Un nuevo año inicia, y con él se contemplan 365 nuevas posibilidades para un país que necesita de esperanza para convertirse en una nación prospera, en el que por supuesto las metas deben ir acompañadas del trabajo duro de cada uno de nosotros ya que solo así podremos salir vencedores de un panorama sombrío que por años ha mantenido así a Guatemala.
Hay que recordar que la sombra del desempleo, el analfabetismo, la salud precaria, y la inseguridad siempre presentes en un pueblo, pero por eso merecemos de una oportunidad de salir de las sombras que solo causan dolor y desesperanza a sus habitantes.
Estamos expuestos a un sin número de problemas, que por ahora se percibe no pueden ser resueltos y de hecho algunos funcionarios lo sienten así y únicamente esperan a ver qué pasa y esperando a obtener algún tipo de beneficio propio, y por eso me pregunto ¿será que los malos son los privilegiados en un sistema como el nuestro?
Espero que la respuesta a esta pregunta sea un no, pero la memoria y pruebas nos han demostrado lo contrario, por eso espero que sean los buenos guatemaltecos los que empiecen a tomar las riendas del país, porque en realidad necesitamos de decisiones inteligentes.
Este nuevo año empieza y claro la esperanza está en todos nosotros, por eso esperamos que los buenos augurios se logren concretar en acciones y que en verdad se vean los cambios, no solo en el gobierno sino también en nuestro actuar, ojalá este sea el año en que todos estos buenos propósitos se cumplan.
La realidad ahora nos pega duro y ese mismo peso nos está llevando al colapso, algo que muchos han logrado profetizar de diferentes maneras.
Soy de la idea que debemos trabajar para dejar una huella positiva en lo que hacemos, pues con esfuerzo es que se saca a un país adelante, y solo cuando dejemos de pensar en el bien propio para pensar en el común lograremos avanzar para extinguir males como la corrupción, y violencia que tanto daño nos hacen a diario.
Creo en la esperanza de un futuro mejor para los buenos guatemaltecos que trabajamos para heredar a nuestros hijos una sociedad diferente en donde tengan acceso a educación, salud, seguridad, es decir una vida digna y mucho más sencilla para cubrir todas las necesidades básicas.
Republicagt es ajena a la opinión expresada en este artículo
Un nuevo año inicia, y con él se contemplan 365 nuevas posibilidades para un país que necesita de esperanza para convertirse en una nación prospera, en el que por supuesto las metas deben ir acompañadas del trabajo duro de cada uno de nosotros ya que solo así podremos salir vencedores de un panorama sombrío que por años ha mantenido así a Guatemala.
Hay que recordar que la sombra del desempleo, el analfabetismo, la salud precaria, y la inseguridad siempre presentes en un pueblo, pero por eso merecemos de una oportunidad de salir de las sombras que solo causan dolor y desesperanza a sus habitantes.
Estamos expuestos a un sin número de problemas, que por ahora se percibe no pueden ser resueltos y de hecho algunos funcionarios lo sienten así y únicamente esperan a ver qué pasa y esperando a obtener algún tipo de beneficio propio, y por eso me pregunto ¿será que los malos son los privilegiados en un sistema como el nuestro?
Espero que la respuesta a esta pregunta sea un no, pero la memoria y pruebas nos han demostrado lo contrario, por eso espero que sean los buenos guatemaltecos los que empiecen a tomar las riendas del país, porque en realidad necesitamos de decisiones inteligentes.
Este nuevo año empieza y claro la esperanza está en todos nosotros, por eso esperamos que los buenos augurios se logren concretar en acciones y que en verdad se vean los cambios, no solo en el gobierno sino también en nuestro actuar, ojalá este sea el año en que todos estos buenos propósitos se cumplan.
La realidad ahora nos pega duro y ese mismo peso nos está llevando al colapso, algo que muchos han logrado profetizar de diferentes maneras.
Soy de la idea que debemos trabajar para dejar una huella positiva en lo que hacemos, pues con esfuerzo es que se saca a un país adelante, y solo cuando dejemos de pensar en el bien propio para pensar en el común lograremos avanzar para extinguir males como la corrupción, y violencia que tanto daño nos hacen a diario.
Creo en la esperanza de un futuro mejor para los buenos guatemaltecos que trabajamos para heredar a nuestros hijos una sociedad diferente en donde tengan acceso a educación, salud, seguridad, es decir una vida digna y mucho más sencilla para cubrir todas las necesidades básicas.
Republicagt es ajena a la opinión expresada en este artículo