Hace 50 años, el 15 de diciembre de 1966, fallecía uno de los más grandes genios emprendedores y empresariales que ha tenido la humanidad. Una persona creativa, llena de ideas y visiones del futuro, un cerebro lleno de imaginación y una disposición al duro trabajo con ganas de hacer realidad sus sueños y la de los demás. Hablo del gran Walt Disney.
Disney es el creador del ratón “Mickey”, del pato “Donald”, de las famosas películas “Bambi”, “Blanca Nieve y los Siete Enanos”, “Pinocho”, “Fantasía” entre muchas otras que hoy en día casi todo el mundo las ha visto. Por otro lado inició un grupo de parques de diversiones temáticos y de entretenimiento que ahora están en varias partes del mundo llenando de sueños, fantasía e ilusiones a miles de niños y adultos de todas las edades.
¿Quién se imaginaría en aquel entonces que unas ideas y sueños serían hoy toda una realidad? ¿Qué un ratón inanimado se convertiría en la estrella de sus sueños? Donde muchos fracasaron Disney logró el éxito. Cuando comenzaba como dibujante y productor de películas inanimadas tuvo varios desencantos debido a su inocencia en cuanto a los derechos de autor. Esos derechos le jugaron una mala pasada al inicio porque lo que creaba no era de él sino de la empresa para quien trabajaba. Así que decidió, quebrado y sin perder la ilusión, trabajar para sí mismo. No tenía recursos y tuvo que endeudarse con amigos y familia, incluso los mismos trabajadores que confiaban en el tuvieron en algún momento que apoyarle sin cobrar sus sueldos o parte de ellos.
Pero no claudicó a pesar que parecía que todo se le venía en contra. Siguió con sus proyectos con el apoyo de su hermano y comenzó a tener un gran éxito sobretodo cuando sacó a luz la producción del ratón “Mickey” que se conoce mejor como “Mickey Mouse”. La historia de Mickey la puede ver cualquier persona en sus biografías e incluso en Wikipedia. Yo quiero rescatar esos momentos en que este genio creativo rechazaba ofertas que no le convencían porque le alejaban de su sueño, de crear sus propias caricaturas, de seguir sus impulsos creando sus obras. Eso le significó estar desempleado, no tener ingresos, estar en la quiebra económica pero jamás en la quiebra de ideas e ilusiones. En algún momento de su vida pensó abandonar la carrera de la animación pero felizmente para todos consiguió seguir en ello.
Tengo oportunidad de relacionarme con muchos jóvenes estudiantes. Algunos se ven muy inquietos porque quisieran hacer muchas cosas al mismo tiempo y ser exitosos en sus vidas, entiendo en este caso que sus proyectos de emprendimiento logren sobrevivir creando valor para ellos y los demás. Pero cometen un error al desesperare creyendo que todo tiene que lograrse inmediatamente. Que el éxito debe ser instantáneo. No hay nada instantáneo en la vida de los emprendedores. Lo que hay es mucho esfuerzo y trabajo duro persiguiendo una idea, un sueño que de lograrse se convertirá en un éxito.
Me sorprenden los comentarios de muchas personas cuando ven una gran empresa creyendo que los dueños que la formaron no hicieron nada para lograrlo, que fue suerte. La suerte no existe para el que no emprende y no se esfuerza, para el que no trabaja duro. Les dijo a esto jóvenes que hay que comenzar a trabajar y que las oportunidades van apareciendo en la medida en que uno va profundizando en los temas relacionados con el trabajo o proyectos de uno. Y que esas oportunidades son de estudiarlas a fondo y tomarlas arriesgándose. A veces arriesgando todo lo que tienes cuando eres joven. El tiempo dirá si fue una buena oportunidad o no pero no debes dejar de luchar por ella.
Disney es inspirador porque jamás dejó de creer en sus sueños y luchar por ellos a pesar de tantas adversidades que tuvo. Quienes lo ven hoy en día no pueden decir que tuvo suerte. Disney trabajó duro y se levantaba cada vez que caía, siguió y alcanzó el éxito gracias a su perseverancia y porque nunca dejó de creer en lo que hacía y quería.
Sigamos ese ejemplo. Trabajemos duro, esforcémonos y tengamos un sueño, el sueño de crear algo que valga la pena para nosotros mismo y los demás. A pesar de todas las adversidades, sigamos adelante con nuestros sueños.
Republicagt es ajena a la opinión expresada en este artículo
Hace 50 años, el 15 de diciembre de 1966, fallecía uno de los más grandes genios emprendedores y empresariales que ha tenido la humanidad. Una persona creativa, llena de ideas y visiones del futuro, un cerebro lleno de imaginación y una disposición al duro trabajo con ganas de hacer realidad sus sueños y la de los demás. Hablo del gran Walt Disney.
Disney es el creador del ratón “Mickey”, del pato “Donald”, de las famosas películas “Bambi”, “Blanca Nieve y los Siete Enanos”, “Pinocho”, “Fantasía” entre muchas otras que hoy en día casi todo el mundo las ha visto. Por otro lado inició un grupo de parques de diversiones temáticos y de entretenimiento que ahora están en varias partes del mundo llenando de sueños, fantasía e ilusiones a miles de niños y adultos de todas las edades.
¿Quién se imaginaría en aquel entonces que unas ideas y sueños serían hoy toda una realidad? ¿Qué un ratón inanimado se convertiría en la estrella de sus sueños? Donde muchos fracasaron Disney logró el éxito. Cuando comenzaba como dibujante y productor de películas inanimadas tuvo varios desencantos debido a su inocencia en cuanto a los derechos de autor. Esos derechos le jugaron una mala pasada al inicio porque lo que creaba no era de él sino de la empresa para quien trabajaba. Así que decidió, quebrado y sin perder la ilusión, trabajar para sí mismo. No tenía recursos y tuvo que endeudarse con amigos y familia, incluso los mismos trabajadores que confiaban en el tuvieron en algún momento que apoyarle sin cobrar sus sueldos o parte de ellos.
Pero no claudicó a pesar que parecía que todo se le venía en contra. Siguió con sus proyectos con el apoyo de su hermano y comenzó a tener un gran éxito sobretodo cuando sacó a luz la producción del ratón “Mickey” que se conoce mejor como “Mickey Mouse”. La historia de Mickey la puede ver cualquier persona en sus biografías e incluso en Wikipedia. Yo quiero rescatar esos momentos en que este genio creativo rechazaba ofertas que no le convencían porque le alejaban de su sueño, de crear sus propias caricaturas, de seguir sus impulsos creando sus obras. Eso le significó estar desempleado, no tener ingresos, estar en la quiebra económica pero jamás en la quiebra de ideas e ilusiones. En algún momento de su vida pensó abandonar la carrera de la animación pero felizmente para todos consiguió seguir en ello.
Tengo oportunidad de relacionarme con muchos jóvenes estudiantes. Algunos se ven muy inquietos porque quisieran hacer muchas cosas al mismo tiempo y ser exitosos en sus vidas, entiendo en este caso que sus proyectos de emprendimiento logren sobrevivir creando valor para ellos y los demás. Pero cometen un error al desesperare creyendo que todo tiene que lograrse inmediatamente. Que el éxito debe ser instantáneo. No hay nada instantáneo en la vida de los emprendedores. Lo que hay es mucho esfuerzo y trabajo duro persiguiendo una idea, un sueño que de lograrse se convertirá en un éxito.
Me sorprenden los comentarios de muchas personas cuando ven una gran empresa creyendo que los dueños que la formaron no hicieron nada para lograrlo, que fue suerte. La suerte no existe para el que no emprende y no se esfuerza, para el que no trabaja duro. Les dijo a esto jóvenes que hay que comenzar a trabajar y que las oportunidades van apareciendo en la medida en que uno va profundizando en los temas relacionados con el trabajo o proyectos de uno. Y que esas oportunidades son de estudiarlas a fondo y tomarlas arriesgándose. A veces arriesgando todo lo que tienes cuando eres joven. El tiempo dirá si fue una buena oportunidad o no pero no debes dejar de luchar por ella.
Disney es inspirador porque jamás dejó de creer en sus sueños y luchar por ellos a pesar de tantas adversidades que tuvo. Quienes lo ven hoy en día no pueden decir que tuvo suerte. Disney trabajó duro y se levantaba cada vez que caía, siguió y alcanzó el éxito gracias a su perseverancia y porque nunca dejó de creer en lo que hacía y quería.
Sigamos ese ejemplo. Trabajemos duro, esforcémonos y tengamos un sueño, el sueño de crear algo que valga la pena para nosotros mismo y los demás. A pesar de todas las adversidades, sigamos adelante con nuestros sueños.
Republicagt es ajena a la opinión expresada en este artículo