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Plazas fantasmas y otras formas de corrupción en el Congreso

Ana González
03 de junio, 2016

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Con el caso denominado Plazas Fantasmas, el Ministerio Público y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), sacaron a relucir las contrataciones giradas por los integrantes de la Junta Directiva de 2014 y 2015, donde el personal cobraba y no acudía a laborar.

Sin embargo, esta es una de las tantas modalidades utilizadas por los llamados “padres de la patria” para contratar personal. Al consultar a varias personas que laboran en el lugar, se conocieron algunos casos que confirman cómo los diputados aprovechan su curul para obtener dinero ilícito.

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Michael Vásquez ganaba  Q11 mil, pero solo recibía  Q3 mil. Luego de denunciar al diputado que le pedía el resto de su ingreso, conformó un sindicato y actualmente recibe su salario completo que asciende a Q17,878.00

Michael Vásquez, el sindicalista, denunció en el 2014 que el diputado Cristian Boussinot le exigía el 70 por ciento de su salario.

Por un débil sistema de fiscalización, por el poder de las investiduras de los políticos y debido a la falta de un marco legal, los diputados burlaron la ley al punto que el Congreso de la República fue visto como una agencia de empleo.

De manera que el caso ventilado por las autoridades no fue nada nuevo, así lo confirma *Federico, quien cuenta que en 2010 fue contratado en el Legislativo, a pesar de laborar en otra instancia del Organismo Ejecutivo. Firmó un contrato 029 por Q8 mil, de los cuales solamente recibía Q2 mil, por el “favor”, y el resto se lo entregaba a un diputado, del cual se reserva el nombre.

Otra forma muy utilizada, es cuando el contratado no entrega un diezmo sobre su salario, pero la trampa radica en que el trabajador no realiza labores para el congreso, sino se encarga de asuntos personales del diputado o para el partido al que éste pertenece.

Es común que las sedes de los partidos y sus estructuras funcionen con personal contratado por el Congreso. Una variante de esa modalidad, es aquella en donde el trabajador divide sus labores entre el Congreso y el partido.

Esta modalidad es un desvío de fondos y un abuso de poder, porque el congresista no debería de contratar gente sin procesos claros de contratación. Se acostumbraron a esas prácticas que eran hasta consideradas normales“, declaró Manfredo Marroquín de Acción Ciudadana.

Otro tipo de contratación es donde el diputado paga un favor político por haber apoyado financieramente, o con su fuerza de trabajo, a la campaña del diputado. El problema con este contrato es que muchas veces las personas no cuentan con la experiencia o capacidad para asesorar al congresista, por lo  que su labor en el Congreso se limita a llenar un espacio, es decir,  no “desquita” con trabajo el salario que devenga.

“Una compañera estaba asignada a un diputado, pero no asistía, pero cuando empezaron a salir las investigaciones nos pidieron que llegáramos al Congreso en el horario normal”, comenta una trabajadora contratada por un diputado que no logró la reelección.

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Por el caso plazas fantasmas fueron ligados a proceso Luis Mijangos, Edgar Cristiani, Carlos Herrera y Alfredo Rabbé

¿60 plazas del sindicato?

Los abusos de contratación no se limitaron a diputados, según confirma el presidente del Congreso, Mario Taracena. Era una práctica normal, al punto que el sindicato solicitaba 60 plazas, extremo que fue rechazo por los trabajadores.

Los sindicalistas rechazan los señalamientos y aseguran que no temen a las investigaciones ya que su labor se enfoca en el tema estrictamente laboral, así lo declaró el Secretario General del Sindicato del Congreso, Alfredo Tumax.

El caso Plazas Fantasmas puso bajo la lupa los mecanismos de contratación del Congreso. De esa cuenta, se espera que la Ley de Servicio Civil, propuesta analizada en la Comisión de Apoyo Técnico, permita tener orden en el tema del personal.

El proyecto impulsa manual de puestos, reclasificación de salarios, y la creación de  un ente de evaluación de desempeño, las plazas serán por oposición, y se creará la carrera legislativa, entre otros puntos.

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Plazas fantasmas y otras formas de corrupción en el Congreso

Ana González
03 de junio, 2016

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Con el caso denominado Plazas Fantasmas, el Ministerio Público y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), sacaron a relucir las contrataciones giradas por los integrantes de la Junta Directiva de 2014 y 2015, donde el personal cobraba y no acudía a laborar.

Sin embargo, esta es una de las tantas modalidades utilizadas por los llamados “padres de la patria” para contratar personal. Al consultar a varias personas que laboran en el lugar, se conocieron algunos casos que confirman cómo los diputados aprovechan su curul para obtener dinero ilícito.

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Michael Vásquez ganaba  Q11 mil, pero solo recibía  Q3 mil. Luego de denunciar al diputado que le pedía el resto de su ingreso, conformó un sindicato y actualmente recibe su salario completo que asciende a Q17,878.00

Michael Vásquez, el sindicalista, denunció en el 2014 que el diputado Cristian Boussinot le exigía el 70 por ciento de su salario.

Por un débil sistema de fiscalización, por el poder de las investiduras de los políticos y debido a la falta de un marco legal, los diputados burlaron la ley al punto que el Congreso de la República fue visto como una agencia de empleo.

De manera que el caso ventilado por las autoridades no fue nada nuevo, así lo confirma *Federico, quien cuenta que en 2010 fue contratado en el Legislativo, a pesar de laborar en otra instancia del Organismo Ejecutivo. Firmó un contrato 029 por Q8 mil, de los cuales solamente recibía Q2 mil, por el “favor”, y el resto se lo entregaba a un diputado, del cual se reserva el nombre.

Otra forma muy utilizada, es cuando el contratado no entrega un diezmo sobre su salario, pero la trampa radica en que el trabajador no realiza labores para el congreso, sino se encarga de asuntos personales del diputado o para el partido al que éste pertenece.

Es común que las sedes de los partidos y sus estructuras funcionen con personal contratado por el Congreso. Una variante de esa modalidad, es aquella en donde el trabajador divide sus labores entre el Congreso y el partido.

Esta modalidad es un desvío de fondos y un abuso de poder, porque el congresista no debería de contratar gente sin procesos claros de contratación. Se acostumbraron a esas prácticas que eran hasta consideradas normales“, declaró Manfredo Marroquín de Acción Ciudadana.

Otro tipo de contratación es donde el diputado paga un favor político por haber apoyado financieramente, o con su fuerza de trabajo, a la campaña del diputado. El problema con este contrato es que muchas veces las personas no cuentan con la experiencia o capacidad para asesorar al congresista, por lo  que su labor en el Congreso se limita a llenar un espacio, es decir,  no “desquita” con trabajo el salario que devenga.

“Una compañera estaba asignada a un diputado, pero no asistía, pero cuando empezaron a salir las investigaciones nos pidieron que llegáramos al Congreso en el horario normal”, comenta una trabajadora contratada por un diputado que no logró la reelección.

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Por el caso plazas fantasmas fueron ligados a proceso Luis Mijangos, Edgar Cristiani, Carlos Herrera y Alfredo Rabbé

¿60 plazas del sindicato?

Los abusos de contratación no se limitaron a diputados, según confirma el presidente del Congreso, Mario Taracena. Era una práctica normal, al punto que el sindicato solicitaba 60 plazas, extremo que fue rechazo por los trabajadores.

Los sindicalistas rechazan los señalamientos y aseguran que no temen a las investigaciones ya que su labor se enfoca en el tema estrictamente laboral, así lo declaró el Secretario General del Sindicato del Congreso, Alfredo Tumax.

El caso Plazas Fantasmas puso bajo la lupa los mecanismos de contratación del Congreso. De esa cuenta, se espera que la Ley de Servicio Civil, propuesta analizada en la Comisión de Apoyo Técnico, permita tener orden en el tema del personal.

El proyecto impulsa manual de puestos, reclasificación de salarios, y la creación de  un ente de evaluación de desempeño, las plazas serán por oposición, y se creará la carrera legislativa, entre otros puntos.