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La generación del celular

Redacción
24 de septiembre, 2016

A mi generación, millennials, nos quieren tachar de todo. Algunos dicen que somos los revolucionarios, que tenemos el poder en nuestras manos y otros nos quieren etiquetar de malcriados, inestables y quebrantadores de las reglas. Y puede que todo sea cierto, pero hay algo en lo que todos concuerdan, nacimos con la tecnología y llegamos a parecer uno mismo.
Nacimos entre 1980 y 1995 (algunos dicen que el límite llega hasta el año 2000), es decir en medio del boom tecnológico y de la inestabilidad económica del mundo. Somos nativos tecnológicos por eso nos resguardamos en ella cada que atravesamos momentos buenos o malos en nuestras vidas, es prácticamente nuestro hogar. Siendo bastante honesta, no conozco a una sola persona comprendida en este rango generacional que no tenga al menos una red social, es técnicamente imposible. Y contrario a lo que todos piensan, no es precisamente por presión social sino porque gracias a las redes sociales también nos informamos, estamos en contacto con el mundo que nos espera más allá de nuestras fronteras.
Y de otra cosa que estoy muy segura es que toda mi generación ha escuchado al menos una vez un “Es que solo en el celular vivís metido”, “De la computadora al celular”. Pero lo cierto es que no es del todo nuestra culpa, casi todas nuestras tareas académicas, si no es que todas, involucran la tecnología. Y nuestro entretenimiento también, a veces hasta nuestras relaciones interpersonales.
Y sí, yo sé que en ocasiones exageramos y nos ponemos en riesgo por estar tan apegados a la tecnología. Y no solo por los posibles asaltos y problemas de salud que podemos enfrentar por este uso, a veces desmedido, de ella. Sino porque podemos poner en riesgo lo que tenemos más cerca, hemos dejado de usar la “tecnología” que traemos de fábrica, nuestra memoria. ¿Cuántos números telefónicos sabemos realmente? ¿Qué tantos datos memorizamos? Si sabemos que en menos de un segundo podemos volver a consultarlo en nuestro teléfono inteligente. ¿Qué tanto tiempo pasamos con nuestro entorno cercano? Si bien nosotros tenemos la dicha de haber nacido con todas estas “comodidades” tenemos que recordar que hay un mundo más allá de la tecnología y que en ningún momento este maravilloso invento se hizo para reemplazar lo cercano, para que evitáramos el mundo, sino para que lo enfrentemos de una mejor manera.
La tecnología debe ser una aliada para nosotros, para hacer cambios de a poquito en nuestros entornos. Para replicar acciones positivas que podemos ver a través de ellas. Se hizo para que nos enteremos de todo lo bueno y lo malo, para que con lo primero sigamos el ejemplo y con lo segundo no nos equivoquemos en lo mismo. Así que a la generación del celular le digo que el cambio está en nuestras manos, no en nuestros celulares.

República.gt es ajena a la opinión expresada en este artículo

La generación del celular

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24 de septiembre, 2016

A mi generación, millennials, nos quieren tachar de todo. Algunos dicen que somos los revolucionarios, que tenemos el poder en nuestras manos y otros nos quieren etiquetar de malcriados, inestables y quebrantadores de las reglas. Y puede que todo sea cierto, pero hay algo en lo que todos concuerdan, nacimos con la tecnología y llegamos a parecer uno mismo.
Nacimos entre 1980 y 1995 (algunos dicen que el límite llega hasta el año 2000), es decir en medio del boom tecnológico y de la inestabilidad económica del mundo. Somos nativos tecnológicos por eso nos resguardamos en ella cada que atravesamos momentos buenos o malos en nuestras vidas, es prácticamente nuestro hogar. Siendo bastante honesta, no conozco a una sola persona comprendida en este rango generacional que no tenga al menos una red social, es técnicamente imposible. Y contrario a lo que todos piensan, no es precisamente por presión social sino porque gracias a las redes sociales también nos informamos, estamos en contacto con el mundo que nos espera más allá de nuestras fronteras.
Y de otra cosa que estoy muy segura es que toda mi generación ha escuchado al menos una vez un “Es que solo en el celular vivís metido”, “De la computadora al celular”. Pero lo cierto es que no es del todo nuestra culpa, casi todas nuestras tareas académicas, si no es que todas, involucran la tecnología. Y nuestro entretenimiento también, a veces hasta nuestras relaciones interpersonales.
Y sí, yo sé que en ocasiones exageramos y nos ponemos en riesgo por estar tan apegados a la tecnología. Y no solo por los posibles asaltos y problemas de salud que podemos enfrentar por este uso, a veces desmedido, de ella. Sino porque podemos poner en riesgo lo que tenemos más cerca, hemos dejado de usar la “tecnología” que traemos de fábrica, nuestra memoria. ¿Cuántos números telefónicos sabemos realmente? ¿Qué tantos datos memorizamos? Si sabemos que en menos de un segundo podemos volver a consultarlo en nuestro teléfono inteligente. ¿Qué tanto tiempo pasamos con nuestro entorno cercano? Si bien nosotros tenemos la dicha de haber nacido con todas estas “comodidades” tenemos que recordar que hay un mundo más allá de la tecnología y que en ningún momento este maravilloso invento se hizo para reemplazar lo cercano, para que evitáramos el mundo, sino para que lo enfrentemos de una mejor manera.
La tecnología debe ser una aliada para nosotros, para hacer cambios de a poquito en nuestros entornos. Para replicar acciones positivas que podemos ver a través de ellas. Se hizo para que nos enteremos de todo lo bueno y lo malo, para que con lo primero sigamos el ejemplo y con lo segundo no nos equivoquemos en lo mismo. Así que a la generación del celular le digo que el cambio está en nuestras manos, no en nuestros celulares.

República.gt es ajena a la opinión expresada en este artículo