El Foro Económico de Davos, que se celebra anualmente en la ciudad de Davos, Suiza, tomó lugar del 17 al 20 de enero. Destacados líderes empresariales, economistas, políticos, académicos y artistas se reúnen cada año para discutir las distintas problemáticas mundiales y el futuro de la economía. Sin duda este año el tema que captó la atención fue populismo y los cambios por los que atraviesa el sistema internacional, hechos que no se anticiparon en la edición anterior del Foro como el Brexit, el triunfo de Trump y los movimientos populistas en Europa y países occidentales. El lema central en esta nueva edición del Foro fue: “Liderazgo responsable y receptivo” y se abordaron cuatro desafíos importantes: Fortalecer la colaboración mundial, revitalizar el crecimiento económico, reformar el capitalismo y prepararse para la cuarta revolución industrial. El objetivo del Foro de Davos es generar diálogos entre países, instituciones y personas sobreponiendo los valores compartidos. El Foro ha servido de espacio para lograr importantes acuerdos internacionales para la paz y el desarrollo.
En esta edición del prestigioso Foro un líder en particular captó la atención por su presencia en Davos y fue el Presidente de la República Popular de China, Xi Jinping para hablar en defensa de la globalización y el libre comercio mundial. Su presencia en Davos es la primera en la historia de un líder Chino y su aparición fue cuidadosamente planificada incluso antes de que ganara Trump la Presidencia de los Estados Unidos. Preocupado por la llegada de Trump al poder y sus posiciones frontales contra China en términos comerciales y posturas anti globalización, el Presidente Xi se presentó como el defensor y líder de la globalización, el comercio internacional y el mantenimiento del actual orden económico mundial.
China adoptó un modelo económico capitalista desde 1978 que ha sido notablemente exitoso y su adhesión a la Organización Mundial del Comercio en diciembre de 2001, ha hecho que tome un liderazgo en términos de libre comercio, al punto que se ha llegado a convertir en un motor económico mundial. Por eso el discurso de Xi fue sobre la defensa a la globalización.
En su intervención de apertura del Foro de Davos, el Presidente Xi fue muy incisivo instando a los líderes mundiales a fomentar el libre comercio, la promoción de inversiones, la facilitación comercial y ofreció a los empresarios mayores incentivos en China que versan sobre mayores garantías a la seguridad de las inversiones en China, expandir el acceso al mercado para inversiones extranjeras, más zonas francas, fortalecer los derechos de propiedad y un mercado chino más transparente y mejor regulado. Sin duda este ofrecimiento es para contrarrestar las declaraciones de Trump respecto a la economía china y sus intenciones de elevar los aranceles a 45% a los productos fabricados en el gigante asiático.
La presencia del Presidente Xi en Davos fue oportuna en el contexto indicado días antes de que Trump asumiera la Presidencia. En su discurso, Xi defiende que los problemas de la economía mundial no proceden de la globalización; y que la crisis financiera no fue por la globalización sino por la falta de una regulación adecuada y la búsqueda de beneficios. También advirtió que si los Estados Unidos no está dispuesto a seguir con la globalización entonces China tomará ese liderazgo anunciando, lo que deja entrever un cambio geopolítico. El Presidente Xi promovió ante los líderes mundiales un nuevo modelo de crecimiento inclusivo mediante la innovación y tener una mejor coordinación entre países. No obstante, las aspiraciones de Xi se ven truncadas por problemas internos que impiden a China a asumir ese liderazgo, ya que sus nociones de globalización se perciben como selectivas y altamente defectuosas hacia el multilateralismo. Su presencia en Davos envía claras señales de la determinación de China de defender el actual sistema económico mundial, la globalización y el comercio mundial ante la llegada de Trump, que sin duda captó la atención de los participantes incluyendo al entonces Vicepresidente de los Estados Unidos, Joe Biden, quien estuvo presente en el Foro. Y por último, Xi instó a los líderes mundiales a decir No al proteccionismo.
En representación de Trump estuvo su Asesor económico de campaña, Anthony Scaramucci, quien se enfrentó a una audiencia hostil, reiteró en el Foro que la política económica de Trump de “Primero América” es buena para el resto del mundo. Algunos, en realidad muy pocos, CEOs que presenciaron el Foro han expresado que las políticas de Trump pueden ser buenas para la economía basados en estudios elaborados como PricewaterhouseCoopers. Scaramucci trató de tranquilizar los nervios a los líderes mundiales ante la llegada de Trump describiéndolo como un hombre muy sensato.
Sin duda, el tema que dominaba las conversaciones informales de los líderes era la llegada de Trump a la Presidencia de los Estados Unidos y las posturas antiglobalización y el populismo. El miedo de los líderes mundiales va más sobre la línea proteccionista, aislamiento y la inexperiencia política e impulsiva de Trump..
Es importante destacar que las posturas entre Xi y Trump difieren en torno al comercio y la globalización. Xi, con una posición más sensata, expresó que no habrá ningún ganador en una guerra comercial. Mientras que el representante de Trump, Scaramucci, un inversor de alto riesgo, comentó que confiaba que los Estados Unidos ganaría una guerra comercial con China.
En conclusión, la intervención en Davos del Presidente de China se dio en un contexto estratégico importante ante las posturas de Trump en torno al sistema internacional, el aislamiento, el proteccionismo y el antisistema, nociones que son adversas a las posturas que Estados Unidos se ha encargado de ir formulando y liderando durante varias administraciones. Los participantes en Davos parecían estar más preocupados por el contexto político internacional por el que atraviesa el mundo reflejado en 2016 que por el campo económico ante la incertidumbre de lo que sucederá durante la administración de Trump.
Republicagt es ajena a la opinión expresada en este artículo
El Foro Económico de Davos, que se celebra anualmente en la ciudad de Davos, Suiza, tomó lugar del 17 al 20 de enero. Destacados líderes empresariales, economistas, políticos, académicos y artistas se reúnen cada año para discutir las distintas problemáticas mundiales y el futuro de la economía. Sin duda este año el tema que captó la atención fue populismo y los cambios por los que atraviesa el sistema internacional, hechos que no se anticiparon en la edición anterior del Foro como el Brexit, el triunfo de Trump y los movimientos populistas en Europa y países occidentales. El lema central en esta nueva edición del Foro fue: “Liderazgo responsable y receptivo” y se abordaron cuatro desafíos importantes: Fortalecer la colaboración mundial, revitalizar el crecimiento económico, reformar el capitalismo y prepararse para la cuarta revolución industrial. El objetivo del Foro de Davos es generar diálogos entre países, instituciones y personas sobreponiendo los valores compartidos. El Foro ha servido de espacio para lograr importantes acuerdos internacionales para la paz y el desarrollo.
En esta edición del prestigioso Foro un líder en particular captó la atención por su presencia en Davos y fue el Presidente de la República Popular de China, Xi Jinping para hablar en defensa de la globalización y el libre comercio mundial. Su presencia en Davos es la primera en la historia de un líder Chino y su aparición fue cuidadosamente planificada incluso antes de que ganara Trump la Presidencia de los Estados Unidos. Preocupado por la llegada de Trump al poder y sus posiciones frontales contra China en términos comerciales y posturas anti globalización, el Presidente Xi se presentó como el defensor y líder de la globalización, el comercio internacional y el mantenimiento del actual orden económico mundial.
China adoptó un modelo económico capitalista desde 1978 que ha sido notablemente exitoso y su adhesión a la Organización Mundial del Comercio en diciembre de 2001, ha hecho que tome un liderazgo en términos de libre comercio, al punto que se ha llegado a convertir en un motor económico mundial. Por eso el discurso de Xi fue sobre la defensa a la globalización.
En su intervención de apertura del Foro de Davos, el Presidente Xi fue muy incisivo instando a los líderes mundiales a fomentar el libre comercio, la promoción de inversiones, la facilitación comercial y ofreció a los empresarios mayores incentivos en China que versan sobre mayores garantías a la seguridad de las inversiones en China, expandir el acceso al mercado para inversiones extranjeras, más zonas francas, fortalecer los derechos de propiedad y un mercado chino más transparente y mejor regulado. Sin duda este ofrecimiento es para contrarrestar las declaraciones de Trump respecto a la economía china y sus intenciones de elevar los aranceles a 45% a los productos fabricados en el gigante asiático.
La presencia del Presidente Xi en Davos fue oportuna en el contexto indicado días antes de que Trump asumiera la Presidencia. En su discurso, Xi defiende que los problemas de la economía mundial no proceden de la globalización; y que la crisis financiera no fue por la globalización sino por la falta de una regulación adecuada y la búsqueda de beneficios. También advirtió que si los Estados Unidos no está dispuesto a seguir con la globalización entonces China tomará ese liderazgo anunciando, lo que deja entrever un cambio geopolítico. El Presidente Xi promovió ante los líderes mundiales un nuevo modelo de crecimiento inclusivo mediante la innovación y tener una mejor coordinación entre países. No obstante, las aspiraciones de Xi se ven truncadas por problemas internos que impiden a China a asumir ese liderazgo, ya que sus nociones de globalización se perciben como selectivas y altamente defectuosas hacia el multilateralismo. Su presencia en Davos envía claras señales de la determinación de China de defender el actual sistema económico mundial, la globalización y el comercio mundial ante la llegada de Trump, que sin duda captó la atención de los participantes incluyendo al entonces Vicepresidente de los Estados Unidos, Joe Biden, quien estuvo presente en el Foro. Y por último, Xi instó a los líderes mundiales a decir No al proteccionismo.
En representación de Trump estuvo su Asesor económico de campaña, Anthony Scaramucci, quien se enfrentó a una audiencia hostil, reiteró en el Foro que la política económica de Trump de “Primero América” es buena para el resto del mundo. Algunos, en realidad muy pocos, CEOs que presenciaron el Foro han expresado que las políticas de Trump pueden ser buenas para la economía basados en estudios elaborados como PricewaterhouseCoopers. Scaramucci trató de tranquilizar los nervios a los líderes mundiales ante la llegada de Trump describiéndolo como un hombre muy sensato.
Sin duda, el tema que dominaba las conversaciones informales de los líderes era la llegada de Trump a la Presidencia de los Estados Unidos y las posturas antiglobalización y el populismo. El miedo de los líderes mundiales va más sobre la línea proteccionista, aislamiento y la inexperiencia política e impulsiva de Trump..
Es importante destacar que las posturas entre Xi y Trump difieren en torno al comercio y la globalización. Xi, con una posición más sensata, expresó que no habrá ningún ganador en una guerra comercial. Mientras que el representante de Trump, Scaramucci, un inversor de alto riesgo, comentó que confiaba que los Estados Unidos ganaría una guerra comercial con China.
En conclusión, la intervención en Davos del Presidente de China se dio en un contexto estratégico importante ante las posturas de Trump en torno al sistema internacional, el aislamiento, el proteccionismo y el antisistema, nociones que son adversas a las posturas que Estados Unidos se ha encargado de ir formulando y liderando durante varias administraciones. Los participantes en Davos parecían estar más preocupados por el contexto político internacional por el que atraviesa el mundo reflejado en 2016 que por el campo económico ante la incertidumbre de lo que sucederá durante la administración de Trump.
Republicagt es ajena a la opinión expresada en este artículo