En los últimos días se ha puesto de manifiesto la necesaria reforma al sector justicia, se ha discutido en diversos sectores el estar de acuerdo o no, sobre las reformas, y con esto lograr establecer un diálogo nacional en donde las conclusiones sirvan para hacer robusta la propuesta y lograr los consensos adecuados para todos.

Se debe tomar en consideración que una sociedad con bases sólidas en los temas de justicia, es una sociedad que descansa bajo un régimen democrático, tranquilo y con la fortaleza de establecer los lineamientos para la inversión, sin dejar por un lado el agregado que con justicia siempre habrá paz y se garantiza la transparencia en las administraciones públicas.

Pero para que esto no quede en una utopía, es necesario voltear la mirada a varios temas que son sumamente complicados en nuestra sociedad, como el económico ya que para que existan instituciones serias y sobre todo independientes es necesario contar con un presupuesto fuerte y sobre todo que ese dinero sea administrado de la mejor manera.

Durante mucho tiempo el sector justicia ha sido debilitado por el aspecto presupuestario, un ejemplo claro es el Organismo Judicial al que constitucionalmente se le debe asignar el 2% del presupuesto, pues siempre tiene que pedir ampliaciones, este año solicito Q 2,694 millones, y el Congreso le autorizó Q. 1,607 millones dejándolo con un déficit de Q. 1,087 millones, y por ser insuficiente les otorgaron una ampliación de Q320 millones, no obstante el déficit se mantiene por un estimado de Q700 millones.

Estos números del Organismo Judicial demuestran por otro lado que es necesario poder contratar más jueces, y con esto crear más juzgados para agilizar la justicia, pero las otras instituciones de este sector también tienen que hacer milagros con el presupuesto, tal es el caso del Ministerio Publico, como ya lo ha manifestado en repetidas ocasiones la Fiscal General y Jefa del MP, Thelma Aldana.

En ese sentido cabe destacar que el MP cuenta con un déficit para mantener la actual estructura que redondea los 35 millones de quetzales, en donde es visible la necesidad de los recursos para realizar investigaciones con alto grado de eficiencia, hay que recordar que existe falta de presencia del ente investigador en muchos lugares y esto dificulta su labor para que sea efectiva.

También el prepuesto de la Defensa Publica Penal, el del  Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Guatemala, son escasos y no digamos el del Sistema Penitenciario, que necesita nuevas cárceles en donde la cooperación internacional ha dicho presente como el caso de la Embajada de Estados Unidos que esta anuente a la necesidad existente, pero falta el tema de los salarios a los guardias penitenciarios, para evitar la anarquía en un sistema que se convirtió en obsoleto e inoperante.

El problema es grave y tiene un génesis pues la población ya no quiere pagar más impuestos ante la desconfianza generada por los que nos han administrado, ya que han hecho de estos recursos sus minas de oro, de donde han captado reales fortunas y han dejado en el olvido todas las necesidades de este país, el rechazo se comprende, creo que la población siente los estragos de un país sin empleos y los pocos que hay con sueldos desnutridos, una recaudación que por años ha estado entre dicho, con el cuestionamiento de que no se castiga a los grandes evasores de este país.

Se espera una lucha titánica por las reformas al sector justicia e insisto son necesarias y urgentes, pero hay que establecer las líneas claras sobre el tema económico en donde es imperativa la mejora en la recaudación y que no solo recaiga en los ciudadanos de a pie, sino en aquellos grandes evasores que también han amasado grandes fortunas a costa de no pagar tributos.

Mi esperanza está puesta en que los cambios que se plantean, serán realidades para el bien de una Guatemala que trabaja y lucha desde la madrugada para sobrevivir en la adversidad, espero que estos generen una mejor vida para quienes habitamos este bello país.