Existen ciertos paralelismos entre la elección a alcalde de Mixco con la elección presidencial del año pasado. Al igual que Morales, Neto Bran llegó a la alcaldía de Mixco con una campaña austera y se constituyó como la oferta política “outsider” en relación a las otras opciones.
Guardando las distancias relativas en cuanto a la envergadura y complejidad de las administraciones, a diferencia de Morales en el Ejecutivo, Bran ha demostrado que es posible ejercer una clara voluntad política, liderazgo y evidenciar cambios positivos a la cabeza de una gestión pública dentro de los primeros 100 de la misma.
Más allá de su alto carisma (una cualidad que, además de adeptos, le suma puntos en materia de capital político), Bran ha implementado una serie de medidas que ha hecho que su gestión sobresalga de manera positiva. Luego de una dura transición con la administración Pérez Leal, Bran ha coleccionado varios aciertos, entre los cuales podemos mencionar: efectivo uso de redes sociales y otros canales de comunicación, publicación de la nómina de la municipalidad y reordenamiento de la misma por medio de la detección de plazas fantasmas y otros gastos irregulares, coordinación con el Ministerio de Gobernación en materia de seguridad para el municipio, entre otros. Tal vez el único tropiezo notorio ha sido el “Día Sin Emixtra” el pasado 15 de abril, una medida que pretendía generar conciencia sobre los agentes de tránsito pero que podría haber resultado contraproducente.
Por la naturaleza del cargo, el poder y recursos que pueden llegar a ostentar, la evaluación y fiscalización del desempeño hacia cualquier funcionario público (sin excepción) debe ser estricta y constante. Esperemos que Bran continúe por esta senda positiva, la cual resulta refrescante para los mixqueños, quienes se han dejado seducir por campañas multimillonarias y han aguantado, en su pasado reciente, las administraciones de Amílcar Rivera y Otto Pérez Leal, cuyo balance ha sido negativo.
¿Mini revolución? Puede que sí. Bran entró a la arena pública como un “outsider” del sistema, un empresario que quería trabajar por el municipio en donde creció. Si bien esta premisa ya la hemos escuchado muchas veces con resultados negativos, Neto Bran en sus primeros meses de gestión se ha constituido en un ejemplo de la nueva política, contrastando substancialmente con administraciones anteriores.
Neto Bran en sus primeros meses de gestión se ha constituido en un ejemplo de la nueva política, contrastando substancialmente con administraciones anteriores. Con el escepticismo natural que todo ciudadano consciente debe mostrar hacia los funcionarios públicos, es admirable la labor que ha realizado Bran hasta ahora, realizando limpieza en la administración, resistiendo los embates y chantajes de sindicatos y conduciéndose como un verdadero servidor público en un municipio con muchas necesidades y grandes retos. Guatemala merece y está sedienta de este tipo de ejemplos por lo que, por el bien de Mixco, esperemos que Bran continúe en esta senda. Ojalá que el tiempo no nos demuestre lo contrario.
Jorge V. Avila Prera
@jorgeavilaprera
Existen ciertos paralelismos entre la elección a alcalde de Mixco con la elección presidencial del año pasado. Al igual que Morales, Neto Bran llegó a la alcaldía de Mixco con una campaña austera y se constituyó como la oferta política “outsider” en relación a las otras opciones.
Guardando las distancias relativas en cuanto a la envergadura y complejidad de las administraciones, a diferencia de Morales en el Ejecutivo, Bran ha demostrado que es posible ejercer una clara voluntad política, liderazgo y evidenciar cambios positivos a la cabeza de una gestión pública dentro de los primeros 100 de la misma.
Más allá de su alto carisma (una cualidad que, además de adeptos, le suma puntos en materia de capital político), Bran ha implementado una serie de medidas que ha hecho que su gestión sobresalga de manera positiva. Luego de una dura transición con la administración Pérez Leal, Bran ha coleccionado varios aciertos, entre los cuales podemos mencionar: efectivo uso de redes sociales y otros canales de comunicación, publicación de la nómina de la municipalidad y reordenamiento de la misma por medio de la detección de plazas fantasmas y otros gastos irregulares, coordinación con el Ministerio de Gobernación en materia de seguridad para el municipio, entre otros. Tal vez el único tropiezo notorio ha sido el “Día Sin Emixtra” el pasado 15 de abril, una medida que pretendía generar conciencia sobre los agentes de tránsito pero que podría haber resultado contraproducente.
Por la naturaleza del cargo, el poder y recursos que pueden llegar a ostentar, la evaluación y fiscalización del desempeño hacia cualquier funcionario público (sin excepción) debe ser estricta y constante. Esperemos que Bran continúe por esta senda positiva, la cual resulta refrescante para los mixqueños, quienes se han dejado seducir por campañas multimillonarias y han aguantado, en su pasado reciente, las administraciones de Amílcar Rivera y Otto Pérez Leal, cuyo balance ha sido negativo.
¿Mini revolución? Puede que sí. Bran entró a la arena pública como un “outsider” del sistema, un empresario que quería trabajar por el municipio en donde creció. Si bien esta premisa ya la hemos escuchado muchas veces con resultados negativos, Neto Bran en sus primeros meses de gestión se ha constituido en un ejemplo de la nueva política, contrastando substancialmente con administraciones anteriores.
Neto Bran en sus primeros meses de gestión se ha constituido en un ejemplo de la nueva política, contrastando substancialmente con administraciones anteriores. Con el escepticismo natural que todo ciudadano consciente debe mostrar hacia los funcionarios públicos, es admirable la labor que ha realizado Bran hasta ahora, realizando limpieza en la administración, resistiendo los embates y chantajes de sindicatos y conduciéndose como un verdadero servidor público en un municipio con muchas necesidades y grandes retos. Guatemala merece y está sedienta de este tipo de ejemplos por lo que, por el bien de Mixco, esperemos que Bran continúe en esta senda. Ojalá que el tiempo no nos demuestre lo contrario.
Jorge V. Avila Prera
@jorgeavilaprera