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Vuelve el absurdo del políticamente correcto

Betty Marroquin
08 de enero, 2017

Después de que el Secretario de Estado saliente, el ilustre ex Senador John Kerry, dijera que “judío y democrático” no pueden ir de la mano, hemos visto una creciente oleada de noticias absurdas en los medios internacionales. Que si España incluirá Ramadán entre los feriados oficiales, o que en París acusan a Israel de racista, entre otros. Francamente creo que ni con todos los ataques terroristas imaginables perpetrados por fundamentalistas islámicos en París, los franceses se bajarán de su caballo políticamente correcto y admitirán que es absurdo continuar defendiendo una enfermedad social que pulula en su país. Y España, igual que sus vecinos.

Si lo vemos con frialdad, el único país en el Oriente Medio que tiene un sistema democrático es Israel. En su Parlamento coexisten representantes de religión hebraica, lo mismo que quienes profesan el Islam o el Cristianismo. Que por favor alguien me diga, si me equivoco, si existen Cristianos en algún cargo gubernamental representativo en algún país de corte islámico.

Ah, pero en Occidente quieren imponer una serie de medidas “Islam friendly” los ilustres gobernantes, especialmente algunos de los genios del G8. Se empeñan en hacer sentir bienvenidos a los señores fanáticos religiosos que profesan el Islam, aún a costa de ir en contra de la misma naturaleza de sus propias culturas. En Francia, uno de los propulsores del amor libre, ahora resulta que llevar una estrella de David es un problema, pero no así cubrirse con un burka. ¿Qué diría Emile Armand, entre otros, de esta mentalidad de hoy?

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España, dónde el flamenco sexy y fuerte pone a la mujer en un plano protagónico, casi valiente, lejos de la dama que vive su vida detrás de un velo, o debajo de un burka, ahora quiere imponer hasta Ramadán como fiesta nacional. ¿Será que en Arabia Saudita impondrán un día la Semana Santa como parte de su calendario de festividades religiosas? Si yo que disfruto vestir en falda arriba de la rodilla y tacones altísimos tuviera, por alguna razón exótica del destino, que irme a vivir a un país musulmán, seguramente vestiría conforme a la ley del país anfitrión. Quizás rezaría escondida mi amado Padre Nuestro y llevaría mis emblemas Cristianos escondidos. Respetaría la ley y acataría las usanzas del país. Y si no me gustara, o me aguanto o me mudo. Porqué entonces estos fanáticos se mudan a nuestros países y quieren imponernos su vestimenta, su mentalidad, sus costumbres alterando nuestra esencia. Y peor aún, ¿porqué se los permitimos?

¿Qué es lo peor que puede pasar si no los complacemos? Que nos pongan alguna que otra bomba y traten de asesinar un número de compatriotas. Ah, pero ya lo hacen igual, así que no veo la novedad. Me pregunto hasta cuando agacharemos la cabeza en Occidente, mientras a nuestros hermanos Cristianos se las cortan en los países de religión islámica. Y más aún, hasta cuando permitiremos que apunten con el dedo a Israel, y continúen atacando a los judíos por doquier. Es el único país de toda esa región que posee una cultura similar a la nuestra. El único que es democrático y que ha hecho de un desierto un jardín.

¿Cuántos científicos judíos han contribuido a la humanidad con tratamientos, curas y medicamentos, o inventado algo que hoy día consideramos esenciales o elementales? Que me enumeren al menos 20 del mundo islámico que hayan hecho lo mismo. En el campo agrícola, la moderna tecnología de irrigación por goteo, entre otras muchas técnicas, vienen de Israel. Entre otra infinidad de inventos útiles, los judíos inventaron el latex, las barbies, el oso de peluche, el bolígrafo, la antropología, el baseball, el psicoanálisis. Judíos han sido claves en avances en química, física, economía, lingüística, literatura, matemática, filosofía, música, sociología, literatura, tecnología, ciencias biomédicas, y más judíos han ganado premios Nobel de química, economía, física y medicina que cualquier otro grupo racial.

Ah, pero Israel debe desaparecer de la faz de la tierra, y los judíos deben morir, según sus vecinos. Y nosotros, los Cristianos, nos quedaremos impávidos aplaudiendo a los terroristas que gritan “muerte a Israel” y condenando a los judíos. ¿Tiene eso lógica alguna? No.

Republicagt es ajena a la opinión expresada en este artículo

Vuelve el absurdo del políticamente correcto

Betty Marroquin
08 de enero, 2017

Después de que el Secretario de Estado saliente, el ilustre ex Senador John Kerry, dijera que “judío y democrático” no pueden ir de la mano, hemos visto una creciente oleada de noticias absurdas en los medios internacionales. Que si España incluirá Ramadán entre los feriados oficiales, o que en París acusan a Israel de racista, entre otros. Francamente creo que ni con todos los ataques terroristas imaginables perpetrados por fundamentalistas islámicos en París, los franceses se bajarán de su caballo políticamente correcto y admitirán que es absurdo continuar defendiendo una enfermedad social que pulula en su país. Y España, igual que sus vecinos.

Si lo vemos con frialdad, el único país en el Oriente Medio que tiene un sistema democrático es Israel. En su Parlamento coexisten representantes de religión hebraica, lo mismo que quienes profesan el Islam o el Cristianismo. Que por favor alguien me diga, si me equivoco, si existen Cristianos en algún cargo gubernamental representativo en algún país de corte islámico.

Ah, pero en Occidente quieren imponer una serie de medidas “Islam friendly” los ilustres gobernantes, especialmente algunos de los genios del G8. Se empeñan en hacer sentir bienvenidos a los señores fanáticos religiosos que profesan el Islam, aún a costa de ir en contra de la misma naturaleza de sus propias culturas. En Francia, uno de los propulsores del amor libre, ahora resulta que llevar una estrella de David es un problema, pero no así cubrirse con un burka. ¿Qué diría Emile Armand, entre otros, de esta mentalidad de hoy?

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España, dónde el flamenco sexy y fuerte pone a la mujer en un plano protagónico, casi valiente, lejos de la dama que vive su vida detrás de un velo, o debajo de un burka, ahora quiere imponer hasta Ramadán como fiesta nacional. ¿Será que en Arabia Saudita impondrán un día la Semana Santa como parte de su calendario de festividades religiosas? Si yo que disfruto vestir en falda arriba de la rodilla y tacones altísimos tuviera, por alguna razón exótica del destino, que irme a vivir a un país musulmán, seguramente vestiría conforme a la ley del país anfitrión. Quizás rezaría escondida mi amado Padre Nuestro y llevaría mis emblemas Cristianos escondidos. Respetaría la ley y acataría las usanzas del país. Y si no me gustara, o me aguanto o me mudo. Porqué entonces estos fanáticos se mudan a nuestros países y quieren imponernos su vestimenta, su mentalidad, sus costumbres alterando nuestra esencia. Y peor aún, ¿porqué se los permitimos?

¿Qué es lo peor que puede pasar si no los complacemos? Que nos pongan alguna que otra bomba y traten de asesinar un número de compatriotas. Ah, pero ya lo hacen igual, así que no veo la novedad. Me pregunto hasta cuando agacharemos la cabeza en Occidente, mientras a nuestros hermanos Cristianos se las cortan en los países de religión islámica. Y más aún, hasta cuando permitiremos que apunten con el dedo a Israel, y continúen atacando a los judíos por doquier. Es el único país de toda esa región que posee una cultura similar a la nuestra. El único que es democrático y que ha hecho de un desierto un jardín.

¿Cuántos científicos judíos han contribuido a la humanidad con tratamientos, curas y medicamentos, o inventado algo que hoy día consideramos esenciales o elementales? Que me enumeren al menos 20 del mundo islámico que hayan hecho lo mismo. En el campo agrícola, la moderna tecnología de irrigación por goteo, entre otras muchas técnicas, vienen de Israel. Entre otra infinidad de inventos útiles, los judíos inventaron el latex, las barbies, el oso de peluche, el bolígrafo, la antropología, el baseball, el psicoanálisis. Judíos han sido claves en avances en química, física, economía, lingüística, literatura, matemática, filosofía, música, sociología, literatura, tecnología, ciencias biomédicas, y más judíos han ganado premios Nobel de química, economía, física y medicina que cualquier otro grupo racial.

Ah, pero Israel debe desaparecer de la faz de la tierra, y los judíos deben morir, según sus vecinos. Y nosotros, los Cristianos, nos quedaremos impávidos aplaudiendo a los terroristas que gritan “muerte a Israel” y condenando a los judíos. ¿Tiene eso lógica alguna? No.

Republicagt es ajena a la opinión expresada en este artículo