Amo profundamente a Guatemala y me enorgullece ser guatemalteco. Personalmente asumo Centro América como “Patria Grande” y reconozco a Mesoamérica (de Tehuantepec a Nicoya), con toda Guatemala en ella, como la región en la que se desarrolló la cultura ancestral que marca a los que allí nacimos y vivimos. Valoro la multiculturalidad en la que crecí inmerso. Sin quererlo. Sin saberlo. Crecí diciéndole “chaye” a los pedazos de vidrio roto, sin saber que esa palabra significa “Obsidiana”. Y tantos otros “guatemaltequismos” de origen Maya que bien pueden ser objeto de otra columna. En mi casa se escucha la marimba guatemalteca y me asaltan deseos de bailar al escuchar Antonieta, Clavellinas de Nebaj y Valle de la Esmeralda. Marimba cuache y tamal de coche, son garantía de buena fiesta.
Me molesta que no se reconozca a Belice como nuestro vecino. Belice es un país independiente con el que compartimos fronteras, por indefinidas que éstas se encuentren, y compartimos muchos aspectos culturales y naturales. Los sitios arqueológicos de Caracol y Lamanai, son muestras de primer orden de la Civilización Maya del período clásico, así como muchos otros sitios menores de gran valor histórico en tierras beliceñas. Hay en Belice población que reconoce con orgullo su cultura Maya. Compartimos, junto con la costa caribeña de Honduras, la Cultura Garífuna, único Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad declarado por UNESCO que tiene carácter tri-nacional. Y es que Guatemala, Belice y Honduras hacemos otro trifinio que, además de cultural, es natural, con arrecifes que deben ser protegidos conjuntamente, para bien del Planeta Tierra.
Con tanto en común, desarrollar relaciones francas y fraternas con el vecino país de Belice, será de gran beneficio para los habitantes de Petén e Izabal, para comenzar, por ser los vecinos inmediatos.
Me molesta que no se reconozca en Guatemala la plurinacionalidad del instrumento musical denominado “Marimba”. Estoy seguro de que no se ofende la memoria de los Hermanos Hurtado y el gran aporte de desarrollar el teclado doble si aceptamos que el concepto de la marimba existe en otros continentes en donde también viene su uso de épocas ancestrales. Me molesta que Ecuador y Colombia hayan gestionado con éxito ante UNESCO la declaración de la Marimba Esmeraldeña como Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad y que las autoridades de Cultura de Guatemala no hagan lo mismo, con todo el derecho de hacerlo, ante UNESCO y no ante Apple.
Tal vez estoy equivocado. Debe haber muchos otros guatemaltecos que sí reconocen a Belice como país vecino y hermano, y también a la marimba como instrumento con diversos orígenes y desarrollo, sin sentir faltarle a la patria al hacerlo. Debemos ser la mayoría. Lo que debe suceder es que nos hacemos oír menos. Ya es hora que hablemos.
Amo profundamente a Guatemala y me enorgullece ser guatemalteco. Personalmente asumo Centro América como “Patria Grande” y reconozco a Mesoamérica (de Tehuantepec a Nicoya), con toda Guatemala en ella, como la región en la que se desarrolló la cultura ancestral que marca a los que allí nacimos y vivimos. Valoro la multiculturalidad en la que crecí inmerso. Sin quererlo. Sin saberlo. Crecí diciéndole “chaye” a los pedazos de vidrio roto, sin saber que esa palabra significa “Obsidiana”. Y tantos otros “guatemaltequismos” de origen Maya que bien pueden ser objeto de otra columna. En mi casa se escucha la marimba guatemalteca y me asaltan deseos de bailar al escuchar Antonieta, Clavellinas de Nebaj y Valle de la Esmeralda. Marimba cuache y tamal de coche, son garantía de buena fiesta.
Me molesta que no se reconozca a Belice como nuestro vecino. Belice es un país independiente con el que compartimos fronteras, por indefinidas que éstas se encuentren, y compartimos muchos aspectos culturales y naturales. Los sitios arqueológicos de Caracol y Lamanai, son muestras de primer orden de la Civilización Maya del período clásico, así como muchos otros sitios menores de gran valor histórico en tierras beliceñas. Hay en Belice población que reconoce con orgullo su cultura Maya. Compartimos, junto con la costa caribeña de Honduras, la Cultura Garífuna, único Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad declarado por UNESCO que tiene carácter tri-nacional. Y es que Guatemala, Belice y Honduras hacemos otro trifinio que, además de cultural, es natural, con arrecifes que deben ser protegidos conjuntamente, para bien del Planeta Tierra.
Con tanto en común, desarrollar relaciones francas y fraternas con el vecino país de Belice, será de gran beneficio para los habitantes de Petén e Izabal, para comenzar, por ser los vecinos inmediatos.
Me molesta que no se reconozca en Guatemala la plurinacionalidad del instrumento musical denominado “Marimba”. Estoy seguro de que no se ofende la memoria de los Hermanos Hurtado y el gran aporte de desarrollar el teclado doble si aceptamos que el concepto de la marimba existe en otros continentes en donde también viene su uso de épocas ancestrales. Me molesta que Ecuador y Colombia hayan gestionado con éxito ante UNESCO la declaración de la Marimba Esmeraldeña como Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad y que las autoridades de Cultura de Guatemala no hagan lo mismo, con todo el derecho de hacerlo, ante UNESCO y no ante Apple.
Tal vez estoy equivocado. Debe haber muchos otros guatemaltecos que sí reconocen a Belice como país vecino y hermano, y también a la marimba como instrumento con diversos orígenes y desarrollo, sin sentir faltarle a la patria al hacerlo. Debemos ser la mayoría. Lo que debe suceder es que nos hacemos oír menos. Ya es hora que hablemos.