A partir del 14 de enero y hasta el 10 de abril de este año se desarticularon 20 estructuras criminales, logrando la captura de 162 personas integrantes de estas organizaciones delictivas, de acuerdo con la Dirección General de la Policía Nacional Civil.
Así se dividen las bandas, según el delito que cometían:
7 se dedicaban a las extorsiones
5 al sicariato
2 a las extorsiones y sicariato
1 de trata de personas
1 por robo de vehículos
1 secuestro
1 dedicada al lavado de dinero
1 al robo a residencias
1 al asalto y robo
La mayoría de personas detenidas, posibles integrantes de las organizaciones criminales, son extorsionistas y sicarios, 59 apresados por el delito de extorsión, mientras, que 49 por asesinato.
Según Investigadores del Departamento de Investigación de Delitos Contra la Vida (DEIC), de la PNC, una de las estructuras criminales desarmadas dedicaba a extorsionar a transportistas del servicio público de San Miguel Petapa, captó de manera ilícita, durante cinco años, Q2 millones 489 mil 500, con un promedio anual de Q497 mil 900, por mes Q38,300 y cada semana Q9,575.
Otro golpe contra extorsionistas fue contra la clica “Wacotes Locotes Sureños”, de la “Mara 18”, presuntos responsables de extorsionar a empresarios de Moto taxis (tuc-tuc) en Chiquimulilla, Santa Rosa y Jalapa, iniciando sus operaciones en marzo de 2015. Esta banda, mediante llamadas telefónicas, intimidaban e exigían el dinero a sus víctimas.
Los delincuentes realizaban cobros de Q6,200 semanales para un total ,a la fecha, de Q250 mil, por medio del sistema bancario. La estructura criminal era liderada por Gerson Alexander Osorio Herrera, alias “kétchup” y Juan Pablo Hernández Jicha, alias “Caritas”, quienes se encuentran en prisión.
Mediante la operación relámpago se desarticuló la banda denominada “El Flaco”, en 21 allanamientos realizados en Nueva Concepción, Escuintla, Suchitepéquez y Ciudad capital. Este grupo delincuencial es sindicado de cometer nueve asesinatos y tres conspiraciones para asesinato y otros delitos, además se considera responsable de participar en 30 casos de homicidios, que se encuentran bajo investigación.
A los detenidos se les sindica de los delitos de sicariato, conspiración para cometer asesinato, asociaciones ilícitas, lesiones, traslado y portación ilegal de armas de fuego, extorsión, obstrucción extorsiva de tránsito y exacciones económicas.
Durante la operación se incautaron 11 armas de fuego, US$194,423, Q4,800, un billete de 13 mil pesos colombianos, 10 pesos brasileños, un altar de la “Santa Muerte” y cuatro vehículos, además siete aves exóticas, entre ellas 5 loros Reales y dos Tucanes incautados.
Entre tanto, la estructura criminal dedicada al lavado de dinero mediante cuatro empresas falsas o de cartón, realizó 133 transferencias electrónicas hacia China, Hong Kong, Taiwán, EE.UU., Vietnam, Malasia, Panamá y Korea, durante el 1 de marzo al 29 de agosto. Según la Intendencia de Verificación Especial (IVE), las transacciones son por un monto de US$ 4.22 millones, equivalente a Q32.48 millones.
Asimismo, el Comando Antisecuestros de la Policía Nacional Civil (PNC), en cuatro años redujo la incidencia criminal en casos de secuestros. De acuerdo con las estadísticas de la institución, que compara los periodos del 14 de enero al 10 de abril de 2012, con similar lapso de 2016, los casos de secuestro se redujeron de 17 a 10.
Suben otros delitos
Mario Polanco del Grupo de Apoyo Mutuo (GAM), reconoce que hay un avance en la desarticulación de bandas delincuenciales, pero por otro lado, debido a que la seguridad no se maneja de manera integral, han surgido otras bandas y es el delito contra el patrimonio el cual se incrementó y los delitos contra la vida se han mantenido con un leve descenso de un 3%.
“Aunque se han tenido avances, lo que están haciendo las fuerzas de seguridad es mantener el nivel de violencia y delincuencia en general, sin lograr rebajarlo de manera significativa”, señala Polanco. El activista reconoce la labor que realiza la PNC, ya que de lo contrario la violencia subiría.
De acuerdo con Polanco, en donde el Gobierno y el Ministerio de Gobernación salen reprobados en la percepción ciudadana, puesto que la población no tiene la confianza de los números presentados porque las personas no logran percibir que hay una mejora, porque el delito contra el patrimonio está en crecimiento.
El GAM indica que, si bien ha existido un combate frontal contra las extorsiones, las estructuras criminales desarticuladas son responsables del 10 % de este delito en todo el país, el restante 90% que no son dirigidas desde bandas, son personas individuales, que siguen operando con impunidad.
“Existe una debilidad de las autoridades porque no existe prevención del delito en un área geográfica donde fue desarticulada la organización criminal, y en pocas semanas aparece otra repartiendo teléfonos o notas y se vuelve a extorsionar a la población”, manifiesta Polanco.
Por su parte Francisco Quezada, del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN) coincide con Polanco al señalar que existe un combate a las estructuras criminales, pero el ciudadano común en lo que más se ve afectado es en el delito patrimonial.
“Se tienen cifras en las cuales se indican que los homicidios vienen a la baja, la población no lo percibe porque en camino a su casa puede ser asaltado, lo que tiene a los guatemaltecos consternados. Aunque los delitos más graves están bajando, lo que más afecta al ciudadano es la percepción de inseguridad que se mantiene”, subraya Quezada.
El investigador indica que “el Ministerio Público y la PNC han tenido éxito en algunos operativos. Se había tenido un rezago en el combate a las extorsiones; sin embargo, ahora se ha articulado bien, se ha tenido un éxito en los delitos contra la vida, pero falta mucho.”
Quezada comenta que cuando “se le cierra la puerta a una actividad delictiva, que tiene de por medio al crimen organizado, es muy fácil que cambien a otra, que se trasladen de la extorsión, al robo de vehículos, y del robo al sicariato, se habilitan ventanas donde tengan más facilidad de delinquir, y se van mudando, por lo que la PNC debe manejar varios frentes para el combate frontal a la delincuencia”.
A partir del 14 de enero y hasta el 10 de abril de este año se desarticularon 20 estructuras criminales, logrando la captura de 162 personas integrantes de estas organizaciones delictivas, de acuerdo con la Dirección General de la Policía Nacional Civil.
Así se dividen las bandas, según el delito que cometían:
7 se dedicaban a las extorsiones
5 al sicariato
2 a las extorsiones y sicariato
1 de trata de personas
1 por robo de vehículos
1 secuestro
1 dedicada al lavado de dinero
1 al robo a residencias
1 al asalto y robo
La mayoría de personas detenidas, posibles integrantes de las organizaciones criminales, son extorsionistas y sicarios, 59 apresados por el delito de extorsión, mientras, que 49 por asesinato.
Según Investigadores del Departamento de Investigación de Delitos Contra la Vida (DEIC), de la PNC, una de las estructuras criminales desarmadas dedicaba a extorsionar a transportistas del servicio público de San Miguel Petapa, captó de manera ilícita, durante cinco años, Q2 millones 489 mil 500, con un promedio anual de Q497 mil 900, por mes Q38,300 y cada semana Q9,575.
Otro golpe contra extorsionistas fue contra la clica “Wacotes Locotes Sureños”, de la “Mara 18”, presuntos responsables de extorsionar a empresarios de Moto taxis (tuc-tuc) en Chiquimulilla, Santa Rosa y Jalapa, iniciando sus operaciones en marzo de 2015. Esta banda, mediante llamadas telefónicas, intimidaban e exigían el dinero a sus víctimas.
Los delincuentes realizaban cobros de Q6,200 semanales para un total ,a la fecha, de Q250 mil, por medio del sistema bancario. La estructura criminal era liderada por Gerson Alexander Osorio Herrera, alias “kétchup” y Juan Pablo Hernández Jicha, alias “Caritas”, quienes se encuentran en prisión.
Mediante la operación relámpago se desarticuló la banda denominada “El Flaco”, en 21 allanamientos realizados en Nueva Concepción, Escuintla, Suchitepéquez y Ciudad capital. Este grupo delincuencial es sindicado de cometer nueve asesinatos y tres conspiraciones para asesinato y otros delitos, además se considera responsable de participar en 30 casos de homicidios, que se encuentran bajo investigación.
A los detenidos se les sindica de los delitos de sicariato, conspiración para cometer asesinato, asociaciones ilícitas, lesiones, traslado y portación ilegal de armas de fuego, extorsión, obstrucción extorsiva de tránsito y exacciones económicas.
Durante la operación se incautaron 11 armas de fuego, US$194,423, Q4,800, un billete de 13 mil pesos colombianos, 10 pesos brasileños, un altar de la “Santa Muerte” y cuatro vehículos, además siete aves exóticas, entre ellas 5 loros Reales y dos Tucanes incautados.
Entre tanto, la estructura criminal dedicada al lavado de dinero mediante cuatro empresas falsas o de cartón, realizó 133 transferencias electrónicas hacia China, Hong Kong, Taiwán, EE.UU., Vietnam, Malasia, Panamá y Korea, durante el 1 de marzo al 29 de agosto. Según la Intendencia de Verificación Especial (IVE), las transacciones son por un monto de US$ 4.22 millones, equivalente a Q32.48 millones.
Asimismo, el Comando Antisecuestros de la Policía Nacional Civil (PNC), en cuatro años redujo la incidencia criminal en casos de secuestros. De acuerdo con las estadísticas de la institución, que compara los periodos del 14 de enero al 10 de abril de 2012, con similar lapso de 2016, los casos de secuestro se redujeron de 17 a 10.
Suben otros delitos
Mario Polanco del Grupo de Apoyo Mutuo (GAM), reconoce que hay un avance en la desarticulación de bandas delincuenciales, pero por otro lado, debido a que la seguridad no se maneja de manera integral, han surgido otras bandas y es el delito contra el patrimonio el cual se incrementó y los delitos contra la vida se han mantenido con un leve descenso de un 3%.
“Aunque se han tenido avances, lo que están haciendo las fuerzas de seguridad es mantener el nivel de violencia y delincuencia en general, sin lograr rebajarlo de manera significativa”, señala Polanco. El activista reconoce la labor que realiza la PNC, ya que de lo contrario la violencia subiría.
De acuerdo con Polanco, en donde el Gobierno y el Ministerio de Gobernación salen reprobados en la percepción ciudadana, puesto que la población no tiene la confianza de los números presentados porque las personas no logran percibir que hay una mejora, porque el delito contra el patrimonio está en crecimiento.
El GAM indica que, si bien ha existido un combate frontal contra las extorsiones, las estructuras criminales desarticuladas son responsables del 10 % de este delito en todo el país, el restante 90% que no son dirigidas desde bandas, son personas individuales, que siguen operando con impunidad.
“Existe una debilidad de las autoridades porque no existe prevención del delito en un área geográfica donde fue desarticulada la organización criminal, y en pocas semanas aparece otra repartiendo teléfonos o notas y se vuelve a extorsionar a la población”, manifiesta Polanco.
Por su parte Francisco Quezada, del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN) coincide con Polanco al señalar que existe un combate a las estructuras criminales, pero el ciudadano común en lo que más se ve afectado es en el delito patrimonial.
“Se tienen cifras en las cuales se indican que los homicidios vienen a la baja, la población no lo percibe porque en camino a su casa puede ser asaltado, lo que tiene a los guatemaltecos consternados. Aunque los delitos más graves están bajando, lo que más afecta al ciudadano es la percepción de inseguridad que se mantiene”, subraya Quezada.
El investigador indica que “el Ministerio Público y la PNC han tenido éxito en algunos operativos. Se había tenido un rezago en el combate a las extorsiones; sin embargo, ahora se ha articulado bien, se ha tenido un éxito en los delitos contra la vida, pero falta mucho.”
Quezada comenta que cuando “se le cierra la puerta a una actividad delictiva, que tiene de por medio al crimen organizado, es muy fácil que cambien a otra, que se trasladen de la extorsión, al robo de vehículos, y del robo al sicariato, se habilitan ventanas donde tengan más facilidad de delinquir, y se van mudando, por lo que la PNC debe manejar varios frentes para el combate frontal a la delincuencia”.