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¿Acirología o manipulación?

Redacción
22 de mayo, 2016

Es preciso alzar la voz. El colegio de Abogados y Notarios de Guatemala y la Universidad de San Carlos de Guatemala han sido separados por la fuerza y no por la de su intervención en la elección de magistrados a la Corte de Constitucionalidad de Guatemala.

Los argumentos que usa Iván Velásquez en su periplo por las universidades cometen acirología al darle a las expresiones de impunidad, corrupción, justicia un uso impropio cuyo significado ha sido claramente manipulado. Por ejemplo la expresión colaborador eficaz utilizada para un delincuente que puede ser instrumentalizado es hacer que el mal sea visto como bien para combatir el mal.

El apercibimiento que se le hace a los que deben tomar decisiones sobre reformas al sector justicia usan el verbo apercibir fuera de cualquier connotación latina del verbo latino percipio y se usa como extensión de la palabra censurar para indicar que lo que hacen lo debe corregir de nuevo bajo uso de fuerza y no de ley.

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La acepción de advertir o percatarse o la expresión reflexiva de percatarse no son tomadas en cuenta en el apercibimiento a los funcionarios y su sentido es quitado del español con un burdo galicismo sirviendo a intereses de lenguaje privado en la cosa pública.

Parece ser que el pretendido mal es un bien. La oración es igual de válida al decir que la Corte de Constitucionalidad debe ser elegida exclusivamente por la Universidad de San Carlos de Guatemala y el Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala.

Para el entendido al incluir y no excluir al Colegio Profesional y la Universidad por antonomasia en la elección de la Corte salta a la vista de forma inequívoca el manipuleo semántico que hacen quienes pretenden descalificar su papel en la idoneidad del cuerpo colegiado que integra el tribunal constitucional.

Es hora de alzar la voz y decir No. Debemos evitar que sigan los antónimos usados a través de la acirología para usar bondad por maldad, vicio por virtud, grandeza por pequeñez, justicia por injusticia.

La manipulación de la verdad se debe a la afición por esa excitación de la época en ver el cambio por el cambio mismo. Debemos salir de la modorra dogmática pero sin caer en el solipsismo jurídico hecho en Guatemala pero engendrado por aquellos que predican la piedad pero que niegan su eficacia.

La producción, la generación de riqueza, la prosperidad en Guatemala, el orden de sus ciudades y la extensión de su cultura están resguardados de ese pretendido mal que como nubarrones se extienden sobre el poder público de Guatemala.

¿Acirología o manipulación?

Redacción
22 de mayo, 2016

Es preciso alzar la voz. El colegio de Abogados y Notarios de Guatemala y la Universidad de San Carlos de Guatemala han sido separados por la fuerza y no por la de su intervención en la elección de magistrados a la Corte de Constitucionalidad de Guatemala.

Los argumentos que usa Iván Velásquez en su periplo por las universidades cometen acirología al darle a las expresiones de impunidad, corrupción, justicia un uso impropio cuyo significado ha sido claramente manipulado. Por ejemplo la expresión colaborador eficaz utilizada para un delincuente que puede ser instrumentalizado es hacer que el mal sea visto como bien para combatir el mal.

El apercibimiento que se le hace a los que deben tomar decisiones sobre reformas al sector justicia usan el verbo apercibir fuera de cualquier connotación latina del verbo latino percipio y se usa como extensión de la palabra censurar para indicar que lo que hacen lo debe corregir de nuevo bajo uso de fuerza y no de ley.

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Parece ser que el pretendido mal es un bien. La oración es igual de válida al decir que la Corte de Constitucionalidad debe ser elegida exclusivamente por la Universidad de San Carlos de Guatemala y el Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala.

Para el entendido al incluir y no excluir al Colegio Profesional y la Universidad por antonomasia en la elección de la Corte salta a la vista de forma inequívoca el manipuleo semántico que hacen quienes pretenden descalificar su papel en la idoneidad del cuerpo colegiado que integra el tribunal constitucional.

Es hora de alzar la voz y decir No. Debemos evitar que sigan los antónimos usados a través de la acirología para usar bondad por maldad, vicio por virtud, grandeza por pequeñez, justicia por injusticia.

La manipulación de la verdad se debe a la afición por esa excitación de la época en ver el cambio por el cambio mismo. Debemos salir de la modorra dogmática pero sin caer en el solipsismo jurídico hecho en Guatemala pero engendrado por aquellos que predican la piedad pero que niegan su eficacia.

La producción, la generación de riqueza, la prosperidad en Guatemala, el orden de sus ciudades y la extensión de su cultura están resguardados de ese pretendido mal que como nubarrones se extienden sobre el poder público de Guatemala.