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El respeto es indispensable para la armonía social

Antonio Melgar
18 de julio, 2016

La responsabilidad ciudadana viene desde una concepción de respeto dentro de una sociedad cada vez más interesada en las condiciones individuales que nos han llevado a pensar en la individualidad como una constante, y se nos olvida que somos seres sociales por naturaleza, que el compartir con los demás es una necesidad que nos llevará a una vida con condiciones adecuadas para el crecimiento como persona individual.
Es por ello que el hablar de una responsabilidad ciudadana tiene que ver con la búsqueda de la armonización social que llevarán una adecuada forma de compartir las necesidades de toda sociedad. En el tema de la responsabilidad se tiene que tomar en consideración la labor desde el espacio que a cada ciudadano toca.
Una de ellas es pensar que me toca a mí, para mejorar la sociedad en la que vivo. Esto tiene que ver con lo que hacemos por los demás, es común pensar que no debemos hacer nada para mejorar nada de los otros, la condición normal es pensar que cada uno debe ver como sale por si solo de sus problemas, pero no del todo es cierto, resulta que como sociedad debemos aprender a ver un poco al lado de lo que nos toca.
Y una de esas cosas en las que nos toca y creemos que no son necesarias para lograr una condición de sociedad, es el respeto un respeto a nuestros pensamientos a nuestras formas de actuar, a nuestras diferencias y comprender desde un espacio social que la diversidad son condiciones esenciales para lograr consensos, estas divergencias no se tienen que tomar en un sentido estricto de enemistad.
Al lograr que una sociedad o grupo de personas tengan una opinión distinta sobre algún fenómeno no sólo enriquece la capacidad de adaptación a nuevos pensamientos, sino además al crecimiento que como individuos tenemos al crear de esas discusiones nuevos conocimientos y enfoques.
La forma en que los guatemaltecos vamos lograr superar nuestras diferencias y dejar por un lado el estigma de la “cubeta de cangrejos” es ser solidarios y comprender que los pensamientos diferentes sólo sirven para crecer, claro con sus respectivas reglas y normas en las que no transgredan la Ley o las normas sociales de conducta moral y ofensivas.
Creo que la forma de ser mejores ciudadanos es respetar el pensamiento, el actuar de los otros y con esto poder lograr construir una sociedad en armonía y respeto.

El respeto es indispensable para la armonía social

Antonio Melgar
18 de julio, 2016

La responsabilidad ciudadana viene desde una concepción de respeto dentro de una sociedad cada vez más interesada en las condiciones individuales que nos han llevado a pensar en la individualidad como una constante, y se nos olvida que somos seres sociales por naturaleza, que el compartir con los demás es una necesidad que nos llevará a una vida con condiciones adecuadas para el crecimiento como persona individual.
Es por ello que el hablar de una responsabilidad ciudadana tiene que ver con la búsqueda de la armonización social que llevarán una adecuada forma de compartir las necesidades de toda sociedad. En el tema de la responsabilidad se tiene que tomar en consideración la labor desde el espacio que a cada ciudadano toca.
Una de ellas es pensar que me toca a mí, para mejorar la sociedad en la que vivo. Esto tiene que ver con lo que hacemos por los demás, es común pensar que no debemos hacer nada para mejorar nada de los otros, la condición normal es pensar que cada uno debe ver como sale por si solo de sus problemas, pero no del todo es cierto, resulta que como sociedad debemos aprender a ver un poco al lado de lo que nos toca.
Y una de esas cosas en las que nos toca y creemos que no son necesarias para lograr una condición de sociedad, es el respeto un respeto a nuestros pensamientos a nuestras formas de actuar, a nuestras diferencias y comprender desde un espacio social que la diversidad son condiciones esenciales para lograr consensos, estas divergencias no se tienen que tomar en un sentido estricto de enemistad.
Al lograr que una sociedad o grupo de personas tengan una opinión distinta sobre algún fenómeno no sólo enriquece la capacidad de adaptación a nuevos pensamientos, sino además al crecimiento que como individuos tenemos al crear de esas discusiones nuevos conocimientos y enfoques.
La forma en que los guatemaltecos vamos lograr superar nuestras diferencias y dejar por un lado el estigma de la “cubeta de cangrejos” es ser solidarios y comprender que los pensamientos diferentes sólo sirven para crecer, claro con sus respectivas reglas y normas en las que no transgredan la Ley o las normas sociales de conducta moral y ofensivas.
Creo que la forma de ser mejores ciudadanos es respetar el pensamiento, el actuar de los otros y con esto poder lograr construir una sociedad en armonía y respeto.