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ISIS y la Desidia

Redacción
06 de julio, 2016

Martes 28 de junio, Aeropuerto Internacional de Ataturk en Estambul, Turquía: tres suicidas llegan con cinturones o paquetes con bombas y las detonan en la zona de salidas de los vuelos internacionales. Las explosiones dejan 41 muertos y decenas de heridos en uno de los aeropuertos más transitados en Europa.
Viernes 1 de julio, Café Holey, Dacca, Bangladesh: cinco radicales, utilizando armas de fuego, artefactos explosivos y armas punzocortantes, tomaron este café, matando a 20 rehenes y dos oficiales luego de 10 horas de mantenerlos rehenes. En los últimos 18 meses, la violencia de grupos radicales islámicos hacia homosexuales, minorías religiosas, extranjeros y otras minorías ha escalado en este país.
Domingo 3 de julio, Karrada, Centro de Bagdad, Iraq: en medio de las celebraciones del mes sagrado del Ramadán, un camión bomba fue detonado por un terrorista suicida en una zona comercial, dejando más de 200 muertos y 225 personas heridas. Descrito como una “carnicería”, la fuerza de la detonación fue tal que también destruyó un edificio entero. Entre las victimas hay al menos 25 niños.
El grupo terrorista islámico ISIS (o Estado Islámico) se ha atribuido la autoría de estos ataques en lo que ha sido una de las semanas más sangrientas en tiempos recientes. Esto sin contar ataques en Yemen, Líbano y Arabia Saudita. Esta nueva ola de ataques viene como repuesta a la pérdida de territorio de ISIS en Siria e Iraq.
Con los ataques de Orlando aún frescos en nuestra memoria, es imposible no preguntarse dónde y cuándo será el próximo ataque de este grupo que utiliza el terror como moneda de cambio para lograr sus objetivos estratégicos y programáticos.
Probablemente en los libros de historia, estos años se describirán como un episodio más del Yihad. Estamos en medio de una guerra global y, probablemente, no nos hemos damos cuenta. Este nuevo tipo de guerra nos enfrenta a un enemigo cuyas formas aún estamos conociendo. No es el típico estado con ejército: su manera de adoctrinar, reclutar, organizar y ejecutar ha puesto en jaque a diversas autoridades alrededor del mundo. La naturaleza cruel de sus ataques impredecibles, su membresía heterogenia, y su alcance internacional hacen de ISIS un grupo difícil de detectar.
Quizás en Centroamérica (incluso Latinoamérica) el tema de ISIS y la problemática radical islámica posea un valor meramente tertuliano, para cambiar la foto de perfil de Facebook (ojo, solamente si el ataque es en país de Occidente), para verlo en las noticias de la noche y una vez cumplido el ciclo de noticias, cambiar la página y ver el siguiente juego de fútbol.
Vamos, como en muchos temas de carácter internacional, incluso nacional que nos pueden llegar a afectar. Una desidia preocupante.
Jorge Ávila Prera
@jorgeavilaprera

ISIS y la Desidia

Redacción
06 de julio, 2016

Martes 28 de junio, Aeropuerto Internacional de Ataturk en Estambul, Turquía: tres suicidas llegan con cinturones o paquetes con bombas y las detonan en la zona de salidas de los vuelos internacionales. Las explosiones dejan 41 muertos y decenas de heridos en uno de los aeropuertos más transitados en Europa.
Viernes 1 de julio, Café Holey, Dacca, Bangladesh: cinco radicales, utilizando armas de fuego, artefactos explosivos y armas punzocortantes, tomaron este café, matando a 20 rehenes y dos oficiales luego de 10 horas de mantenerlos rehenes. En los últimos 18 meses, la violencia de grupos radicales islámicos hacia homosexuales, minorías religiosas, extranjeros y otras minorías ha escalado en este país.
Domingo 3 de julio, Karrada, Centro de Bagdad, Iraq: en medio de las celebraciones del mes sagrado del Ramadán, un camión bomba fue detonado por un terrorista suicida en una zona comercial, dejando más de 200 muertos y 225 personas heridas. Descrito como una “carnicería”, la fuerza de la detonación fue tal que también destruyó un edificio entero. Entre las victimas hay al menos 25 niños.
El grupo terrorista islámico ISIS (o Estado Islámico) se ha atribuido la autoría de estos ataques en lo que ha sido una de las semanas más sangrientas en tiempos recientes. Esto sin contar ataques en Yemen, Líbano y Arabia Saudita. Esta nueva ola de ataques viene como repuesta a la pérdida de territorio de ISIS en Siria e Iraq.
Con los ataques de Orlando aún frescos en nuestra memoria, es imposible no preguntarse dónde y cuándo será el próximo ataque de este grupo que utiliza el terror como moneda de cambio para lograr sus objetivos estratégicos y programáticos.
Probablemente en los libros de historia, estos años se describirán como un episodio más del Yihad. Estamos en medio de una guerra global y, probablemente, no nos hemos damos cuenta. Este nuevo tipo de guerra nos enfrenta a un enemigo cuyas formas aún estamos conociendo. No es el típico estado con ejército: su manera de adoctrinar, reclutar, organizar y ejecutar ha puesto en jaque a diversas autoridades alrededor del mundo. La naturaleza cruel de sus ataques impredecibles, su membresía heterogenia, y su alcance internacional hacen de ISIS un grupo difícil de detectar.
Quizás en Centroamérica (incluso Latinoamérica) el tema de ISIS y la problemática radical islámica posea un valor meramente tertuliano, para cambiar la foto de perfil de Facebook (ojo, solamente si el ataque es en país de Occidente), para verlo en las noticias de la noche y una vez cumplido el ciclo de noticias, cambiar la página y ver el siguiente juego de fútbol.
Vamos, como en muchos temas de carácter internacional, incluso nacional que nos pueden llegar a afectar. Una desidia preocupante.
Jorge Ávila Prera
@jorgeavilaprera