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La leche, más que una bebida

Redacción
04 de diciembre, 2016

Los productos lácteos ocupan un lugar importante en la mayoría de las dietas. Se recomienda por tanto consumirlos e incluirlos en la alimentación, pero ¿cómo incluirlos entonces en las comidas?

Nutricionalmente hablando, los lácteos son una importante fuente de proteínas, calcio y vitamina B. Por consiguiente son vitales para lograr tener huesos fuertes y es así como simplemente un vaso de leche o un bol de yogur o requesón o un trozo de queso podrá satisfacer en parte la ingesta diaria. Sin embargo, además de beber la leche se puede incluir en infinidad de platillos.

La leche semidescremada o descremada resulta conveniente para evitar el nivel de grasa. Con la misma se puede elaborar la tradicional salsa bechamel que resulta tan versátil para acompañar un pollo o un pescado o una pasta o unos vegetales gratinados o como base para otras salsas. El proceso parte de un roux, preparado con igual cantidad de grasa como mantequilla y harina, ligado con leche caliente, condimentada con sal, pimienta blanca o nuez moscada. El resultado es una salsa espesa que aporta sabor y consistencia a las comidas.

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La leche puede ser un sustituto ideal de la crema como parte de una sopa o crema de vegetales. Generalmente, se prefiere la crema por ser más espesa y con un mayor contenido de grasa, pero por razones de salud es preferible evitarla. Entonces, una manera de lograr la consistencia deseada, consiste en adicionar yema de huevo a la preparación para que espese de mejor manera.

Otras maneras, son sustituir la mayonesa por yogur natural en los aderezos para las ensaladas o incluir queso en las mismas o utilizarla en los postres como el tradicional arroz con leche, un flan o una crema de naranja o un helado cremoso o la crema pastelera que se elabora llevando a ebullición leche con canela o vainilla, ralladura de naranja o limón. Fuera del fuego se le adiciona azúcar, huevo para dar consistencia y maicena fécula de maíz. Con esta crema se pueden rellenar tartas o acompañar postres variados.

Para almacenar la leche una vez abierta, conserve en su empaque y en la refrigeradora. Considere mantenerla tapada y alejada de alimentos fuertes como la cebolla para evitar que adquieran olores extraños. Consuma antes de 2 ó 3 días de estar abierta en refrigeración. La leche también podría congelarse durante tres semanas, pero en la descongelación podría perder su textura original.

En esta oportunidad les comparto las siguientes recetas:

Espinaca al gratín
Ingredientes
2 cucharadas mantequilla
2 cucharadas harina
½ litro leche
1 cucharadita salsa inglesa
Sal, pimienta y nuez moscada al gusto
1 libra de espinaca
2 huevos
½ taza de zanahoria
1/3 taza miga pan
1/3 taza queso parmesano
1 rama perejil picado
½ taza aceite oliva

Preparación
Derretir la mantequilla en un sartén y agregar de golpe la harina.
Verter la leche caliente, mezclar bien.
Al espesar agregar la salsa inglesa y condimentar con sal, pimienta y nuez moscada.
Retirar del fuego y reservar.
Engrasar un molde refractario, colocar la espinaca cocinada y escurrida, el huevo duro picado y la zanahoria en juliana.
Combinar en un bol, la miga de pan queso parmesano, perejil picado, aceite de oliva, sal, pimienta y nuez moscada.
Colocar la espinaca, la salsa blanca y la mezcla de miga de pan.
Hornear por 20 minutos.

Postre: crema de naranja

Ingredientes:
1 taza de jugo de naranja
2 cucharadas de maicena
2 cucharadas de azúcar
1 ¼ taza de leche
1 yema de huevo

Preparación
Calentar el jugo.
Disolver la maicena y el azúcar en la leche. Incorporar la yema y batir.
Agregar la mezcla al jugo y remover bien para evitar que forme grumos.
Permitir que espese.
Verter en dulceras o en una naranja.
Dejar enfriar.

Republicagt es ajena a la opinión expresada en este artículo

La leche, más que una bebida

Redacción
04 de diciembre, 2016

Los productos lácteos ocupan un lugar importante en la mayoría de las dietas. Se recomienda por tanto consumirlos e incluirlos en la alimentación, pero ¿cómo incluirlos entonces en las comidas?

Nutricionalmente hablando, los lácteos son una importante fuente de proteínas, calcio y vitamina B. Por consiguiente son vitales para lograr tener huesos fuertes y es así como simplemente un vaso de leche o un bol de yogur o requesón o un trozo de queso podrá satisfacer en parte la ingesta diaria. Sin embargo, además de beber la leche se puede incluir en infinidad de platillos.

La leche semidescremada o descremada resulta conveniente para evitar el nivel de grasa. Con la misma se puede elaborar la tradicional salsa bechamel que resulta tan versátil para acompañar un pollo o un pescado o una pasta o unos vegetales gratinados o como base para otras salsas. El proceso parte de un roux, preparado con igual cantidad de grasa como mantequilla y harina, ligado con leche caliente, condimentada con sal, pimienta blanca o nuez moscada. El resultado es una salsa espesa que aporta sabor y consistencia a las comidas.

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La leche puede ser un sustituto ideal de la crema como parte de una sopa o crema de vegetales. Generalmente, se prefiere la crema por ser más espesa y con un mayor contenido de grasa, pero por razones de salud es preferible evitarla. Entonces, una manera de lograr la consistencia deseada, consiste en adicionar yema de huevo a la preparación para que espese de mejor manera.

Otras maneras, son sustituir la mayonesa por yogur natural en los aderezos para las ensaladas o incluir queso en las mismas o utilizarla en los postres como el tradicional arroz con leche, un flan o una crema de naranja o un helado cremoso o la crema pastelera que se elabora llevando a ebullición leche con canela o vainilla, ralladura de naranja o limón. Fuera del fuego se le adiciona azúcar, huevo para dar consistencia y maicena fécula de maíz. Con esta crema se pueden rellenar tartas o acompañar postres variados.

Para almacenar la leche una vez abierta, conserve en su empaque y en la refrigeradora. Considere mantenerla tapada y alejada de alimentos fuertes como la cebolla para evitar que adquieran olores extraños. Consuma antes de 2 ó 3 días de estar abierta en refrigeración. La leche también podría congelarse durante tres semanas, pero en la descongelación podría perder su textura original.

En esta oportunidad les comparto las siguientes recetas:

Espinaca al gratín
Ingredientes
2 cucharadas mantequilla
2 cucharadas harina
½ litro leche
1 cucharadita salsa inglesa
Sal, pimienta y nuez moscada al gusto
1 libra de espinaca
2 huevos
½ taza de zanahoria
1/3 taza miga pan
1/3 taza queso parmesano
1 rama perejil picado
½ taza aceite oliva

Preparación
Derretir la mantequilla en un sartén y agregar de golpe la harina.
Verter la leche caliente, mezclar bien.
Al espesar agregar la salsa inglesa y condimentar con sal, pimienta y nuez moscada.
Retirar del fuego y reservar.
Engrasar un molde refractario, colocar la espinaca cocinada y escurrida, el huevo duro picado y la zanahoria en juliana.
Combinar en un bol, la miga de pan queso parmesano, perejil picado, aceite de oliva, sal, pimienta y nuez moscada.
Colocar la espinaca, la salsa blanca y la mezcla de miga de pan.
Hornear por 20 minutos.

Postre: crema de naranja

Ingredientes:
1 taza de jugo de naranja
2 cucharadas de maicena
2 cucharadas de azúcar
1 ¼ taza de leche
1 yema de huevo

Preparación
Calentar el jugo.
Disolver la maicena y el azúcar en la leche. Incorporar la yema y batir.
Agregar la mezcla al jugo y remover bien para evitar que forme grumos.
Permitir que espese.
Verter en dulceras o en una naranja.
Dejar enfriar.

Republicagt es ajena a la opinión expresada en este artículo