Abordar un bus del transporte público regulado tiene un costo de Q1.10, según la tarifa autorizada por la Municipalidad, pero en la práctica esta disposición no se cumple porque los pilotos y las empresas cobran lo que quieren; sin embargo, tras la casi eliminación del subsidio, los transportistas no ven otra opción que elevar ese Q1.10 a posiblemente Q3.50.
Álvaro Folgar, representante de la Asociación de Propietarios de Autobuses Urbanos de Guatemala (Asopagua), considera que al reducir el aporte del Estado de Q35 millones a Q5 millones solo quedan dos opciones: cobrar más o dejar de prestar el servicio.
“Es una muerte súbita, lo poco que queda del transporte urbano de la ciudad, que apenas opera el 40 por ciento de la flota autorizada, en el 2017 se reducirá más, y se está condenando al usuario a requerir otro medio de transporte más onerosos e incómodo”, dice Folgar.
De acuerdo con el representante de Asopagua, el subsidio era un alivio para muchos transportistas, y ahora hay limitaciones para colocar una tarifa real del costo del pasaje, la cual no ha querido ser aprobada por las autoridades de la Municipalidad capitalina.
Según el transportista, la situación se complicó porque antes de 2014 el subsidio era de Q245 millones, luego se recortó y ahora está por desaparecer. Añade que a ello se suma el temor de las autoridades del Ministerio de Comunicaciones de cometer una ilegalidad y por eso no entregan los recursos presupuestados.
PDH ve positivo el cambio
Édgar Guerra, de la Defensoría del Usuario del Transporte Público, de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), dice que “por fin la clase política de Guatemala se dio cuenta el gran negocio que representaba el subsidio al transporte público”.
Considera que “la reducción del subsidio refleja el clamor del pueblo guatemalteco porque no ha generado ningún beneficio a la población, solo para algunos transportistas”
[quote_center]”Este es el momento de reevaluar el tema de la tarifa, pero de una forma transparente, la cual debe ser analizada en una mesa técnica”.[/quote_center]
Transurbano analiza la situación
El portavoz de la Asociación de Empresarios de Autobuses Urbanos (AEAU), Sergio Vásquez, asegura que el recorte del apoyo estatal “no es algo nuevo, ya que el subsidio no se entrega desde hace 40 meses, lo cual ha hecho que no se desarrollen como empresa, con tecnología y mejores condiciones de servicio”.
Añade que se reunirán para determinar cuál será la tarifa para el próximo año, de acuerdo con lo que determine en la mesa técnica.
Escuche las declaraciones:
Con información de Giovanni Pérez
Abordar un bus del transporte público regulado tiene un costo de Q1.10, según la tarifa autorizada por la Municipalidad, pero en la práctica esta disposición no se cumple porque los pilotos y las empresas cobran lo que quieren; sin embargo, tras la casi eliminación del subsidio, los transportistas no ven otra opción que elevar ese Q1.10 a posiblemente Q3.50.
Álvaro Folgar, representante de la Asociación de Propietarios de Autobuses Urbanos de Guatemala (Asopagua), considera que al reducir el aporte del Estado de Q35 millones a Q5 millones solo quedan dos opciones: cobrar más o dejar de prestar el servicio.
“Es una muerte súbita, lo poco que queda del transporte urbano de la ciudad, que apenas opera el 40 por ciento de la flota autorizada, en el 2017 se reducirá más, y se está condenando al usuario a requerir otro medio de transporte más onerosos e incómodo”, dice Folgar.
De acuerdo con el representante de Asopagua, el subsidio era un alivio para muchos transportistas, y ahora hay limitaciones para colocar una tarifa real del costo del pasaje, la cual no ha querido ser aprobada por las autoridades de la Municipalidad capitalina.
Según el transportista, la situación se complicó porque antes de 2014 el subsidio era de Q245 millones, luego se recortó y ahora está por desaparecer. Añade que a ello se suma el temor de las autoridades del Ministerio de Comunicaciones de cometer una ilegalidad y por eso no entregan los recursos presupuestados.
PDH ve positivo el cambio
Édgar Guerra, de la Defensoría del Usuario del Transporte Público, de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), dice que “por fin la clase política de Guatemala se dio cuenta el gran negocio que representaba el subsidio al transporte público”.
Considera que “la reducción del subsidio refleja el clamor del pueblo guatemalteco porque no ha generado ningún beneficio a la población, solo para algunos transportistas”
[quote_center]”Este es el momento de reevaluar el tema de la tarifa, pero de una forma transparente, la cual debe ser analizada en una mesa técnica”.[/quote_center]
Transurbano analiza la situación
El portavoz de la Asociación de Empresarios de Autobuses Urbanos (AEAU), Sergio Vásquez, asegura que el recorte del apoyo estatal “no es algo nuevo, ya que el subsidio no se entrega desde hace 40 meses, lo cual ha hecho que no se desarrollen como empresa, con tecnología y mejores condiciones de servicio”.
Añade que se reunirán para determinar cuál será la tarifa para el próximo año, de acuerdo con lo que determine en la mesa técnica.
Escuche las declaraciones:
Con información de Giovanni Pérez