Comienzo este artículo citando a Thomas Jefferson, tercer presidente de los Estados Unidos de América, uno de sus más influyentes Padres Fundadores, principal autor de la Declaración de Independencia de 1776 y ferviente promotor de los ideales del republicanismo, quien visualizó a su patria como un gran “imperio de la libertad”, promotor de la democracia y de la lucha contra el imperialismo británico. Han pasado ciento noventa años de su muerte, pero su legado aún perdura en las mentes y corazones de quienes abrazamos la libertad y trabajamos por la paz.
Sin embargo, ¡cuánto han cambiado los valores sobre los que se construyó esa gran nación! Y peor, ¡cuántas personas dentro y fuera de EEUU no se enteran de las bases sobre las cuales la misma se formó!
Mientras tanto, a unos cuantos miles de kilómetros de “los USA”, en el trópico, usted, estimado lector y su servidor, vemos como el gran “impero de la libertad”, soñado por Jefferson, ha extendido su dominio en nuestra tierra por más de cien años, considerándonos su pintoresco y simpático patio trasero. Pero esto no es algo por lo que haya que culparlos a ellos. Los responsables somos nosotros, quienes nos dejamos. No hay víctimas, solo hay complacientes y perdedores. Leones y gacelas. Punto.
Pero por otro lado, la mayoría de guatemaltecos, de una u otra forma nos hemos beneficiado de los EEUU y sus bondades, los migrantes en su nueva vida, quienes hemos ido de visita, los estudiantes, etc. Admiramos su gran orden y desarrollo, y además, la transferencia de tecnología estadounidense nos ha facilitado mucho la vida en estos lares, por mucho tiempo.
Todo en la vida, sin embargo, tiene un principio y un final. Y el final de seguir siendo un bebé amamantado por su esbelta madre, un día se tendrá que dar. Sí, me refiero a destetarnos del USGov y realizar alianzas más estrechas con otras naciones del globo. Es la hora de iniciar, continuar y fortalecer serias relaciones diplomáticas y comerciales con China, Rusia, los Brics, sin el permiso de mamá. Vamos, ¡un absoluto y libre comercio con el mundo, capitalismo puro! Invitemos a las empresas de cuanta nación podamos a que venga a asentarse e invertir en nuestra tierra.
Desde luego que, para que vengan esas empresas, los guatemaltecos debemos brindarles atrayentes condiciones de seguridad física y jurídica. Reglas claras del juego, infraestructura e impuestos razonables. Esa es nuestra parte y nuestra responsabilidad como país. Oiga Legislativo y Ejecutivo…
El Plan Alianza Para la Prosperidad, por ejemplo, ese plan impuesto por el USGov para “desarrollar el triángulo norte”, ¡NO GRACIAS! Los guatemaltecos no somos limosneros. La mayoría tenemos sangre emprendedora y queremos innovar, producir bienes y servicios, comercializar y trabajar. En vez de esa “ayuda” de USD 5 millardos por parte del gobierno de los Estados Unidos de América, a razón de USD 1 millardo anual durante el quinquenio a partir de 2017, y que constituirían el 20 por ciento del financiamiento total del Plan, mucho mejor nos vendrían inversiones privadas de USD 10, 20 o 30 millardos. Queremos y necesitamos a la INDUSTRIA y EMPRESA PRIVADA estadounidense, canadiense, australiana, china, rusa, sudafricana, etc, etc, etc, pero ¿pisto de su gobierno para perdurar el control sobre nosotros? No thanks.
Y aparte, dentro del que considero un macabro “plan para la prosperidad”, el restante 80 por ciento provendría de los recursos propios de los gobiernos, la banca multilateral de desarrollo y el sector privado empresarial, o sea, MÁS IMPUESTOS y MÁS ELEVADOS, MÁS DEUDA. Más golpes a los pobres y a la clase media, a las Pymes, al ciudadano común y corriente. Nuevamente, no thanks dudes!!
Sumado a lo anterior, dicho plan tiene un sesgado tinte “progresista-obamista” (o sea, socialista, va), según ICEFI, sobre el plan: “para poder lograr la construcción de la igualdad, se debe avanzar en tres elementos potenciadores: la generación de bienes públicos con carácter universal con priorización en los grupos tradicionalmente excluidos, entre los que destacan la niñez y adolescencia, y los jóvenes; el desarrollo de un modelo de protección social progresivo y sostenible; y, la emancipación de la mujer, como factor determinante para el éxito ético, social y económico de Centroamérica.” Palabras que suenan muy bonitas pero que esconden unos claros objetivos distributivos de la riqueza, no creadores de la misma.
Otro factor por el que nos debemos destetar del USGov, como tal, es “el inminente hecho de que la economía de Estados Unidos se está estancando y una recesión a finales de 2016 o comienzos de 2017 es una fuerte posibilidad”. Fuente: Profit Confidential Magazine, NY. Debemos aplicar el sabio dicho de “poner los huevos en distintas canastas” y no solo los huevos, sino también las esperanzas.
Entre otros analistas económicos de Wall Street, el neoyorquino Michael Lombardi cita a la Oficina de Análisis Económico (BEA), la cual ha informado que la economía de Estados Unidos creció a un ritmo anual de solamente 1,2% en el segundo trimestre de 2016. Y al mismo tiempo revisó el crecimiento del primer trimestre de 2016 a la baja de 1,1% a 0,8%.
Según el analista, “…es la tendencia desde el primer trimestre de 2015, que el crecimiento económico de la economía de Estados Unidos se ha desacelerado desde entonces. (Una recesión se define técnicamente como dos trimestres consecutivos de PIB negativo). …La disminución del crecimiento económico que los EEUU está experimentando continuará por una razón principal: el gasto del consumidor, que representa dos tercios de la economía, está en mal estado y se espera que los consumidores sigan absteniéndose de gastar. El aumento de inventarios en los estantes es señal de que las empresas están almacenando más productos, porque las ventas son bajas. …El consumo en la economía de Estados Unidos está en su nivel más bajo desde el año 2009, que fue justo después de la última recesión”.
Continúa Michael Lombardi: “Para estimular la economía después de la crisis de crédito de 2008, la Reserva Federal ha creado miles de millones de dólares en papel nuevo. Este es un aumento espectacular de la oferta de dinero. A lo largo de la historia, los países que han seguido el camino de imprimir más dinero, finalmente, vieron el colapso de su valor.”
Sigue indicando el analista que: “El siguiente problema con el dólar estadounidense es que hay demasiada deuda detrás de él. La deuda nacional de EE.UU. sigue aumentando y actualmente se encuentra en $ 19.0 billones. Desafortunadamente, no existirán presupuestos federales anuales positivos, en los años venideros. La deuda nacional estadounidense podría llegar a $ 32.0- $ 34.0 mil millones en los próximos 15 años. Para mí, una Administración Clinton/Trump sólo hará que la deuda sea más grande”.
Concluye Lombardi: “no ayuda al dólar americano lo expresado por el presidente de la Reserva Federal de Minneapolis, Neel Kashari, quien dijo: “es posible” que el dólar podría perder su estatus como moneda de reserva. (Fuente: Reuters, 15 de julio de 2016.) …mis advertencias suenan graves, pero debe saber que el dólar americano es más vulnerable que nunca antes. También quiero ser muy claro: No espero que el dólar colapse en un día. Espero que este fenómeno se produzca con el paso del tiempo, ya que los bancos centrales en todo el mundo reducirán paulatinamente la cantidad de dólares estadounidenses que tienen en sus reservas”.
En fin, propongo una rebelión pacífica y rebelión “free market”, pero más que todo, una rebelión de sentido común contra un “super-gobiernototote” que nos puede arrastrar inexorablemente al pozo con él, si no innovamos, si no buscamos nuevas rutas de comercio y de intercambio tecnológico. Como decimos aquí en Guate, “el tiro” ya no es tanto llamar a otros estados a que nos ayuden, sino convocar a empresas del mundo, saltándonos las trancas burocráticas de quienes no producen nada, sino solo gastan: los gobiernos.
Live free or die / Vive libre o muere.
Comienzo este artículo citando a Thomas Jefferson, tercer presidente de los Estados Unidos de América, uno de sus más influyentes Padres Fundadores, principal autor de la Declaración de Independencia de 1776 y ferviente promotor de los ideales del republicanismo, quien visualizó a su patria como un gran “imperio de la libertad”, promotor de la democracia y de la lucha contra el imperialismo británico. Han pasado ciento noventa años de su muerte, pero su legado aún perdura en las mentes y corazones de quienes abrazamos la libertad y trabajamos por la paz.
Sin embargo, ¡cuánto han cambiado los valores sobre los que se construyó esa gran nación! Y peor, ¡cuántas personas dentro y fuera de EEUU no se enteran de las bases sobre las cuales la misma se formó!
Mientras tanto, a unos cuantos miles de kilómetros de “los USA”, en el trópico, usted, estimado lector y su servidor, vemos como el gran “impero de la libertad”, soñado por Jefferson, ha extendido su dominio en nuestra tierra por más de cien años, considerándonos su pintoresco y simpático patio trasero. Pero esto no es algo por lo que haya que culparlos a ellos. Los responsables somos nosotros, quienes nos dejamos. No hay víctimas, solo hay complacientes y perdedores. Leones y gacelas. Punto.
Pero por otro lado, la mayoría de guatemaltecos, de una u otra forma nos hemos beneficiado de los EEUU y sus bondades, los migrantes en su nueva vida, quienes hemos ido de visita, los estudiantes, etc. Admiramos su gran orden y desarrollo, y además, la transferencia de tecnología estadounidense nos ha facilitado mucho la vida en estos lares, por mucho tiempo.
Todo en la vida, sin embargo, tiene un principio y un final. Y el final de seguir siendo un bebé amamantado por su esbelta madre, un día se tendrá que dar. Sí, me refiero a destetarnos del USGov y realizar alianzas más estrechas con otras naciones del globo. Es la hora de iniciar, continuar y fortalecer serias relaciones diplomáticas y comerciales con China, Rusia, los Brics, sin el permiso de mamá. Vamos, ¡un absoluto y libre comercio con el mundo, capitalismo puro! Invitemos a las empresas de cuanta nación podamos a que venga a asentarse e invertir en nuestra tierra.
Desde luego que, para que vengan esas empresas, los guatemaltecos debemos brindarles atrayentes condiciones de seguridad física y jurídica. Reglas claras del juego, infraestructura e impuestos razonables. Esa es nuestra parte y nuestra responsabilidad como país. Oiga Legislativo y Ejecutivo…
El Plan Alianza Para la Prosperidad, por ejemplo, ese plan impuesto por el USGov para “desarrollar el triángulo norte”, ¡NO GRACIAS! Los guatemaltecos no somos limosneros. La mayoría tenemos sangre emprendedora y queremos innovar, producir bienes y servicios, comercializar y trabajar. En vez de esa “ayuda” de USD 5 millardos por parte del gobierno de los Estados Unidos de América, a razón de USD 1 millardo anual durante el quinquenio a partir de 2017, y que constituirían el 20 por ciento del financiamiento total del Plan, mucho mejor nos vendrían inversiones privadas de USD 10, 20 o 30 millardos. Queremos y necesitamos a la INDUSTRIA y EMPRESA PRIVADA estadounidense, canadiense, australiana, china, rusa, sudafricana, etc, etc, etc, pero ¿pisto de su gobierno para perdurar el control sobre nosotros? No thanks.
Y aparte, dentro del que considero un macabro “plan para la prosperidad”, el restante 80 por ciento provendría de los recursos propios de los gobiernos, la banca multilateral de desarrollo y el sector privado empresarial, o sea, MÁS IMPUESTOS y MÁS ELEVADOS, MÁS DEUDA. Más golpes a los pobres y a la clase media, a las Pymes, al ciudadano común y corriente. Nuevamente, no thanks dudes!!
Sumado a lo anterior, dicho plan tiene un sesgado tinte “progresista-obamista” (o sea, socialista, va), según ICEFI, sobre el plan: “para poder lograr la construcción de la igualdad, se debe avanzar en tres elementos potenciadores: la generación de bienes públicos con carácter universal con priorización en los grupos tradicionalmente excluidos, entre los que destacan la niñez y adolescencia, y los jóvenes; el desarrollo de un modelo de protección social progresivo y sostenible; y, la emancipación de la mujer, como factor determinante para el éxito ético, social y económico de Centroamérica.” Palabras que suenan muy bonitas pero que esconden unos claros objetivos distributivos de la riqueza, no creadores de la misma.
Otro factor por el que nos debemos destetar del USGov, como tal, es “el inminente hecho de que la economía de Estados Unidos se está estancando y una recesión a finales de 2016 o comienzos de 2017 es una fuerte posibilidad”. Fuente: Profit Confidential Magazine, NY. Debemos aplicar el sabio dicho de “poner los huevos en distintas canastas” y no solo los huevos, sino también las esperanzas.
Entre otros analistas económicos de Wall Street, el neoyorquino Michael Lombardi cita a la Oficina de Análisis Económico (BEA), la cual ha informado que la economía de Estados Unidos creció a un ritmo anual de solamente 1,2% en el segundo trimestre de 2016. Y al mismo tiempo revisó el crecimiento del primer trimestre de 2016 a la baja de 1,1% a 0,8%.
Según el analista, “…es la tendencia desde el primer trimestre de 2015, que el crecimiento económico de la economía de Estados Unidos se ha desacelerado desde entonces. (Una recesión se define técnicamente como dos trimestres consecutivos de PIB negativo). …La disminución del crecimiento económico que los EEUU está experimentando continuará por una razón principal: el gasto del consumidor, que representa dos tercios de la economía, está en mal estado y se espera que los consumidores sigan absteniéndose de gastar. El aumento de inventarios en los estantes es señal de que las empresas están almacenando más productos, porque las ventas son bajas. …El consumo en la economía de Estados Unidos está en su nivel más bajo desde el año 2009, que fue justo después de la última recesión”.
Continúa Michael Lombardi: “Para estimular la economía después de la crisis de crédito de 2008, la Reserva Federal ha creado miles de millones de dólares en papel nuevo. Este es un aumento espectacular de la oferta de dinero. A lo largo de la historia, los países que han seguido el camino de imprimir más dinero, finalmente, vieron el colapso de su valor.”
Sigue indicando el analista que: “El siguiente problema con el dólar estadounidense es que hay demasiada deuda detrás de él. La deuda nacional de EE.UU. sigue aumentando y actualmente se encuentra en $ 19.0 billones. Desafortunadamente, no existirán presupuestos federales anuales positivos, en los años venideros. La deuda nacional estadounidense podría llegar a $ 32.0- $ 34.0 mil millones en los próximos 15 años. Para mí, una Administración Clinton/Trump sólo hará que la deuda sea más grande”.
Concluye Lombardi: “no ayuda al dólar americano lo expresado por el presidente de la Reserva Federal de Minneapolis, Neel Kashari, quien dijo: “es posible” que el dólar podría perder su estatus como moneda de reserva. (Fuente: Reuters, 15 de julio de 2016.) …mis advertencias suenan graves, pero debe saber que el dólar americano es más vulnerable que nunca antes. También quiero ser muy claro: No espero que el dólar colapse en un día. Espero que este fenómeno se produzca con el paso del tiempo, ya que los bancos centrales en todo el mundo reducirán paulatinamente la cantidad de dólares estadounidenses que tienen en sus reservas”.
En fin, propongo una rebelión pacífica y rebelión “free market”, pero más que todo, una rebelión de sentido común contra un “super-gobiernototote” que nos puede arrastrar inexorablemente al pozo con él, si no innovamos, si no buscamos nuevas rutas de comercio y de intercambio tecnológico. Como decimos aquí en Guate, “el tiro” ya no es tanto llamar a otros estados a que nos ayuden, sino convocar a empresas del mundo, saltándonos las trancas burocráticas de quienes no producen nada, sino solo gastan: los gobiernos.
Live free or die / Vive libre o muere.