Nuestro país es considerado como un lugar que posee las condiciones necesarias a fin de lograr un desarrollo en el que cada ciudadano pueda vivir dignamente, pues cuenta con los atributos no solo naturales, sino estratégicos, como el mismo posicionamiento geográfico, además de innumerables lugares paradisiacos en los que sin duda, el desarrollo de una estrategia de industria sin humo, sería un éxito rotundo.

Todo lo mencionado de las cualidades de Guatemala, hace que nos preguntemos, de si un país es tan rico como el nuestro y tiene tanto que ofrecer, porque se encuentra en una posición tan vulnerable y sobre todo con tanta pobreza y miseria, y con índices alarmantes, porque el daño más grande se le hace a la población, principalmente a los más necesitados.

No sé si estoy mal, al sembrarle toda la culpa a nuestros gobernantes que como hemos visto son quienes se han dedicado por muchos años a saquear los recursos del Estado y sin duda de esto hay pruebas de cómo nos utilizan para sus fines propios, porque actúan sin escrúpulos ni decencia.
Lo que si es cierto es que los malos guatemaltecos no pueden ser más que los buenos, ¿y que podemos hacer? pues a nosotros los buenos, nos queda la tarea de cambiar esta situación y motivarnos a encontrar el despertar de un pueblo que necesita tener control sobre sus recursos y quitar de las manos asquerosas y oportunistas de los malos políticos el poder que tienen.

A esos malos funcionarios que son artistas de la mentira y que carecen de todos los valores humanos, que saben disfrazarse para establecer un estatus que sea conveniente para sus fechorías y sus propias formas de ver la vida, a ellos hay que hacerles ver que no pueden continuar así.
Pero estoy convencido que los guatemaltecos honrados, aquellos que trabajan duro con honradez, dignidad y respeto a los demás somos la mayoría. Somos aquellos que buscamos la lucha día a día por una mejor Guatemala, por supuesto de una forma honrada y digna sin menospreciar a nadie y mucho menos con actos llenos de mentiras y antivalores.

Este país aún tiene esperanza todo lo podemos lograr con justicia social, pero hay que tener en cuenta que esos valores son los que deben prevalecer, y por eso es que no podemos permitir que los malos sean los que ocupen las posiciones de poder y decisión.

Atentos debemos estar entonces a que esto no suceda ya que solo con gente proa y con valores sociales, en puestos de decisión, lograremos una Guatemala mejor para todos, pero debemos actuar con ejemplo y no con palabras que el viento fácil se lleva.

República.gt es ajena a la opinión expresada en este artículo