En un cerrar de ojos el destino le jugaría una mala pasada. Toparse a un delincuente armado con un machete le costaría dolor y desesperanza. Víctor fue víctima de la delincuencia y durante este ataque su agresor le cortó la mano y lo hirió en la cabeza. A su traslado al Hospital Roosevelt su destino dependería de dos médicos que debían, literalmente, darle una mano. Esto a pesar de las carencias de insumos y medicamentos que presenta el hospital.
En un cerrar de ojos el destino le jugaría una mala pasada. Toparse a un delincuente armado con un machete le costaría dolor y desesperanza. Víctor fue víctima de la delincuencia y durante este ataque su agresor le cortó la mano y lo hirió en la cabeza. A su traslado al Hospital Roosevelt su destino dependería de dos médicos que debían, literalmente, darle una mano. Esto a pesar de las carencias de insumos y medicamentos que presenta el hospital.