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¿Qué es ser independiente?

Redacción
14 de septiembre, 2016

Septiembre es el mes en el que más se respira el patriotismo en Guatemala. Semanas antes del 15 de septiembre, fecha de nuestra independencia de España más no de nuestra independencia total, se observan carros circulando con pequeñas banderas por la ciudad, apartamentos con banderas grandes ondeando en los balcones y mensajes en medios de comunicación optimistas con respecto a nuestro futuro como guatemaltecos. Las reflexiones ante este evento importante para nuestro país y del cual muchos se sienten orgullosos no son escasas y las criticas ante este confuso incidente, porque así lo fue nuestra independencia, tampoco lo son. Dejando a un lado los variados sentimientos de orgullo por nuestro país que suelen ser por nuestra pasión por el futbol, por la emoción que sentimos de ver a chapines exitosos representándonos en todos los ámbitos, por la forma en la que hablamos e incluso por el escepticismo que tenemos respecto a los políticos; es en las críticas a la misma en las que oportunamente quiero centrar mi critica.

Un primer reproche que he escuchado con respecto a la Independencia o a la celebración de la misma es la supuesta hipocresía con la que actuamos los guatemaltecos durante esta época o durante todo el año. Mientras las personas disfrutan del “feriado largo” viajando y gastando dinero en cualquier cosa, existen personas que han quedado excluidas de esta festividad por sus escasos recursos y la hipocresía radica en que los estamos olvidando mientras disfrutamos de la compañía de amigos y familiares de esta festividad. Esto para muchas personas es injusto porque ¿Cómo vamos a disfrutar de nuestras vidas en las cuales hemos trabajado bastante mientras existan personas que están en pobreza? ¿Cómo vamos a celebrar el mes patrio si no tenemos compasión con aquellos compatriotas que no viven en condiciones decentes de vida? El argumento suena emocionalmente convincente porque en efecto existen personas que desde la colonización han quedado excluidas del sistema económico y político sin embargo si aplicamos la misma lógica no deberíamos celebrar ninguna festividad por el hecho que hay personas que no pueden disfrutar de las mismas.

Otro argumento que he visto en redes sociales es que la independencia la hizo solo un grupo pequeño, una elite, y que por lo tanto no debemos celebrarla. Este punto técnicamente es cierto y lo fue para casi todos los países que se independizaron de Inglaterra, España o Portugal. La diferencia entre aquellos países que han sido exitosos a partir de su independencia y aquellos que no lo han sido recae en las políticas que se han hecho a partir de ella y que en efecto en Guatemala no han sido buenas. Entonces el problema no está en si la independencia la proclamo un pequeño grupo o fue un sentimiento general de la población sino en la ruta que se tomó a partir de ella.

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La crítica por lo tanto, que muchas personas hacen en medios escritos y en redes sociales no debe ser por la independencia per se. Lo que la independencia significa o debería significar es que como guatemaltecos debemos tener la capacidad de decidir el futuro que mejor nos parece. Ahí es donde han fallado nuestros representantes en demostrar y donde debemos apuntar nuestras plumas, nuestros esfuerzos y nuestra visión de un país que vaya a tener éxito en un futuro. Las oportunidades están allí, las reformas se están haciendo. La pregunta que nos debemos hacer al final es ¿Vamos a trabajar en un plan a largo plazo para el país, para que nos dejemos de quejar de la manera en que nos independizamos, y para empezar a pensar en cómo convertir a Guatemala en un país verdaderamente independiente y capaz de decidir sobre qué es lo mejor para él?

¿Qué es ser independiente?

Redacción
14 de septiembre, 2016

Septiembre es el mes en el que más se respira el patriotismo en Guatemala. Semanas antes del 15 de septiembre, fecha de nuestra independencia de España más no de nuestra independencia total, se observan carros circulando con pequeñas banderas por la ciudad, apartamentos con banderas grandes ondeando en los balcones y mensajes en medios de comunicación optimistas con respecto a nuestro futuro como guatemaltecos. Las reflexiones ante este evento importante para nuestro país y del cual muchos se sienten orgullosos no son escasas y las criticas ante este confuso incidente, porque así lo fue nuestra independencia, tampoco lo son. Dejando a un lado los variados sentimientos de orgullo por nuestro país que suelen ser por nuestra pasión por el futbol, por la emoción que sentimos de ver a chapines exitosos representándonos en todos los ámbitos, por la forma en la que hablamos e incluso por el escepticismo que tenemos respecto a los políticos; es en las críticas a la misma en las que oportunamente quiero centrar mi critica.

Un primer reproche que he escuchado con respecto a la Independencia o a la celebración de la misma es la supuesta hipocresía con la que actuamos los guatemaltecos durante esta época o durante todo el año. Mientras las personas disfrutan del “feriado largo” viajando y gastando dinero en cualquier cosa, existen personas que han quedado excluidas de esta festividad por sus escasos recursos y la hipocresía radica en que los estamos olvidando mientras disfrutamos de la compañía de amigos y familiares de esta festividad. Esto para muchas personas es injusto porque ¿Cómo vamos a disfrutar de nuestras vidas en las cuales hemos trabajado bastante mientras existan personas que están en pobreza? ¿Cómo vamos a celebrar el mes patrio si no tenemos compasión con aquellos compatriotas que no viven en condiciones decentes de vida? El argumento suena emocionalmente convincente porque en efecto existen personas que desde la colonización han quedado excluidas del sistema económico y político sin embargo si aplicamos la misma lógica no deberíamos celebrar ninguna festividad por el hecho que hay personas que no pueden disfrutar de las mismas.

Otro argumento que he visto en redes sociales es que la independencia la hizo solo un grupo pequeño, una elite, y que por lo tanto no debemos celebrarla. Este punto técnicamente es cierto y lo fue para casi todos los países que se independizaron de Inglaterra, España o Portugal. La diferencia entre aquellos países que han sido exitosos a partir de su independencia y aquellos que no lo han sido recae en las políticas que se han hecho a partir de ella y que en efecto en Guatemala no han sido buenas. Entonces el problema no está en si la independencia la proclamo un pequeño grupo o fue un sentimiento general de la población sino en la ruta que se tomó a partir de ella.

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La crítica por lo tanto, que muchas personas hacen en medios escritos y en redes sociales no debe ser por la independencia per se. Lo que la independencia significa o debería significar es que como guatemaltecos debemos tener la capacidad de decidir el futuro que mejor nos parece. Ahí es donde han fallado nuestros representantes en demostrar y donde debemos apuntar nuestras plumas, nuestros esfuerzos y nuestra visión de un país que vaya a tener éxito en un futuro. Las oportunidades están allí, las reformas se están haciendo. La pregunta que nos debemos hacer al final es ¿Vamos a trabajar en un plan a largo plazo para el país, para que nos dejemos de quejar de la manera en que nos independizamos, y para empezar a pensar en cómo convertir a Guatemala en un país verdaderamente independiente y capaz de decidir sobre qué es lo mejor para él?