Este fin de semana estuve en Quetzaltenango participando en un Encuentro de Profesores organizado por la Universidad Galileo. El encuentro se llevó a cabo el en Colegio La Patria de dicha ciudad y la asistencia fue masiva. En este encuentro observé el taller que dio la institución “Numbers” a los futuros docentes de Matemática y tuve el agrado de encontrar a un grupo de estudiantes de educación, algunos quienes ya ejercían la docencia, con muchas ganas de aprender, entusiasmados por de tener la oportunidad de participar en un evento educativo de esta naturaleza. Los asistentes provenían de diversos municipios, algunos cercanos y otros lejanos. Algunos incluso salieron de sus casas a las 4:00 de la madrugada para poder llegar a este encuentro y en su participación, comentarios y preguntas se notaba su deseo por aprender nuevos temas.
A mediados de abril también asistí por tercera vez al Congreso de Matemática que organizó la Dirección departamental de Educación de Suchitepéquez en Mazatenango. Hubo una asistencia de más de 400 docentes interesados en mejorar su práctica docente en el aula y con deseos de aprender metodologías y técnicas que los ayudarían a ser mejores docentes. En agosto de 2015 presencié el III Congreso regional de Matemática organizado por la Dirección departamental de de Educación de Retalhuleu. La asistencia a este congreso fue posiblemente superior a 500 personas. La experta japonesa Satsuki Kawasumi – quien apoyó el programa Guatemática a través de la JICA (Japan International Cooperation Agency por sus siglas en Inglés) viajó desde Japón a Guatemala exclusivamente para dar las palabras de apertura de dicho congreso.
Pero ¿qué tienen de extraordinario estos eventos? Diversos congresos de temas variados suceden en muchas partes del país, también con asistencias masivas. Pero estos tres eventos que menciono anteriormente tienen varios factores en común:
- Los asistentes son docentes o estudiantes de educación, pertenecientes a un gremio del cual a menudo muchos se quejan por los resultados pobres en la educación de nuestro país;
- Muchos de los asistentes vienen de sectores lejanos al congreso y a menudo viajan muchas horas para poder asistir
- Quienes asisten no solo invierten su tiempo de viaje y de asistencia, sino que también los recursos necesarios para viajar y asistir a los eventos
- Muchos participan con entusiasmo para aprender.
Estos factores demuestran que muchos docentes tienen el deseo e interés por mejorar su práctica docente en el aula pero no tienen las herramientas para hacerlo y aún en condiciones adversas, hacen su mejor esfuerzo por actualizarse y aprender nuevas metodologías. He escuchado y leído muchos comentarios de desprecio hacia los docentes, tachándolos de haraganes y calificativos peyorativos. Sin embargo, más frecuente que no, encuentro que los docentes tienen deseos de mejorar pero no fueron preparados adecuadamente. En mi experiencia personal he encontrado a más docentes con deseos de mejorar el aprendizaje de sus estudiantes y deseosos de aprender metodologías efectivas que docentes haraganes, sin negar que estos últimos existan.
Presenciar programas de actualización en los cuales los maestros participan con entusiasmo me llena de optimismo. Estoy convencido que la educación está en mano de los docentes y que la mejor manera de mejorarla será a través de ellos. El problema de la educación en Guatemala es del sistema y los docentes son parte de las víctimas de este sistema. Reconozco que hay docentes quienes no tienen interés y que buscan únicamente su beneficio personal, pero más frecuentemente veo docentes con el deseo de mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje en beneficio de sus estudiantes.
Este fin de semana estuve en Quetzaltenango participando en un Encuentro de Profesores organizado por la Universidad Galileo. El encuentro se llevó a cabo el en Colegio La Patria de dicha ciudad y la asistencia fue masiva. En este encuentro observé el taller que dio la institución “Numbers” a los futuros docentes de Matemática y tuve el agrado de encontrar a un grupo de estudiantes de educación, algunos quienes ya ejercían la docencia, con muchas ganas de aprender, entusiasmados por de tener la oportunidad de participar en un evento educativo de esta naturaleza. Los asistentes provenían de diversos municipios, algunos cercanos y otros lejanos. Algunos incluso salieron de sus casas a las 4:00 de la madrugada para poder llegar a este encuentro y en su participación, comentarios y preguntas se notaba su deseo por aprender nuevos temas.
A mediados de abril también asistí por tercera vez al Congreso de Matemática que organizó la Dirección departamental de Educación de Suchitepéquez en Mazatenango. Hubo una asistencia de más de 400 docentes interesados en mejorar su práctica docente en el aula y con deseos de aprender metodologías y técnicas que los ayudarían a ser mejores docentes. En agosto de 2015 presencié el III Congreso regional de Matemática organizado por la Dirección departamental de de Educación de Retalhuleu. La asistencia a este congreso fue posiblemente superior a 500 personas. La experta japonesa Satsuki Kawasumi – quien apoyó el programa Guatemática a través de la JICA (Japan International Cooperation Agency por sus siglas en Inglés) viajó desde Japón a Guatemala exclusivamente para dar las palabras de apertura de dicho congreso.
Pero ¿qué tienen de extraordinario estos eventos? Diversos congresos de temas variados suceden en muchas partes del país, también con asistencias masivas. Pero estos tres eventos que menciono anteriormente tienen varios factores en común:
- Los asistentes son docentes o estudiantes de educación, pertenecientes a un gremio del cual a menudo muchos se quejan por los resultados pobres en la educación de nuestro país;
- Muchos de los asistentes vienen de sectores lejanos al congreso y a menudo viajan muchas horas para poder asistir
- Quienes asisten no solo invierten su tiempo de viaje y de asistencia, sino que también los recursos necesarios para viajar y asistir a los eventos
- Muchos participan con entusiasmo para aprender.
Estos factores demuestran que muchos docentes tienen el deseo e interés por mejorar su práctica docente en el aula pero no tienen las herramientas para hacerlo y aún en condiciones adversas, hacen su mejor esfuerzo por actualizarse y aprender nuevas metodologías. He escuchado y leído muchos comentarios de desprecio hacia los docentes, tachándolos de haraganes y calificativos peyorativos. Sin embargo, más frecuente que no, encuentro que los docentes tienen deseos de mejorar pero no fueron preparados adecuadamente. En mi experiencia personal he encontrado a más docentes con deseos de mejorar el aprendizaje de sus estudiantes y deseosos de aprender metodologías efectivas que docentes haraganes, sin negar que estos últimos existan.
Presenciar programas de actualización en los cuales los maestros participan con entusiasmo me llena de optimismo. Estoy convencido que la educación está en mano de los docentes y que la mejor manera de mejorarla será a través de ellos. El problema de la educación en Guatemala es del sistema y los docentes son parte de las víctimas de este sistema. Reconozco que hay docentes quienes no tienen interés y que buscan únicamente su beneficio personal, pero más frecuentemente veo docentes con el deseo de mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje en beneficio de sus estudiantes.