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Construir, no destruir

Betty Marroquin
02 de mayo, 2016

Para todos los que detestan la economía de mercado, a los Estados Unidos y lo que éstos representan, a Israel, a las multinacionales, al mundo Libre, es obvio que jamás se han puesto a analizar su entorno, seriamente. Usan Twitter, un invento del mundo libre, para propagar su odio, su resentimiento, su rabia, su frustración, y tratar de diseminar el socialismo o peor aún, el comunismo. Usan computadoras, invención del mundo libre, para twittear, facebookear, bloggear, etc. Todo, inventado por alguien que pertenece a uno o más de esos grupos que detestan. Odian a las multinacionales, pero visten y usan cosas inventadas en el mundo libre, escuchan música en sus iPhones, inventados en el mundo libre. Comen comida chatarra, inventada en el mundo libre. Ya no digamos la música que escuchan, que aunque tenga letra de protesta, la crean usando elementos inventados en el mundo libre. Irónica e históricamente, como señala Von Mises, casi todos los padres del socialismo eran y son en la actualidad, miembros de las élites que atacan.

Me divierte que se enfurecen y atacan a los libertarios, con todas las herramientas que han sido creadas por alguien que lejos de creer en lo que ellos pregonan, son justo lo que ellos atacan. Aman al Che Guevara, que no inventó nada productivo, la idea de Cuba (que idealizan pensando que tiene un sistema de educación y de salud perfectos), sin tratar siquiera de escuchar a quienes viviendo en ese sistema, han escapado buscando la libertad que el sistema que pregonan destruye. Les falla su visión, aunque nos acusan de miopes a los libertarios, ya que no analizan que si Cuba, por ejemplo, es tan maravillosa, porque la gente por décadas ha arriesgado su vida para escapar de ella, enfrentar tiburones, huracanes, etc. Tocqueville tenía razón cuando dijo que el socialismo era otra forma de esclavitud. Sólo una mente retorcida como la de Trotski podía pensar que el socialismo era un salto “del reino de la necesidad al reino de la libertad”, cosa que la misma Rusia ha demostrado era mentira. Y si los Estados Unidos, que representan la forma más cercana a una economía de mercado, son tan malos, porque son millones de personas las que buscan irse a buscar su sueño americano, a costa de perder su vida.

La libertad es el don más preciado que tenemos. La libertad es lo que nos permite crear, construir, idear, preservar, inventar, todo lo que hace de este mundo algo positivo. Esa libertad que en el caso de Guatemala, costó tanta sangre y tantas lágrimas, debiera ser un bien sagrado que todos debiéramos de proteger. Gracias a quienes se sacrificaron para asegurarnos el derecho a la libre expresión tanto a los amantes de la libertad, como a quienes la atacan, para opinar y decir lo que pensamos. Es gracias a esos seres humanos de carne y hueso que portan uniforme, falibles pero con un sentido altísimo de coraje y valor, que los cretinos que insultan en las redes escondidos detrás de nombres anónimos sin dar la cara, tienen la libertad de comportarse como los mal educados cobardes que son.

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De igual forma, me pregunto si los defensores de las ONGs que se dedican a mentir, fomentar el odio y engañar a la gente, alguna vez se han preguntado, o no les importa, de donde viene originalmente el dinero del que se nutren. Los incautos en Estados Unidos, Canadá, Escandinavia, Europa en general, que contribuyen con su dinero para financiar las causas que creen nobles (alimento, medicinas, defensa legal, etc para minorías, etc). Y los izquierdistas que reciben los fondos no les importan que el dinero venga de los sueldos que ganan esas personas, trabajando en el sector privado o público. Si privado pues obvio, y si del sector público, es dinero que viene del sector productivo que tanto odian porque los sueldos del sector público vienen de los impuestos que paga el sector productivo. Es decir, financian su odio con dinero que viene del mismo mundo al que atacan.

Eso se llama hipocresía. Hipócritas porque atacan las hidroeléctricas, olvidando que una de los mayores productoras de hidroeléctricas y plantas de energía es Finlandesa, como Wartsila, pero reciben dinero que viene de los pobres incautos trabajadores que laboran para esa misma empresa. Y si no tienen electricidad, ¿cómo piensan usar sus computadoras para fastidiar en las redes sociales? Y lo mismo sucede con quienes trabajan para las grandes multinacionales Suecas, como HP, o para Nokia, para Volvo, Astra Zeneca, Electrolux, Ericsson, H&M, Ikea, Skype, Spotify. O para los trabajadores de grandes empleadoras en Noruega como ExxonMobile Norway, Rolls-Royce Marine, Kraft Foods, Siemens, ConocoPhillips Norge, Coca-Cola, Norway Royal Salmon, y muchas otras. Es decir, la gente que nutre a los izquierdistas que hoy tratan de que Guatemala sea otra Bolivia, u otra Venezuela, son muchos empleados de multinacionales como las que hoy atacan, en Guatemala.

El otro día un oenegero español me comentó que cuando vienen los noruegos a Guatemala gustan de comer en los mejores y más caros restaurantes, porque vienen con tanto dinero, que para ellos pagar una cuenta de miles de quetzales no es nada, comer en esos lugares es barato. Claro, dinero que no han producido a base de trabajo real porque inventar pajas, meter cizaña y engañar ingenuos no es trabajo. Eso sólo confirma que el tema de las ONGs es un gran negocio, donde ganan los que canalizan los fondos de los donantes, ganan los receptores en países como Guatemala, todos gente a la que me gustaría ver si funcionan trabajando en una de las empresas de donde viene el dinero del que viven. Critican al Presidente Morales, pero me pregunto ¿cómo estaríamos bajo Baldizón? Y a quienes querían una Constituyente semillera, acepten que no se logró y no se logrará porque nos lanzaremos a las calles a defender el orden constitucional y el Estado de Derecho, incipiente, pero salvable.

Estamos hartos, hastiados, de seguir con lo mismo. Ojalá fuera éste mi último artículo sobre izquierda v derecha, porque realmente se siente un estancamiento frustrante hablando del tema. Guatemala merece ver hacia adelante. Queremos CONSTRUIR no destruir, queremos crear, RESOLVER, EDIFICAR, usar nuestra creatividad para lo positivo, no seguir estancados en lo mismo. Acepten que perdieron la guerra, y usen su energía para hacer algo productivo para Guatemala, si tanto la quieren. Y a quienes se la pasan criticando a diestra y siniestra, porque no se lanzan al ruedo político, si creen que pueden hacer un mejor trabajo. Guatemala necesita que la gente que puede, haga. Si en lugar de odio, resentimiento y rabia usaran su energía para edificar, se sentirían más realizados. Es un buen sentimiento, el sentimiento de hacer algo productivo y no destructivo. Guatemala necesita todo el positivismo que seamos capaces de generar. Guatemala necesita todo el valor y el coraje de elegir el camino correcto, y defender nuestra libertad más que un derecho, es una obligación suya y mía.

Construir, no destruir

Betty Marroquin
02 de mayo, 2016

Para todos los que detestan la economía de mercado, a los Estados Unidos y lo que éstos representan, a Israel, a las multinacionales, al mundo Libre, es obvio que jamás se han puesto a analizar su entorno, seriamente. Usan Twitter, un invento del mundo libre, para propagar su odio, su resentimiento, su rabia, su frustración, y tratar de diseminar el socialismo o peor aún, el comunismo. Usan computadoras, invención del mundo libre, para twittear, facebookear, bloggear, etc. Todo, inventado por alguien que pertenece a uno o más de esos grupos que detestan. Odian a las multinacionales, pero visten y usan cosas inventadas en el mundo libre, escuchan música en sus iPhones, inventados en el mundo libre. Comen comida chatarra, inventada en el mundo libre. Ya no digamos la música que escuchan, que aunque tenga letra de protesta, la crean usando elementos inventados en el mundo libre. Irónica e históricamente, como señala Von Mises, casi todos los padres del socialismo eran y son en la actualidad, miembros de las élites que atacan.

Me divierte que se enfurecen y atacan a los libertarios, con todas las herramientas que han sido creadas por alguien que lejos de creer en lo que ellos pregonan, son justo lo que ellos atacan. Aman al Che Guevara, que no inventó nada productivo, la idea de Cuba (que idealizan pensando que tiene un sistema de educación y de salud perfectos), sin tratar siquiera de escuchar a quienes viviendo en ese sistema, han escapado buscando la libertad que el sistema que pregonan destruye. Les falla su visión, aunque nos acusan de miopes a los libertarios, ya que no analizan que si Cuba, por ejemplo, es tan maravillosa, porque la gente por décadas ha arriesgado su vida para escapar de ella, enfrentar tiburones, huracanes, etc. Tocqueville tenía razón cuando dijo que el socialismo era otra forma de esclavitud. Sólo una mente retorcida como la de Trotski podía pensar que el socialismo era un salto “del reino de la necesidad al reino de la libertad”, cosa que la misma Rusia ha demostrado era mentira. Y si los Estados Unidos, que representan la forma más cercana a una economía de mercado, son tan malos, porque son millones de personas las que buscan irse a buscar su sueño americano, a costa de perder su vida.

La libertad es el don más preciado que tenemos. La libertad es lo que nos permite crear, construir, idear, preservar, inventar, todo lo que hace de este mundo algo positivo. Esa libertad que en el caso de Guatemala, costó tanta sangre y tantas lágrimas, debiera ser un bien sagrado que todos debiéramos de proteger. Gracias a quienes se sacrificaron para asegurarnos el derecho a la libre expresión tanto a los amantes de la libertad, como a quienes la atacan, para opinar y decir lo que pensamos. Es gracias a esos seres humanos de carne y hueso que portan uniforme, falibles pero con un sentido altísimo de coraje y valor, que los cretinos que insultan en las redes escondidos detrás de nombres anónimos sin dar la cara, tienen la libertad de comportarse como los mal educados cobardes que son.

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De igual forma, me pregunto si los defensores de las ONGs que se dedican a mentir, fomentar el odio y engañar a la gente, alguna vez se han preguntado, o no les importa, de donde viene originalmente el dinero del que se nutren. Los incautos en Estados Unidos, Canadá, Escandinavia, Europa en general, que contribuyen con su dinero para financiar las causas que creen nobles (alimento, medicinas, defensa legal, etc para minorías, etc). Y los izquierdistas que reciben los fondos no les importan que el dinero venga de los sueldos que ganan esas personas, trabajando en el sector privado o público. Si privado pues obvio, y si del sector público, es dinero que viene del sector productivo que tanto odian porque los sueldos del sector público vienen de los impuestos que paga el sector productivo. Es decir, financian su odio con dinero que viene del mismo mundo al que atacan.

Eso se llama hipocresía. Hipócritas porque atacan las hidroeléctricas, olvidando que una de los mayores productoras de hidroeléctricas y plantas de energía es Finlandesa, como Wartsila, pero reciben dinero que viene de los pobres incautos trabajadores que laboran para esa misma empresa. Y si no tienen electricidad, ¿cómo piensan usar sus computadoras para fastidiar en las redes sociales? Y lo mismo sucede con quienes trabajan para las grandes multinacionales Suecas, como HP, o para Nokia, para Volvo, Astra Zeneca, Electrolux, Ericsson, H&M, Ikea, Skype, Spotify. O para los trabajadores de grandes empleadoras en Noruega como ExxonMobile Norway, Rolls-Royce Marine, Kraft Foods, Siemens, ConocoPhillips Norge, Coca-Cola, Norway Royal Salmon, y muchas otras. Es decir, la gente que nutre a los izquierdistas que hoy tratan de que Guatemala sea otra Bolivia, u otra Venezuela, son muchos empleados de multinacionales como las que hoy atacan, en Guatemala.

El otro día un oenegero español me comentó que cuando vienen los noruegos a Guatemala gustan de comer en los mejores y más caros restaurantes, porque vienen con tanto dinero, que para ellos pagar una cuenta de miles de quetzales no es nada, comer en esos lugares es barato. Claro, dinero que no han producido a base de trabajo real porque inventar pajas, meter cizaña y engañar ingenuos no es trabajo. Eso sólo confirma que el tema de las ONGs es un gran negocio, donde ganan los que canalizan los fondos de los donantes, ganan los receptores en países como Guatemala, todos gente a la que me gustaría ver si funcionan trabajando en una de las empresas de donde viene el dinero del que viven. Critican al Presidente Morales, pero me pregunto ¿cómo estaríamos bajo Baldizón? Y a quienes querían una Constituyente semillera, acepten que no se logró y no se logrará porque nos lanzaremos a las calles a defender el orden constitucional y el Estado de Derecho, incipiente, pero salvable.

Estamos hartos, hastiados, de seguir con lo mismo. Ojalá fuera éste mi último artículo sobre izquierda v derecha, porque realmente se siente un estancamiento frustrante hablando del tema. Guatemala merece ver hacia adelante. Queremos CONSTRUIR no destruir, queremos crear, RESOLVER, EDIFICAR, usar nuestra creatividad para lo positivo, no seguir estancados en lo mismo. Acepten que perdieron la guerra, y usen su energía para hacer algo productivo para Guatemala, si tanto la quieren. Y a quienes se la pasan criticando a diestra y siniestra, porque no se lanzan al ruedo político, si creen que pueden hacer un mejor trabajo. Guatemala necesita que la gente que puede, haga. Si en lugar de odio, resentimiento y rabia usaran su energía para edificar, se sentirían más realizados. Es un buen sentimiento, el sentimiento de hacer algo productivo y no destructivo. Guatemala necesita todo el positivismo que seamos capaces de generar. Guatemala necesita todo el valor y el coraje de elegir el camino correcto, y defender nuestra libertad más que un derecho, es una obligación suya y mía.