto nos costó ganar, defendamos lo nuestro, defendamos el derecho a vivir en una Guatemala próspera y libre.