Esta semana se cumplen los primeros seis meses de gestión del presente gobierno. De esa cuenta en la encuesta electrónica de Prensa Libre publicada el 14 de julio de 2016, la ciudadanía desaprueba el desempeño del Presidente Morales. Ante estas circunstancias merece la pena hacer algunas reflexiones:

1. En primer lugar es prematuro hacer una evaluación concluyente de la gestión del gobierno actual debido al corto tiempo que ha transcurrido. Aunado a ello, la coyuntura sobre la cual se inició el mandato es compleja y el país aún se encuentra en una etapa de transición. Sin embargo la velocidad de la era actual producto de las nuevas tecnologías e innovadoras formas de comunicación, exige victorias tempranas e impactos mediáticos, que no ha sido el caso del presente gobierno. He allí la razón de la baja calificación, debido a que se percibe un liderazgo ausente del Presidente. Han pasado seis meses y no se identifica un estilo de gobierno agresivo que tome el control de la problemática nacional. Por el contrario, se vislumbra un estilo toma de decisiones pasivo que intenta pasar desapercibido. Puede ser una estrategia válida dada las circunstancias actuales de cambio, pero que tiene un impacto negativo en la popularidad de las autoridades.

2. Giovani Sartori, uno de los mejores politólogos de toda la historia, sostiene que hemos pasado del homo sapiens, de la cultura escrita, al homo videns, donde todo es visualizado. Este efecto está cambiando la naturaleza del ser humano, donde todo lo que conoce lo absorbe por mecanismos visuales. Por consiguiente el humano procura que no exista dicotomía entre lo que ve y lo que piensa. Por tanto, como afirma Luis Arroyo, consultor político español, el poder es una puesta en escena donde se utilizan relatos personificados por políticos. Esto quiere decir que el ciudadano promedio entiende la política como una historia y no por toda la complejidad que el poder conlleva. Así como una obra de teatro, el poder se entienden como un relato o una historia fácil de contar. Un ejemplo de puesta en escena es el Alcalde de Mixco, Neto Bran, que recientemente ha realizado algunos esfuerzos valorables en términos de comunicación. Entre ellos establecer un despacho en el mercado, dirigir el tránsito, entregar cheques personalmente o realizar audiencias públicas. Si estas estrategias obedecen a un plan sistémico de política pública es discutible, pero en términos de comunicación ha cumplido su propósito. A diferencia de ello, el Presidente Morales no ha realizado acciones que legitimen su carácter de Presidente. Se percibe ausencia de liderazgo en la toma de decisiones y no se observa la presencia del gobierno en las demandas ciudadanas de seguridad, salud y educación. Mas allá de entrega de pupitres para las escuelas, desfiles militares, reuniones, entre otras acciones, no se han realizado acciones con sustancia que resuelvan la problemática del país.

Aún estamos en tiempo de retomar el rumbo y ganar legitimidad, el país necesita y merece un gobierno fuerte que recupere la confianza de la ciudadanía en sus autoridades. Sin embargo se necesita actuar urgentemente.