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Intendente de Aduanas: “Existe mucha discrecionalidad que afecta a la SAT”

Allan Martinez
15 de mayo, 2016

Werner Florencio Ovalle Ramírez fue nombrado como Intendente de Aduanas e inició labores el 31 de marzo de 2016. Es licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales, egresado de la Universidad Rafael Landívar, posee maestrías en Política, Seguridad Pública, así como Integración y Desarrollo. Tiene amplia experiencia en integración centroamericana, análisis de información y coordinación interinstitucional.

Recuerda que cuando el Superintendente Juan Francisco Solórzano Foppa lo invitó a ser parte del equipo y no le contestó en ese momento. Se tomó su tiempo. Sabía que el puesto le serviría para hacerse notar dentro del escenario nacional, pero si las cosas no salían como el quería, sería una lápida para su carrera profesional.

Ovalle habló con Repúblicagt y cuenta algunos de los logros de su breve gestión, además de ciertas irregularidades y fallas en los procesos.

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¿Cómo encontró la SAT y la intendencia de Aduanas?

Con una credibilidad bastante baja tanto a nivel interno como a nivel externo. Con una desmotivación bastante grande por parte del personal y afectada por la coyuntura de 2015. Y en algún sentido aceptable. Tanto de los mismos compañeros que compartían oficina que de la noche a la mañana los identifiquen dentro de una estructura y haya pasado lo que sucedió.

¿Qué lo motivó aceptar el cargo?

Fue una decisión fuerte. Tenía cuatro meses de entrar en la SAT. Ingresé en octubre del año pasado y precisamente porque hay varias debilidades de control interno, a pesar que se tiene el diagnóstico y toda la estructura criminal que funcionaba acá, no había ninguna investigación interna de lo sucedido. A finales de septiembre se me contactó. Mi experiencia es en seguridad, integración centroamericana, temas de inteligencia y me uno a la institución para hacer una propuesta con el fin de fortalecer los controles internos. El tema se fue desarrollando y el Directorio lo conoció y se habló de crear una gerencia de Asuntos Internos para hacer investigaciones.

Cuando nombran al superintendente Juan Francisco Solórzano Foppa, él conoce mi trayectoria y me invita a formar parte de su equipo, fue una decisión difícil. No pude contestarle en el momento porque aquí es un lugar donde se puede hacer un gran trabajo y darse a conocer, pero también puede ser un puesto donde acaba su trayectoria y con el nombre. Ahorita vemos a superintendentes en la cárcel. Como guatemalteco soy muy idealista y creo que estamos en una coyuntura donde los buenos estamos queriendo asumir el reto y por eso acepté el cargo.

¿Qué problemas encontró en las aduanas?

Existe mucha discrecionalidad en cuanto a la interpretación de la normativa. La discrecionalidad es un elemento que afecta mucho porque es algo que le da la autoridad al “vista” o al “revisor”, que resuelve de acuerdo con su discreción, y eso sea un componente para generar corrupción.

No hay nada relacionado con tecnología para evitar la discrecionalidad. Por otro lado, el persona no ha recibido capacitación, solo ingresaron en la institución y  se les envió a las aduanas. Además no hay supervisión, ni controles y algunos empleados creen que hacen bien su trabajo. Los procesos de capacitación y profesionalización tienen deficiencias y esos son los grandes temas de reestructura.

Hay muchos que siguen sus procedimientos por desconocimiento y otros que lo hacían por conocimiento de causa y pertenecían a una estructura. No existe una supervisión de personal que revise el cumplimiento de los procesos. Eso fue una deficiencia a nivel institucional.

¿Encontró otras anomalías?

Se han encontrado a nivel de recurso humano. Dos técnicos que desatendieron su puesto de trabajo por ingerir bebidas alcohólicos. También se capturó a un trabajador de aduanas, en Livingston, por actos de corrupción. Esa discrecionalidad ha hecho que como el funcionario no tiene controles, las personas que están en el lugar creen que son autoridad en y hacen lo que quieren.

La SAT pasa de una postura que desmotiva al trabajador y a los funcionarios a que cuando asume el licenciado Solórzano Foppa y se da el caso de Aceros de Guatemala ¿cuál fue su percepción y lo que captó dentro del personal de la Superintendencia y los comentarios externos que recibió?

Hay dos posturas: qué bueno, esto se debió hacer desde hace mucho tiempo. Las condiciones y los procesos estaban, pero usted vio lo que pasó con el anterior intendente jurídico que lo encontraron con tres millones de quetzales en su casa. Hay nerviosismo o gente que no comentó nada y eso se percibe.

Hay generalizaciones cuando pasan estas crisis. No todos los funcionarios son malos. Hay profesionales que tiene una trayectoria desde el inicio de la SAT y quieren hacer el bien el trabajo y cuando se les pide una análisis tienen un gran conocimiento de la legislación nacional y regional.

Tenemos que tener cuidado y desde la intendencia estoy en fase de evaluación para ver si hay otros tipos de anomalías más específicas. Tenemos que apostar a asumir un compromiso y un cambio, por lo cual se requiere transparentar procesos y es fundamental mandarles ese mensaje.

Hoy (viernes) tenemos la primera reunión con todos los intendentes y queremos mandar un mensaje de unidad y de trabajo de equipo con todos los intendentes. El Superintendente ha sido muy claro: ´necesito que trabajen en equipo y ver todo como procesos transversales´. Y eso es fundamental.

¿Qué es lo que urge en el sistema de aduanas en estos momentos?

Todavía no estamos funcionando bien. Si soy exigente, no estamos llegando a la meta de recaudación como debería ser. Eso es nuestro indicador de evaluación. Si empezamos a llegar a la meta es porque en algún sentido, el personal en las aduanas está haciendo los ajustes necesarios de acuerdo con los selectivos y las revisiones. Hemos tenido fallas porque hay personal que mantiene alguna discrecionalidad. Para que un funcionario de la aduana lleve a cabo un acto de corrupción es porque hubo alguien externo que ofreció y ellos no harán la denuncia.

¿Cuál es el monto que Aduanas da la recaudación?

La meta está en 1mil 400 millones a nivel de comercio exterior. En abril de 2016 se llegó a 1 mil 307 millones.

¿Cuál fue el motivo por el que no se llegó?

Se debe tomar en cuenta por ejemplo que los días de Semana Santa y como es asueto nacional no se trabaja y eso causa una afectación en el tema económico. Otra de las razones es el precio del combustible, que afecta en temas de comercio exterior en la recaudación a nivel de IVA. Es un elemento fuera del alcance de las aduanas. Pero hay otro tipo de ventajas; sin embargo, en Puerto Barrios y en Santo Tomás se nos ha incrementado el ingreso de vehículos y recuperamos algún sentido el porcentaje de impuestos. Obviamente el porcentaje de combustibles es fundamental.

¿Está funcionando la aduana del aeropuerto?

Trato la manera de salir y no hacer tanto trabajo de oficina. Me gusta ir a supervisar. Mi primera visita fue a la central de aviación. Llegué a medio día y vi una gran fila para que pasaran su maleta por rayos X y me percaté que había un semáforo para tema de riesgo que no funcionaba y las personas tenían que pasar por rayos X y le pedí al administrador que quitara el semáforo y se podía pasar a mala interpretación de que el administrador tomó la decisión personal de pasar a todos por el selectivo rojo. Se quitó y de una vez iniciamos el trámite de compra de un nuevo semáforo.

Por ejemplo, en El Salvador se apacha el botón y el semáforo da rojo o verde y ahí hay una selectividad que no se presta a discrecionalidad pero pasa otra cosa en la central de aviación. Previo al control de rayos X, había una recaudación de Q483 mil, y ahora estamos llegando a un Q1 millón 500 mil y pasan. El control me permite ver si alguien quiere pasar cosas si declararlas y la tecnología es mi mejor aliado. Por otro lado, me hace largas filas y me da un efecto negativo de facilitación.

Como institución mi nivel primario es recaudar impuestos, pero estoy en la obligación de facilitar comercio. Espero realizar la licitación del semáforo en las próximas semanas y lo tenemos que hacer en ley y necesitamos esos tiempos.

El aeropuerto es nuestra primera cara hacia los turistas al ingresar y salir. Tenemos otros problemas ajenos a la SAT como el aire acondicionado y largas filas para hacer el control migratorio y para retirar las maletas. Nosotros somos el último de esta cadena y piensan que es la SAT la culpable y buscamos soluciones.

¿Cómo van con las mejoras en el Aeropuerto?

La Dirección General de Aeronáutica Civil y el INGUAT tienen toda la intención de solucionar los problemas en el aeropuerto y eso requiere tiempo. Pero las necesidades en los puertos como Quetzal y Santo Tomás de Castilla, los que generan más recaudación, deben atenderse pronto, como corregir el déficit de personal. Si bien se necesita resultados en los puertos y aduanas, no se puede fortalecer un área y debilitar otra. Tenemos un plan becario para que jóvenes ingresen en la SA y se les capacite por parte de la Intendencia de Aduanas por un mes y medio y una semana extra en una de las aduanas. Si tienen buenas notas, cada semana hay una posibilidad para ser contratados por la SAT.

¿Cuántos jóvenes ya se graduaron?

Alrededor de 25 se graduaron y los vamos a destinar a esos lugares. Estamos en coordinación con Recursos Humanos para el tema de partida presupuestaria y espero que en las próximas semanas ya se estén incorporando. Tenemos un déficit de 164 personas.

¿Cuántos personas hay contratadas en la SAT y cuántos necesitan?

Hay cerca de 4 mil 54 en toda la institución. Hay 563 vacantes, pero ya se vio que no es el número óptimo, pues se necesitan unas 500 plazas más para llegar a mil más.

El sector privado ha expresado su descontento por el largo trámite del ingreso de los contenedores. ¿Cómo funciona, cómo debería funcionar y qué mejoras necesita?

En todas las reuniones de las Cámaras me han hecho esa pregunta. Todo radica en el análisis de riesgo en el tema de selectivo rojo, y los criterios de análisis de riesgo están demasiado elevados. Cuando da rojo se tiene que hacer una revisión y viene el técnico aduanero a revisar. Esto ha sido usado por algunos técnicos aduaneros que, en lugar de revisar toro el contenedor, hacen una negociación y se da la corrupción. El procedimiento no es malo, pero no se antojan a la normativa.

La norma internacional en el grado de selectivo rojo tiene que ser de un porcentaje de un dígito de 1 a 9 por ciento. Nosotros teníamos una estadística de grado de selectividad del 22 por ciento y es alto. Al hacer un análisis más específico encontramos que en Puerto Quetzal el grado de selectividad de rojo es de un 48 por ciento y entonces era una revisión de cada dos. Ningún país tiene la capacidad de hacer tanta revisión. A nivel nacional el promedio se hace divido entre 22 aduanas, y el porcentaje es 20.

Ningún país tiene la capacidad de hacer tanta revisión y eso se presta para focos de corrupción y a que se hagan revisiones para que no se pueda hacer un ajuste a posteriori, porque ya hubo un ajuste especial por parte de las aduanas.

Entonces se convocó al comité de control de análisis de riesgo y determinamos que Puerto Quetzal tenía un gran porcentaje de selectivo rojo y el grado de asertividad era mínimo, y en todos los criterios que tenían la asertividad era muy bajo. De acuerdo con un análisis, se decidió cambiar esos criterios y de 48 que estaba en ese puerto, bajó a 22 por ciento. En Santo Tomás, que tenía un 47 por ciento, lo bajamos a 13 por ciento y van dos semanas después de haber tomado la decisión. Estoy esperando una semana más para tener resultados concretos.

Con estas modificaciones ya me llegaron los comentarios de algunos empresarios que sus contenedores pasaron de la espera de 14 a 18 días; la semana pasada bajó a 6 días y eso nos da una valoración que vamos por el camino adecuado. Y eso es una medida para generar facilitación y mejorar la recaudación.

¿Cuál debería ser el tiempo ideal o a qué se aspira?

Una semana tendría que ser. Si llega el lunes que salga el viernes, pero recuérdese que los puertos están las 24 horas por 7 días. Es una cadena logística. El despacho inicia a partir que el gestor aduanero lleva la DUA al revisor. Lo que pasa es que desde que llega, bajan el contenedor, lo llevan al parqueo, ubican la mercancía, pagan la declaración, es tiempo que no tiene que ver con la SAT.

Hay ocasiones que el transportista se tarda tres días en ir a traer el contenedor que ya está en verde. Muchos usan el puerto como parqueo y eso se contabiliza como tiempo de la SAT, pero a partir desde que llevan el despacho, el trámite es rápido. También necesitamos hacer un esfuerzo de coordinación con otras instituciones de las portuarias, porque ese espacio no es coordinado totalmente con la SAT, nosotros cumplimos con la revisión, pero todo lo logístico tiene que ver con las portuarias.

Una de las solicitudes del sector privado era los chequeos conjuntos ¿Cómo va esa propuesta?

Es una de las acciones que estamos a punto de dar a conocer. Ahora nos encontramos en la fase de análisis y dictámenes jurídicos en los ministerios de Gobenación y Agricultura. Habrán dos ganancias a nivel institucion: el revisor ya no estará solo, a la par tendrá un policía y alguien de MAGA que al mismo tiempo le interesan que haya una revisión de la mercancía, y por otro lado, si el análisis de riesgo indica que hay que revisar el 85 por ciento de la mercadería, lo harán en conjunto.

Hay situaciones en donde el análisis de riesgo indica que hay que sacar el 100 por ciento de la mercadería y el técnico aduanero viene quita marchamo, abre el contenedor, saca un par de cajas y lo deja pasar. Con la revisión conjunta las tres instituciones buscarán la información de su interés. Tenemos que ver puntos en común.

¿Hay alguna investigación conjunta con el MP y CICIG en aduanas?

Es posible que haya varias investigaciones en curso de información que se ha tenido y de procesos que vienen con anterioridad y en algún sentido será darles facilidad para llegar a los resultados. El problema era que la información siempre se ha tenido, pero acá había una postura de los intendentes y de parte de las autoridades, de no generar las facilidades para que tuvieran el resultado que se esperaba.

Hay casos donde los funcionarios no se prestan a ciertas acciones ilícitas y ello generan denuncias anónimas para hacer quedar mal al buen funcionario y en esos casos esperamos que se resuelvan y que las personas tengan derecho a defenderse y a probar la falsedad.

Se percibe que el licenciado Solórzano Foppa es el tercer aliado que faltaba en la fuerza del combate a la corrupción junto con el MP y la CICIG.

Eñ Superintendente y los intendentes estamos en la obligación de luchar en acciones anticorupción y también en la generación de transparencia. Estamos en una coyuntura donde todos los funcionarios debieran ser actores, no solo SAT. Debiera ser un eje transversal de toda la administración pública y privada.

¿Cómo se percibe el cambio que dio la SAT de la noche a la mañana?

Emociona porque se recibe mucho apoyo de parte de muchas personas que confían en el proyecto. Emociona ver y reconforta que muchos sectores se están acercando a la institución en vista de los cambios. Algo que a mí me ha facilitado mucho y he visto con muy buenos ojos, es que los diferentes actores, porque yo tengo cantidad de reuniones diarias, es que ya no me vienen a contar problemas sino que me traer propuestas de solución y eso permite ir generando una hoja de ruta o mesas de trabajo que permiten generar un diálogo entre actores y nos ayudan a mejorar la administración tributaria.

El trabajo no es solo de los funcionarios, que son parte de la administración tributaria sino que tenemos auxiliares como los agentes, los gestores con un rol importante, las diferentes cámaras con sus diversos intereses en cada sector van generando trabajo, son los encargados de comercio. Dentro de mis próximos proyectos está generar un diálogo entre las diferentes cámaras para contar con un espacio de alto nivel para resolver muchas de las problemáticas del sistema aduanero.

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Intendente de Aduanas: “Existe mucha discrecionalidad que afecta a la SAT”

Allan Martinez
15 de mayo, 2016

Werner Florencio Ovalle Ramírez fue nombrado como Intendente de Aduanas e inició labores el 31 de marzo de 2016. Es licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales, egresado de la Universidad Rafael Landívar, posee maestrías en Política, Seguridad Pública, así como Integración y Desarrollo. Tiene amplia experiencia en integración centroamericana, análisis de información y coordinación interinstitucional.

Recuerda que cuando el Superintendente Juan Francisco Solórzano Foppa lo invitó a ser parte del equipo y no le contestó en ese momento. Se tomó su tiempo. Sabía que el puesto le serviría para hacerse notar dentro del escenario nacional, pero si las cosas no salían como el quería, sería una lápida para su carrera profesional.

Ovalle habló con Repúblicagt y cuenta algunos de los logros de su breve gestión, además de ciertas irregularidades y fallas en los procesos.

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¿Cómo encontró la SAT y la intendencia de Aduanas?

Con una credibilidad bastante baja tanto a nivel interno como a nivel externo. Con una desmotivación bastante grande por parte del personal y afectada por la coyuntura de 2015. Y en algún sentido aceptable. Tanto de los mismos compañeros que compartían oficina que de la noche a la mañana los identifiquen dentro de una estructura y haya pasado lo que sucedió.

¿Qué lo motivó aceptar el cargo?

Fue una decisión fuerte. Tenía cuatro meses de entrar en la SAT. Ingresé en octubre del año pasado y precisamente porque hay varias debilidades de control interno, a pesar que se tiene el diagnóstico y toda la estructura criminal que funcionaba acá, no había ninguna investigación interna de lo sucedido. A finales de septiembre se me contactó. Mi experiencia es en seguridad, integración centroamericana, temas de inteligencia y me uno a la institución para hacer una propuesta con el fin de fortalecer los controles internos. El tema se fue desarrollando y el Directorio lo conoció y se habló de crear una gerencia de Asuntos Internos para hacer investigaciones.

Cuando nombran al superintendente Juan Francisco Solórzano Foppa, él conoce mi trayectoria y me invita a formar parte de su equipo, fue una decisión difícil. No pude contestarle en el momento porque aquí es un lugar donde se puede hacer un gran trabajo y darse a conocer, pero también puede ser un puesto donde acaba su trayectoria y con el nombre. Ahorita vemos a superintendentes en la cárcel. Como guatemalteco soy muy idealista y creo que estamos en una coyuntura donde los buenos estamos queriendo asumir el reto y por eso acepté el cargo.

¿Qué problemas encontró en las aduanas?

Existe mucha discrecionalidad en cuanto a la interpretación de la normativa. La discrecionalidad es un elemento que afecta mucho porque es algo que le da la autoridad al “vista” o al “revisor”, que resuelve de acuerdo con su discreción, y eso sea un componente para generar corrupción.

No hay nada relacionado con tecnología para evitar la discrecionalidad. Por otro lado, el persona no ha recibido capacitación, solo ingresaron en la institución y  se les envió a las aduanas. Además no hay supervisión, ni controles y algunos empleados creen que hacen bien su trabajo. Los procesos de capacitación y profesionalización tienen deficiencias y esos son los grandes temas de reestructura.

Hay muchos que siguen sus procedimientos por desconocimiento y otros que lo hacían por conocimiento de causa y pertenecían a una estructura. No existe una supervisión de personal que revise el cumplimiento de los procesos. Eso fue una deficiencia a nivel institucional.

¿Encontró otras anomalías?

Se han encontrado a nivel de recurso humano. Dos técnicos que desatendieron su puesto de trabajo por ingerir bebidas alcohólicos. También se capturó a un trabajador de aduanas, en Livingston, por actos de corrupción. Esa discrecionalidad ha hecho que como el funcionario no tiene controles, las personas que están en el lugar creen que son autoridad en y hacen lo que quieren.

La SAT pasa de una postura que desmotiva al trabajador y a los funcionarios a que cuando asume el licenciado Solórzano Foppa y se da el caso de Aceros de Guatemala ¿cuál fue su percepción y lo que captó dentro del personal de la Superintendencia y los comentarios externos que recibió?

Hay dos posturas: qué bueno, esto se debió hacer desde hace mucho tiempo. Las condiciones y los procesos estaban, pero usted vio lo que pasó con el anterior intendente jurídico que lo encontraron con tres millones de quetzales en su casa. Hay nerviosismo o gente que no comentó nada y eso se percibe.

Hay generalizaciones cuando pasan estas crisis. No todos los funcionarios son malos. Hay profesionales que tiene una trayectoria desde el inicio de la SAT y quieren hacer el bien el trabajo y cuando se les pide una análisis tienen un gran conocimiento de la legislación nacional y regional.

Tenemos que tener cuidado y desde la intendencia estoy en fase de evaluación para ver si hay otros tipos de anomalías más específicas. Tenemos que apostar a asumir un compromiso y un cambio, por lo cual se requiere transparentar procesos y es fundamental mandarles ese mensaje.

Hoy (viernes) tenemos la primera reunión con todos los intendentes y queremos mandar un mensaje de unidad y de trabajo de equipo con todos los intendentes. El Superintendente ha sido muy claro: ´necesito que trabajen en equipo y ver todo como procesos transversales´. Y eso es fundamental.

¿Qué es lo que urge en el sistema de aduanas en estos momentos?

Todavía no estamos funcionando bien. Si soy exigente, no estamos llegando a la meta de recaudación como debería ser. Eso es nuestro indicador de evaluación. Si empezamos a llegar a la meta es porque en algún sentido, el personal en las aduanas está haciendo los ajustes necesarios de acuerdo con los selectivos y las revisiones. Hemos tenido fallas porque hay personal que mantiene alguna discrecionalidad. Para que un funcionario de la aduana lleve a cabo un acto de corrupción es porque hubo alguien externo que ofreció y ellos no harán la denuncia.

¿Cuál es el monto que Aduanas da la recaudación?

La meta está en 1mil 400 millones a nivel de comercio exterior. En abril de 2016 se llegó a 1 mil 307 millones.

¿Cuál fue el motivo por el que no se llegó?

Se debe tomar en cuenta por ejemplo que los días de Semana Santa y como es asueto nacional no se trabaja y eso causa una afectación en el tema económico. Otra de las razones es el precio del combustible, que afecta en temas de comercio exterior en la recaudación a nivel de IVA. Es un elemento fuera del alcance de las aduanas. Pero hay otro tipo de ventajas; sin embargo, en Puerto Barrios y en Santo Tomás se nos ha incrementado el ingreso de vehículos y recuperamos algún sentido el porcentaje de impuestos. Obviamente el porcentaje de combustibles es fundamental.

¿Está funcionando la aduana del aeropuerto?

Trato la manera de salir y no hacer tanto trabajo de oficina. Me gusta ir a supervisar. Mi primera visita fue a la central de aviación. Llegué a medio día y vi una gran fila para que pasaran su maleta por rayos X y me percaté que había un semáforo para tema de riesgo que no funcionaba y las personas tenían que pasar por rayos X y le pedí al administrador que quitara el semáforo y se podía pasar a mala interpretación de que el administrador tomó la decisión personal de pasar a todos por el selectivo rojo. Se quitó y de una vez iniciamos el trámite de compra de un nuevo semáforo.

Por ejemplo, en El Salvador se apacha el botón y el semáforo da rojo o verde y ahí hay una selectividad que no se presta a discrecionalidad pero pasa otra cosa en la central de aviación. Previo al control de rayos X, había una recaudación de Q483 mil, y ahora estamos llegando a un Q1 millón 500 mil y pasan. El control me permite ver si alguien quiere pasar cosas si declararlas y la tecnología es mi mejor aliado. Por otro lado, me hace largas filas y me da un efecto negativo de facilitación.

Como institución mi nivel primario es recaudar impuestos, pero estoy en la obligación de facilitar comercio. Espero realizar la licitación del semáforo en las próximas semanas y lo tenemos que hacer en ley y necesitamos esos tiempos.

El aeropuerto es nuestra primera cara hacia los turistas al ingresar y salir. Tenemos otros problemas ajenos a la SAT como el aire acondicionado y largas filas para hacer el control migratorio y para retirar las maletas. Nosotros somos el último de esta cadena y piensan que es la SAT la culpable y buscamos soluciones.

¿Cómo van con las mejoras en el Aeropuerto?

La Dirección General de Aeronáutica Civil y el INGUAT tienen toda la intención de solucionar los problemas en el aeropuerto y eso requiere tiempo. Pero las necesidades en los puertos como Quetzal y Santo Tomás de Castilla, los que generan más recaudación, deben atenderse pronto, como corregir el déficit de personal. Si bien se necesita resultados en los puertos y aduanas, no se puede fortalecer un área y debilitar otra. Tenemos un plan becario para que jóvenes ingresen en la SA y se les capacite por parte de la Intendencia de Aduanas por un mes y medio y una semana extra en una de las aduanas. Si tienen buenas notas, cada semana hay una posibilidad para ser contratados por la SAT.

¿Cuántos jóvenes ya se graduaron?

Alrededor de 25 se graduaron y los vamos a destinar a esos lugares. Estamos en coordinación con Recursos Humanos para el tema de partida presupuestaria y espero que en las próximas semanas ya se estén incorporando. Tenemos un déficit de 164 personas.

¿Cuántos personas hay contratadas en la SAT y cuántos necesitan?

Hay cerca de 4 mil 54 en toda la institución. Hay 563 vacantes, pero ya se vio que no es el número óptimo, pues se necesitan unas 500 plazas más para llegar a mil más.

El sector privado ha expresado su descontento por el largo trámite del ingreso de los contenedores. ¿Cómo funciona, cómo debería funcionar y qué mejoras necesita?

En todas las reuniones de las Cámaras me han hecho esa pregunta. Todo radica en el análisis de riesgo en el tema de selectivo rojo, y los criterios de análisis de riesgo están demasiado elevados. Cuando da rojo se tiene que hacer una revisión y viene el técnico aduanero a revisar. Esto ha sido usado por algunos técnicos aduaneros que, en lugar de revisar toro el contenedor, hacen una negociación y se da la corrupción. El procedimiento no es malo, pero no se antojan a la normativa.

La norma internacional en el grado de selectivo rojo tiene que ser de un porcentaje de un dígito de 1 a 9 por ciento. Nosotros teníamos una estadística de grado de selectividad del 22 por ciento y es alto. Al hacer un análisis más específico encontramos que en Puerto Quetzal el grado de selectividad de rojo es de un 48 por ciento y entonces era una revisión de cada dos. Ningún país tiene la capacidad de hacer tanta revisión. A nivel nacional el promedio se hace divido entre 22 aduanas, y el porcentaje es 20.

Ningún país tiene la capacidad de hacer tanta revisión y eso se presta para focos de corrupción y a que se hagan revisiones para que no se pueda hacer un ajuste a posteriori, porque ya hubo un ajuste especial por parte de las aduanas.

Entonces se convocó al comité de control de análisis de riesgo y determinamos que Puerto Quetzal tenía un gran porcentaje de selectivo rojo y el grado de asertividad era mínimo, y en todos los criterios que tenían la asertividad era muy bajo. De acuerdo con un análisis, se decidió cambiar esos criterios y de 48 que estaba en ese puerto, bajó a 22 por ciento. En Santo Tomás, que tenía un 47 por ciento, lo bajamos a 13 por ciento y van dos semanas después de haber tomado la decisión. Estoy esperando una semana más para tener resultados concretos.

Con estas modificaciones ya me llegaron los comentarios de algunos empresarios que sus contenedores pasaron de la espera de 14 a 18 días; la semana pasada bajó a 6 días y eso nos da una valoración que vamos por el camino adecuado. Y eso es una medida para generar facilitación y mejorar la recaudación.

¿Cuál debería ser el tiempo ideal o a qué se aspira?

Una semana tendría que ser. Si llega el lunes que salga el viernes, pero recuérdese que los puertos están las 24 horas por 7 días. Es una cadena logística. El despacho inicia a partir que el gestor aduanero lleva la DUA al revisor. Lo que pasa es que desde que llega, bajan el contenedor, lo llevan al parqueo, ubican la mercancía, pagan la declaración, es tiempo que no tiene que ver con la SAT.

Hay ocasiones que el transportista se tarda tres días en ir a traer el contenedor que ya está en verde. Muchos usan el puerto como parqueo y eso se contabiliza como tiempo de la SAT, pero a partir desde que llevan el despacho, el trámite es rápido. También necesitamos hacer un esfuerzo de coordinación con otras instituciones de las portuarias, porque ese espacio no es coordinado totalmente con la SAT, nosotros cumplimos con la revisión, pero todo lo logístico tiene que ver con las portuarias.

Una de las solicitudes del sector privado era los chequeos conjuntos ¿Cómo va esa propuesta?

Es una de las acciones que estamos a punto de dar a conocer. Ahora nos encontramos en la fase de análisis y dictámenes jurídicos en los ministerios de Gobenación y Agricultura. Habrán dos ganancias a nivel institucion: el revisor ya no estará solo, a la par tendrá un policía y alguien de MAGA que al mismo tiempo le interesan que haya una revisión de la mercancía, y por otro lado, si el análisis de riesgo indica que hay que revisar el 85 por ciento de la mercadería, lo harán en conjunto.

Hay situaciones en donde el análisis de riesgo indica que hay que sacar el 100 por ciento de la mercadería y el técnico aduanero viene quita marchamo, abre el contenedor, saca un par de cajas y lo deja pasar. Con la revisión conjunta las tres instituciones buscarán la información de su interés. Tenemos que ver puntos en común.

¿Hay alguna investigación conjunta con el MP y CICIG en aduanas?

Es posible que haya varias investigaciones en curso de información que se ha tenido y de procesos que vienen con anterioridad y en algún sentido será darles facilidad para llegar a los resultados. El problema era que la información siempre se ha tenido, pero acá había una postura de los intendentes y de parte de las autoridades, de no generar las facilidades para que tuvieran el resultado que se esperaba.

Hay casos donde los funcionarios no se prestan a ciertas acciones ilícitas y ello generan denuncias anónimas para hacer quedar mal al buen funcionario y en esos casos esperamos que se resuelvan y que las personas tengan derecho a defenderse y a probar la falsedad.

Se percibe que el licenciado Solórzano Foppa es el tercer aliado que faltaba en la fuerza del combate a la corrupción junto con el MP y la CICIG.

Eñ Superintendente y los intendentes estamos en la obligación de luchar en acciones anticorupción y también en la generación de transparencia. Estamos en una coyuntura donde todos los funcionarios debieran ser actores, no solo SAT. Debiera ser un eje transversal de toda la administración pública y privada.

¿Cómo se percibe el cambio que dio la SAT de la noche a la mañana?

Emociona porque se recibe mucho apoyo de parte de muchas personas que confían en el proyecto. Emociona ver y reconforta que muchos sectores se están acercando a la institución en vista de los cambios. Algo que a mí me ha facilitado mucho y he visto con muy buenos ojos, es que los diferentes actores, porque yo tengo cantidad de reuniones diarias, es que ya no me vienen a contar problemas sino que me traer propuestas de solución y eso permite ir generando una hoja de ruta o mesas de trabajo que permiten generar un diálogo entre actores y nos ayudan a mejorar la administración tributaria.

El trabajo no es solo de los funcionarios, que son parte de la administración tributaria sino que tenemos auxiliares como los agentes, los gestores con un rol importante, las diferentes cámaras con sus diversos intereses en cada sector van generando trabajo, son los encargados de comercio. Dentro de mis próximos proyectos está generar un diálogo entre las diferentes cámaras para contar con un espacio de alto nivel para resolver muchas de las problemáticas del sistema aduanero.