La Cooperativa Integral de Comercialización Penitenciaria “Torre Fuerte” RL, instalada en la Granja Penal de Rehabilitación (Pavón) prácticamente era uno de los centros más populares para la compra de playeras y otros enseres promocionales, principalmente en temporada de campaña.
Al finalizar la temporada de campaña, el tiro fue la confección de pelotas de fútbol y la respuesta que recibían algunos proveedores de estos productos por parte de los clientes era: “está más barato con los reos”.
El empresario de la industria textil y publicitaria Roberto Carlos Escoto, relató que en las elecciones 2011 el partido más fuerte (Patriota) recurrió en un 70 por ciento de la publicidad a esa maquila.
“Como era tiempo de campaña, la exigencia era baja. Eran playeras para los seguidores, pero cuando se supo que de ahí (Pavón) veía el producto, bajó la demanda”, describió.
Los proveedores también se sentían en desventaja, puesto que consideran que en el penal se contrataba mano de obra por menor precio, posiblemente no pagaban impuestos o no daban factura.
También puede revisar: CICIG confirma que ya investiga, con el MP, el caso de Byron Lima
La Cooperativa de Lima recibió durante el primer año del Partido Patriota (PP) Q58 mil 200 con contratos del Estado.
La Cooperativa Integral de Comercialización Penitenciaria “Torre Fuerte” RL, instalada en la Granja Penal de Rehabilitación (Pavón) prácticamente era uno de los centros más populares para la compra de playeras y otros enseres promocionales, principalmente en temporada de campaña.
Al finalizar la temporada de campaña, el tiro fue la confección de pelotas de fútbol y la respuesta que recibían algunos proveedores de estos productos por parte de los clientes era: “está más barato con los reos”.
El empresario de la industria textil y publicitaria Roberto Carlos Escoto, relató que en las elecciones 2011 el partido más fuerte (Patriota) recurrió en un 70 por ciento de la publicidad a esa maquila.
“Como era tiempo de campaña, la exigencia era baja. Eran playeras para los seguidores, pero cuando se supo que de ahí (Pavón) veía el producto, bajó la demanda”, describió.
Los proveedores también se sentían en desventaja, puesto que consideran que en el penal se contrataba mano de obra por menor precio, posiblemente no pagaban impuestos o no daban factura.
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