Treinta y tres años después, Suchitepéquez gritó campeón al vencer con un marcador global de 4-2 a Comunicaciones, en la serie final del Torneo Clausura de la Liga Nacional de Fútbol.
Alentado por más once mil personas, en el estadio Carlos Salazar hijo, los venados vinieron de atrás en la llave después de haber perdido el jueves 2-1, en el estadio Mateo Flores.
Quedará grabado en la historia este 29 de mayo de 2016 que los argentinos Francisco Ladogana, Domingo Omar Zalazar y el izabalense Enrique Miranda fueron los artífices de la gesta, para el delirio del carnaval mazateco, que ahora se celebró en pleno mayo.
Sin discusión, este puñado de jugadores venados borró del coloso de Santa Cristina a un equipo que los supera tres veces en presupuesto.
Sí, el mismo equipo forjado en su estructura en las entrañas de las canteras. Y que acogió como propios a jugadores que los mismos blancos desecharon, como Morales y Miranda. Los foráneos Ladogana, Zalazar y Monsalve le dieron el caché de la jerarquía.
Y si la identidad es necesaria en el fútbol, el técnico guatemalteco Duglas Zamora traspiró la camiseta albiazul como en sus mejores tiempos de defensa. Fue el líder de la manada que hoy entró a la historia del balompié criollo.
La historia la escriben los vencedores y hoy Suchitepéquez la imprimió en letras de oro. Campeón hay uno solo, el equipo más regular de la temporada. El número uno de Guatemala. Liga de Campeones de la Concacaf, allá va Suchitepéquez.
Treinta y tres años después, Suchitepéquez gritó campeón al vencer con un marcador global de 4-2 a Comunicaciones, en la serie final del Torneo Clausura de la Liga Nacional de Fútbol.
Alentado por más once mil personas, en el estadio Carlos Salazar hijo, los venados vinieron de atrás en la llave después de haber perdido el jueves 2-1, en el estadio Mateo Flores.
Quedará grabado en la historia este 29 de mayo de 2016 que los argentinos Francisco Ladogana, Domingo Omar Zalazar y el izabalense Enrique Miranda fueron los artífices de la gesta, para el delirio del carnaval mazateco, que ahora se celebró en pleno mayo.
Sin discusión, este puñado de jugadores venados borró del coloso de Santa Cristina a un equipo que los supera tres veces en presupuesto.
Sí, el mismo equipo forjado en su estructura en las entrañas de las canteras. Y que acogió como propios a jugadores que los mismos blancos desecharon, como Morales y Miranda. Los foráneos Ladogana, Zalazar y Monsalve le dieron el caché de la jerarquía.
Y si la identidad es necesaria en el fútbol, el técnico guatemalteco Duglas Zamora traspiró la camiseta albiazul como en sus mejores tiempos de defensa. Fue el líder de la manada que hoy entró a la historia del balompié criollo.
La historia la escriben los vencedores y hoy Suchitepéquez la imprimió en letras de oro. Campeón hay uno solo, el equipo más regular de la temporada. El número uno de Guatemala. Liga de Campeones de la Concacaf, allá va Suchitepéquez.