¿Ya escucharon la buena noticia? ¡Este año Filgua ya abrió sus puertas! Y ustedes no pueden perderse la oportunidad de visitar el Parque de la Industria para invertir su dinero en conocimiento, sueños, inspiración y felicidad; o sea, en libros.

Desde que fui a Filgua la primera vez, me convertí en su fan. No hay nada mejor que entrar a un lugar en donde todo se trata de letras, libros y autores. De verdad que es la manera más entretenida de enriquecer el alma. Y además conocer de cultura, historia y muchos temas más. Lo más lindo de ésta actividad, al menos para mí, es ver a los autores de mis libros favoritos. La compras vienen acompañadas de firmas y dedicatorias. Nada es mejor que eso. Por que si, aquí en Guatemala tenemos autores excepcionalmente brillantes.

Lo más importante que se tiene que tomar en cuenta cuando llega esta época del año, son los ahorros. Porque basta con una sola vez que uno se adentre en el mundo de la lectura, para que no pueda dejar de pensar en comprarse más y más libros. No importa si ya tenemos muchos, siempre queremos tener más. Lo digo por experiencia propia, me gusta tener libros en cola esperando a ser leídos, pero los quiero tener ya en mi librera. Y si no me cree a mi, pregúntele a cualquier lector.

Lo que me aliviana la conciencia de gastar en libros, es que es una de las mejores inversiones que he hecho en la vida. Mi librera, es mi fondo de inversión. Ahí tengo en espera algunos sueños, muchas expectativas y proyectos también que quiero realizar. Y qué les puedo decir de todas las ideas que encontré en mis libros, las filosofías de vida y el conocimiento básico general. Mi librera a la vez también se transforma en ahorros, pues sé que esos libros cualquier día puedo compartirlos con alguien mas. Y qué decir del “guardadito” de sentimientos que están ahí, siempre esperando, para recordarme entre poesías algunas cosas de mi vida.

Aprender a leer, es lo mejor que me pudo pasar. Y tener la dicha de haberle agarrado el sabor a éste pasatiempo, es aún más increíble. Por eso es que no me gusta quedármelo solo para mi, quiero compartirlo con más personas. Y siento que esto, es lo que todos deberíamos de hacer. Siempre hay oportunidad de transmitir el gusto por la lectura a otros; dando un libro como regalo, premio o sólo por la simple gana de compartir. Los niños, en especial, están vulnerables a aprender cosas nuevas de manera rápida y nosotros podemos darles el empujoncito de mostrarles éste mundo y enseñarles a soñar, viajar, aprender y pensar a través de los libros.

No dejen de visitar Filgua estos días, junten sus ahorros y cómprense un buen libro. Lleven a más personas con ustedes y si tienen chiquitos en casa, enséñenles un nuevo hábito. ¡Leer es lo mejor que puede pasarnos! No se queden sin disfrutar de ésta dicha.