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¿Quién cambia la cultura?

Redacción
11 de septiembre, 2016

Existe un momento en la vida de todo joven en el que cuestiona su alrededor, ¿Por qué estamos así? ¿Quién decide cómo debemos de vestirnos? ¿Puedo cambiar el país? Y demás interrogantes forman parte de la médula crítica y necesaria de la juventud.

Será la ley un reflejo de la cultura o una imposición para cambiar la misma. Estas afirmaciones son profundas y requieren revisar claramente la experiencia reciente en Guatemala, a mi parecer ambas influyen dinámicamente una entre otra, muchas veces una influye más sobre una que la otra. Existen leyes que claramente modifican la cultura y al mismo tiempo existen leyes que carecen de aplicación alguna y nunca llegan a influir en la cultura; pero la cultura conformada por las costumbres juegan un papel importante en las leyes, un papel que no se puede obviar y dejar de lado. Razón por la cual las costumbres llegas a ser fuente de Derecho sino se han materializado, aún, en una norma formal.

¿Existen personas interesadas en cambiar la cultura a su favor? Esta premisa puede parecer desorbitada pero al analizarla de una forma detallada nos damos cuenta de que no es tan exagerada como parece a primera impresión. La moda es un claro ejemplo de una influencia a la cultura que puede llegar a ser impuesta a favor de una persona o compañía, pero también existirán organizaciones que desean imponer una cultura para obtener satisfacción de ello, movimientos internacionales con respecto a “derechos” o “privilegios” que se desea otorgar a ciertas personas por lo que al igual que una moda intentan influir en una cultura a través de foros u actividades organizadas indirectamente por ellos.

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La diferencia entre influir la cultura por medio de modas para satisfacer la ambición de una empresa y la influencia de cultura a través de grupos de poder, es el alcance de dicha influencia. Ya que una moda para realmente lograr un impacto cultural debe ser los miembros pertenecientes quienes abracen dicha moda y la hagan suya. Diferente es el caso de influencias culturales de grupos de poder que desean ver reflejada su influencia cultural materializada por medio de leyes, incluso antes que la influencia haya sido aceptada o rechazada por la misma cultura.

Considero que existe un peligro con las leyes impuestas que son contrarias a la cultura de una población, ya que tener leyes contrarias a la cultura desarrolla una brecha más grande aún entre lo que es Justo y el Derecho positivo. El cambio cultural de una sociedad debe ser consecuencia de un cambio de la sociedad misma en sí, claro que las modas y recomendaciones externas serán abrazadas por una sociedad solo sí lo hacen parte de sí. Así que soy creyente de que el cambio cultural finalmente debe ser reflejo de la misma sociedad y sobre esta recae.

@joseecheve

República.gt es ajena a la opinión expresada en este artículo

¿Quién cambia la cultura?

Redacción
11 de septiembre, 2016

Existe un momento en la vida de todo joven en el que cuestiona su alrededor, ¿Por qué estamos así? ¿Quién decide cómo debemos de vestirnos? ¿Puedo cambiar el país? Y demás interrogantes forman parte de la médula crítica y necesaria de la juventud.

Será la ley un reflejo de la cultura o una imposición para cambiar la misma. Estas afirmaciones son profundas y requieren revisar claramente la experiencia reciente en Guatemala, a mi parecer ambas influyen dinámicamente una entre otra, muchas veces una influye más sobre una que la otra. Existen leyes que claramente modifican la cultura y al mismo tiempo existen leyes que carecen de aplicación alguna y nunca llegan a influir en la cultura; pero la cultura conformada por las costumbres juegan un papel importante en las leyes, un papel que no se puede obviar y dejar de lado. Razón por la cual las costumbres llegas a ser fuente de Derecho sino se han materializado, aún, en una norma formal.

¿Existen personas interesadas en cambiar la cultura a su favor? Esta premisa puede parecer desorbitada pero al analizarla de una forma detallada nos damos cuenta de que no es tan exagerada como parece a primera impresión. La moda es un claro ejemplo de una influencia a la cultura que puede llegar a ser impuesta a favor de una persona o compañía, pero también existirán organizaciones que desean imponer una cultura para obtener satisfacción de ello, movimientos internacionales con respecto a “derechos” o “privilegios” que se desea otorgar a ciertas personas por lo que al igual que una moda intentan influir en una cultura a través de foros u actividades organizadas indirectamente por ellos.

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La diferencia entre influir la cultura por medio de modas para satisfacer la ambición de una empresa y la influencia de cultura a través de grupos de poder, es el alcance de dicha influencia. Ya que una moda para realmente lograr un impacto cultural debe ser los miembros pertenecientes quienes abracen dicha moda y la hagan suya. Diferente es el caso de influencias culturales de grupos de poder que desean ver reflejada su influencia cultural materializada por medio de leyes, incluso antes que la influencia haya sido aceptada o rechazada por la misma cultura.

Considero que existe un peligro con las leyes impuestas que son contrarias a la cultura de una población, ya que tener leyes contrarias a la cultura desarrolla una brecha más grande aún entre lo que es Justo y el Derecho positivo. El cambio cultural de una sociedad debe ser consecuencia de un cambio de la sociedad misma en sí, claro que las modas y recomendaciones externas serán abrazadas por una sociedad solo sí lo hacen parte de sí. Así que soy creyente de que el cambio cultural finalmente debe ser reflejo de la misma sociedad y sobre esta recae.

@joseecheve

República.gt es ajena a la opinión expresada en este artículo