Y cuánta razón tiene Baloo al decirnos que la naturaleza nos da lo más esencial, bueno nos da mucho más que eso. Debemos estar agradecidos con lo verde que tenemos alrededor y los espectáculos que gracias a este verde obtenemos a diario.
Y deténgase solo por unos instantes a pensar en ellos. Ahora en abril ver las alfombras naturales de jacarandas y escuchar a algunas especies de insectos en las noches. Otro de los conciertos gratis que nos ofrece la naturaleza son los cantos de los pájaros, que gracias a su inmensa variedad logramos presenciar las mejores sinfónicas que hay en el mundo. O la maravilla de comprar fruta a un buen precio. Y no, no como en otros países donde la papaya es casi desconocida y encontrar una piña es toda una misión, y ni hablar del precio. Y el agua, aún con todos los problemas que aquejan a nuestro país con el suministro del vital líquido, somos dichosos de tenerla aún para el aseo personal y la limpieza de nuestros alimentos. Hay tantos regalos ocultos de la naturaleza a cada paso, no en balde en cada civilización importante la naturaleza tiene un papel protagónico.
Si bien de una u otra manera la naturaleza logra ser generosa en cada rincón del mundo, en Guatemala lo es el doble. Es decir, no tenemos solo su belleza, tenemos esa conexión y ese compañerismo para lograr trabajar juntos. Pero a veces no logramos responderle de la misma forma. No sabemos respetarla muy bien y menos defenderla cuando más personas quieren aprovecharse de ella. Será que no la respetamos porque creemos que somos los amos y señores de ella. Será que es porque creemos que no le debemos nada. O porque pensamos, equivocadamente, que no puede defenderse o que no tiene voz para hacerse escuchar.
No comprendo muy bien a las personas que no detienen al menos un momento de su día a día para admirar aunque sea un poco de lo que nos ofrece la madre tierra. Si usted ya se detiene a contemplarla, pase al siguiente paso, convertirse en su defensor. Sí ya que no se le respeta porque se le ve como un objeto inanimado, sea usted los sentimientos y la voz de la naturaleza a cada sitio al que vaya. Hágala respetar a través de su ejemplo, con el trato que usted le da más personas pueden aprender a respetar y a amar la naturaleza tanto como se lo debemos tanto como se lo merece.
Y cuánta razón tiene Baloo al decirnos que la naturaleza nos da lo más esencial, bueno nos da mucho más que eso. Debemos estar agradecidos con lo verde que tenemos alrededor y los espectáculos que gracias a este verde obtenemos a diario.
Y deténgase solo por unos instantes a pensar en ellos. Ahora en abril ver las alfombras naturales de jacarandas y escuchar a algunas especies de insectos en las noches. Otro de los conciertos gratis que nos ofrece la naturaleza son los cantos de los pájaros, que gracias a su inmensa variedad logramos presenciar las mejores sinfónicas que hay en el mundo. O la maravilla de comprar fruta a un buen precio. Y no, no como en otros países donde la papaya es casi desconocida y encontrar una piña es toda una misión, y ni hablar del precio. Y el agua, aún con todos los problemas que aquejan a nuestro país con el suministro del vital líquido, somos dichosos de tenerla aún para el aseo personal y la limpieza de nuestros alimentos. Hay tantos regalos ocultos de la naturaleza a cada paso, no en balde en cada civilización importante la naturaleza tiene un papel protagónico.
Si bien de una u otra manera la naturaleza logra ser generosa en cada rincón del mundo, en Guatemala lo es el doble. Es decir, no tenemos solo su belleza, tenemos esa conexión y ese compañerismo para lograr trabajar juntos. Pero a veces no logramos responderle de la misma forma. No sabemos respetarla muy bien y menos defenderla cuando más personas quieren aprovecharse de ella. Será que no la respetamos porque creemos que somos los amos y señores de ella. Será que es porque creemos que no le debemos nada. O porque pensamos, equivocadamente, que no puede defenderse o que no tiene voz para hacerse escuchar.
No comprendo muy bien a las personas que no detienen al menos un momento de su día a día para admirar aunque sea un poco de lo que nos ofrece la madre tierra. Si usted ya se detiene a contemplarla, pase al siguiente paso, convertirse en su defensor. Sí ya que no se le respeta porque se le ve como un objeto inanimado, sea usted los sentimientos y la voz de la naturaleza a cada sitio al que vaya. Hágala respetar a través de su ejemplo, con el trato que usted le da más personas pueden aprender a respetar y a amar la naturaleza tanto como se lo debemos tanto como se lo merece.