Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

A ti

Redacción
17 de diciembre, 2016

Parte de nuestra formación como seres humanos viene de la admiración. De alguna manera aspiramos a aquellas cosas que otros han logrado. Y no importa que tan cerca o lejos estamos o si conocemos o no a esas personas. Nos dan pista de como andar en el camino. Igual y no tomamos el mismo, y solo nos guiamos en su preparación y forma de caminar en nuestro propio destino. Hoy es 17 de diciembre y hay vidas que celebrar. Una que lejana y la otra que me ha acompañado desde que nací.

El Papa Francisco cumple hoy 80 años. Y más allá de admirarlo por ser la figura que representa en este instante, lo admiro por la manera en la que ha elegido vivir su vida. Tomó la decisión de ser sacerdote y no contento con eso decidió ser uno fuera de serie. Su humildad, humor, sencillez para hablar y actitud nos ha llevado a admirarlo siempre un poco más. Y vaya que su humildad es aplastante, cuando fue al Conclave le dijo a su hermana: ¡Ya regreso! Porque de seguro nunca pasó por su mente que llegaría a ser Papa. Pero hoy es un buen día para cumplir su único deseo de siempre: “Recen por mí.” Una vida que está lejos y admiro mucho desde que me enteré de ella.

Y ahora hablaré de una vida que he tenido cerca desde antes de nacer. Hoy también es el cumpleaños de mi tía. Una persona de la que he aprendido mucho. (Tanto que si no no estaría escribiendo sobre ella.) Sin duda que fue mi primera amiga y una de las pocas personas que me entiende. Siempre está ahí conmigo y me ha ayudado en todo, desde aprender a hablar hasta entender un poco más que el esfuerzo siempre recompensa. Y que, aunque no mencione muchas de estas cosas que estoy escribiendo, las siento desde lo más profundo de mi corazón.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

Llegó el momento de decirte gracias por todas las cosas que has hecho por mí, hada madrina. Gracias por estar siempre y por enseñarme tanto. Estoy segura que sin ti mi vida no sería tan feliz. Es gracias a tu ejemplo que sé que no hay excusas para salir adelante. Ahora recuerdo muy feliz, y con bastante orgullo, cuando de más pequeña me decían que nos parecíamos. ¡Qué bonito parecerse a alguien como tú! Gracias por siempre creer en mis sueños y defenderlos conmigo, por enseñarme a confiar en ellos. Y por defenderme siempre a mí.

Espero que este nuevo año que viene para ti este lleno solo de cosas buenas, porque eso es lo que te merecés. Que te traiga mucha salud, alegría, sitios por conocer y nuevas cosas que aprender. Que te traiga mucha buena vida, que nos dé más aventuras juntas, pero sobre todo más risas. Te quiero muchísimo, gracias por siempre estar para mí, por ser mi amiga y siempre aconsejarme; pero sobre todo gracias por ser mi ejemplo y dejarme admirarte desde cerca.

Republicagt es ajena a la opinión expresada en este artículo

A ti

Redacción
17 de diciembre, 2016

Parte de nuestra formación como seres humanos viene de la admiración. De alguna manera aspiramos a aquellas cosas que otros han logrado. Y no importa que tan cerca o lejos estamos o si conocemos o no a esas personas. Nos dan pista de como andar en el camino. Igual y no tomamos el mismo, y solo nos guiamos en su preparación y forma de caminar en nuestro propio destino. Hoy es 17 de diciembre y hay vidas que celebrar. Una que lejana y la otra que me ha acompañado desde que nací.

El Papa Francisco cumple hoy 80 años. Y más allá de admirarlo por ser la figura que representa en este instante, lo admiro por la manera en la que ha elegido vivir su vida. Tomó la decisión de ser sacerdote y no contento con eso decidió ser uno fuera de serie. Su humildad, humor, sencillez para hablar y actitud nos ha llevado a admirarlo siempre un poco más. Y vaya que su humildad es aplastante, cuando fue al Conclave le dijo a su hermana: ¡Ya regreso! Porque de seguro nunca pasó por su mente que llegaría a ser Papa. Pero hoy es un buen día para cumplir su único deseo de siempre: “Recen por mí.” Una vida que está lejos y admiro mucho desde que me enteré de ella.

Y ahora hablaré de una vida que he tenido cerca desde antes de nacer. Hoy también es el cumpleaños de mi tía. Una persona de la que he aprendido mucho. (Tanto que si no no estaría escribiendo sobre ella.) Sin duda que fue mi primera amiga y una de las pocas personas que me entiende. Siempre está ahí conmigo y me ha ayudado en todo, desde aprender a hablar hasta entender un poco más que el esfuerzo siempre recompensa. Y que, aunque no mencione muchas de estas cosas que estoy escribiendo, las siento desde lo más profundo de mi corazón.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

Llegó el momento de decirte gracias por todas las cosas que has hecho por mí, hada madrina. Gracias por estar siempre y por enseñarme tanto. Estoy segura que sin ti mi vida no sería tan feliz. Es gracias a tu ejemplo que sé que no hay excusas para salir adelante. Ahora recuerdo muy feliz, y con bastante orgullo, cuando de más pequeña me decían que nos parecíamos. ¡Qué bonito parecerse a alguien como tú! Gracias por siempre creer en mis sueños y defenderlos conmigo, por enseñarme a confiar en ellos. Y por defenderme siempre a mí.

Espero que este nuevo año que viene para ti este lleno solo de cosas buenas, porque eso es lo que te merecés. Que te traiga mucha salud, alegría, sitios por conocer y nuevas cosas que aprender. Que te traiga mucha buena vida, que nos dé más aventuras juntas, pero sobre todo más risas. Te quiero muchísimo, gracias por siempre estar para mí, por ser mi amiga y siempre aconsejarme; pero sobre todo gracias por ser mi ejemplo y dejarme admirarte desde cerca.

Republicagt es ajena a la opinión expresada en este artículo