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Brecha entre proyectos y necesidades: una limitante para el desarrollo

Redacción
27 de abril, 2016

Organizaciones e instituciones financieras internacionales han desarrollado iniciativas y realizado préstamos a países subdesarrollados para ayudar en su crecimiento económico. Sin embargo, el impacto de estas acciones muchas veces ha sido menor de lo esperado. Parecido es el caso de emprendimientos sociales que han logrado crear un modelo de negocios sostenible pero cuyo enfoque social ha afectado negativamente a comunidades y otros supuestos beneficiarios.

La empresa de zapatos TOMS tiene un modelo de uno por uno. La compra de un par de zapatos, financia otro par de zapatos para un niño en un país subdesarrollado. Al principio la empresa tuvo mucho éxito, pues a los compradores les gustaba tener zapatos a la moda que contribuían al bienestar social de otras personas. Con el tiempo, pequeños comerciantes que vendían zapatos en estos mismos países empezaron a sufrir económicamente y muchos tuvieron que cerrar sus tiendas. Además, los zapatos eran atractivos para los niños pero no incrementaron sus niveles de escolaridad, nutrición o salud. Tras mucha crítica y controversia TOMS ha empezado a adaptar su modelo para poder generar trabajo y desarrollo inclusivo.

Recién escuche la historia de una voluntaria de los Peace Corps en Estados Unidas. Ella vivió en Armenia en una comunidad que no tenía acceso a agua. A los días de caminar con las mujeres al pozo más cercano, se propuso desarrollar un proyecto que diera acceso a agua dentro de la comunidad. Al presentarlo sin embargo, recibió crítica y oposición. Ese recorrido era el único momento en el día que las mujeres tenían para descansar de sus obligaciones en casa y de poder compartir con sus amigas.

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Soluciones diseñadas por el sector público y el sector privado suelen tener resultados similares. La falta de recursos, capacidad operacional, capacidad técnica y la organización entre sectores limitan el alcance de muchos proyectos. Pero el problema principal suele ser la brecha que existe entre las soluciones propuestas y las verdaderas necesidades de las personas.

La empresa de consultoría en innovación, IDEO, fue fundada en 1991 y crea soluciones a través de un proceso conocido como human-centered design. Este proceso consiste en desarrollar ideas, conceptos y prototipos en conjunto con los segmentos a los que se quiere servir. Muchas organizaciones han empezado a adoptar esta metodología, entrevistando y visitando a sus segmentos primero, y así definiendo cual es la intervención adecuada para ellos.

IDEO creó un documento titulado Design Kit, como una herramienta para enseñar el proceso a distintos sectores alrededor del mundo. El documento incluye estrategias, recomendaciones y hasta juegos que ayudan a trabajar con personas de escasos recursos y permiten diseñar propuestas efectivas. Al día de hoy el documento ha sido descargado más de 400,000 veces.

Utilizar este método no solo desarrolla proyectos efectivos si no que facilita la colaboración y participación de distintos actores. Incluir a los beneficiarios desde un principio hace que ellos sientan interés y responsabilidad hacia los proyectos. En Guatemala se debe empezar a entender la importancia de trabajar de esta manera, validar supuestos e incluir a todos los actores. A largo plazo esto incrementará el éxito de las propuestas diseñadas y el retorno social de la inversión.

Brecha entre proyectos y necesidades: una limitante para el desarrollo

Redacción
27 de abril, 2016

Organizaciones e instituciones financieras internacionales han desarrollado iniciativas y realizado préstamos a países subdesarrollados para ayudar en su crecimiento económico. Sin embargo, el impacto de estas acciones muchas veces ha sido menor de lo esperado. Parecido es el caso de emprendimientos sociales que han logrado crear un modelo de negocios sostenible pero cuyo enfoque social ha afectado negativamente a comunidades y otros supuestos beneficiarios.

La empresa de zapatos TOMS tiene un modelo de uno por uno. La compra de un par de zapatos, financia otro par de zapatos para un niño en un país subdesarrollado. Al principio la empresa tuvo mucho éxito, pues a los compradores les gustaba tener zapatos a la moda que contribuían al bienestar social de otras personas. Con el tiempo, pequeños comerciantes que vendían zapatos en estos mismos países empezaron a sufrir económicamente y muchos tuvieron que cerrar sus tiendas. Además, los zapatos eran atractivos para los niños pero no incrementaron sus niveles de escolaridad, nutrición o salud. Tras mucha crítica y controversia TOMS ha empezado a adaptar su modelo para poder generar trabajo y desarrollo inclusivo.

Recién escuche la historia de una voluntaria de los Peace Corps en Estados Unidas. Ella vivió en Armenia en una comunidad que no tenía acceso a agua. A los días de caminar con las mujeres al pozo más cercano, se propuso desarrollar un proyecto que diera acceso a agua dentro de la comunidad. Al presentarlo sin embargo, recibió crítica y oposición. Ese recorrido era el único momento en el día que las mujeres tenían para descansar de sus obligaciones en casa y de poder compartir con sus amigas.

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La empresa de consultoría en innovación, IDEO, fue fundada en 1991 y crea soluciones a través de un proceso conocido como human-centered design. Este proceso consiste en desarrollar ideas, conceptos y prototipos en conjunto con los segmentos a los que se quiere servir. Muchas organizaciones han empezado a adoptar esta metodología, entrevistando y visitando a sus segmentos primero, y así definiendo cual es la intervención adecuada para ellos.

IDEO creó un documento titulado Design Kit, como una herramienta para enseñar el proceso a distintos sectores alrededor del mundo. El documento incluye estrategias, recomendaciones y hasta juegos que ayudan a trabajar con personas de escasos recursos y permiten diseñar propuestas efectivas. Al día de hoy el documento ha sido descargado más de 400,000 veces.

Utilizar este método no solo desarrolla proyectos efectivos si no que facilita la colaboración y participación de distintos actores. Incluir a los beneficiarios desde un principio hace que ellos sientan interés y responsabilidad hacia los proyectos. En Guatemala se debe empezar a entender la importancia de trabajar de esta manera, validar supuestos e incluir a todos los actores. A largo plazo esto incrementará el éxito de las propuestas diseñadas y el retorno social de la inversión.