Reducir la planilla del personal permanente fue la principal motivación de las autoridades del Congreso al impulsar el programa de retiro voluntario, al cual se acogieron 250 trabajadores, y para lo cual destinaron Q30 millones para el pago de indemnizaciones.
Muchos se llevaron una buena suma de dinero por los cinco salarios adicionales que establecía la Ley de Servicio Civil a cambio de renunciar voluntariamente a su plaza. Fue normal escuchar en pasillos del Legislativo que destinarían el dinero para cancelar deudas, abrir un negocio o bien para adquirir otros bienes.
El retiro voluntario estuvo vigente seis meses
Sin embargo, algunos de estos empleados se arrepintieron de su decisión, supuestamente al darse cuenta que la plaza que tenían en el Congreso no la encontrarían en otro lugar y por ello buscan regresar. Aunque no podrían optar a una plaza permanente, sí tienen la posibilidad de hacerlo en otros renglones (022 y 029) ya que la ley no lo prohíbe.
Se le consultó al presidente del Congreso, Oscar Chinchilla, si éstas personas tienen las puertas abiertas y declaró que será un “tema a evaluar”.
“Un empleado permanente no puede renunciar y volver a hacer incluido. No debería darse esta situación ya que por eso existió un retiro voluntario, pero veremos las solicitudes”, declaró.
El artículo fue incluido en la Ley de Servicio Civil del Organismo Legislativo.
Algunas personas cercanas a la Junta Directiva del año pasado confirmaron, fuera de grabación, que sabían que algunos estaban buscando regresar.
“Dónde van a ganar el salario que tenían aquí”, reconoció; sin embargo, dejaron claro que las nuevas contrataciones tendrán que regirse bajo la Ley de Servicio Civil aprobada en julio pasado. Se le consultó al expresidente Mario Taracena, pero no quiso dar declaraciones acerca del tema.
El sindicato siempre rechazó las acciones de Mario Taracena como Presidente del Congreso.
¿Cuánto ganaban los trabajadores?
Un directivo de la Unidad de Fiscalización y Transparencia ganaba Q59, 941. Al acogerse al retiro voluntario recibió los 10 salarios en concepto de indemnización y cinco salarios adicionales. Un editor de sesiones que laboraba en el Congreso desde 1987, tenía un salario de Q39, 537 mensuales.
250 personas se acogieron al retiro voluntario, según la Unidad de Acceso a la Información
Un conserje que ganaba Q30 mil y sumaba más de 20 años de trabajo, se fue con una fuerte suma de dinero en concepto de indemnización. El salario más bajo que registra el retiro voluntario fue el de una secretaria que ingresó en el 2013 y tenía un salario de Q4,763 mensuales.
Aunque la ley no les prohíbe regresar, es un hecho que incumplen con el espíritu de la normativa que buscaba reducir la planilla de trabajadores y por ello será la Junta Directiva la que decidirá si las personas tienen posibilidades de volver, o bien deberán tocar puertas en otro lugar.
Reducir la planilla del personal permanente fue la principal motivación de las autoridades del Congreso al impulsar el programa de retiro voluntario, al cual se acogieron 250 trabajadores, y para lo cual destinaron Q30 millones para el pago de indemnizaciones.
Muchos se llevaron una buena suma de dinero por los cinco salarios adicionales que establecía la Ley de Servicio Civil a cambio de renunciar voluntariamente a su plaza. Fue normal escuchar en pasillos del Legislativo que destinarían el dinero para cancelar deudas, abrir un negocio o bien para adquirir otros bienes.
El retiro voluntario estuvo vigente seis meses
Sin embargo, algunos de estos empleados se arrepintieron de su decisión, supuestamente al darse cuenta que la plaza que tenían en el Congreso no la encontrarían en otro lugar y por ello buscan regresar. Aunque no podrían optar a una plaza permanente, sí tienen la posibilidad de hacerlo en otros renglones (022 y 029) ya que la ley no lo prohíbe.
Se le consultó al presidente del Congreso, Oscar Chinchilla, si éstas personas tienen las puertas abiertas y declaró que será un “tema a evaluar”.
“Un empleado permanente no puede renunciar y volver a hacer incluido. No debería darse esta situación ya que por eso existió un retiro voluntario, pero veremos las solicitudes”, declaró.
El artículo fue incluido en la Ley de Servicio Civil del Organismo Legislativo.
Algunas personas cercanas a la Junta Directiva del año pasado confirmaron, fuera de grabación, que sabían que algunos estaban buscando regresar.
“Dónde van a ganar el salario que tenían aquí”, reconoció; sin embargo, dejaron claro que las nuevas contrataciones tendrán que regirse bajo la Ley de Servicio Civil aprobada en julio pasado. Se le consultó al expresidente Mario Taracena, pero no quiso dar declaraciones acerca del tema.
El sindicato siempre rechazó las acciones de Mario Taracena como Presidente del Congreso.
¿Cuánto ganaban los trabajadores?
Un directivo de la Unidad de Fiscalización y Transparencia ganaba Q59, 941. Al acogerse al retiro voluntario recibió los 10 salarios en concepto de indemnización y cinco salarios adicionales. Un editor de sesiones que laboraba en el Congreso desde 1987, tenía un salario de Q39, 537 mensuales.
250 personas se acogieron al retiro voluntario, según la Unidad de Acceso a la Información
Un conserje que ganaba Q30 mil y sumaba más de 20 años de trabajo, se fue con una fuerte suma de dinero en concepto de indemnización. El salario más bajo que registra el retiro voluntario fue el de una secretaria que ingresó en el 2013 y tenía un salario de Q4,763 mensuales.
Aunque la ley no les prohíbe regresar, es un hecho que incumplen con el espíritu de la normativa que buscaba reducir la planilla de trabajadores y por ello será la Junta Directiva la que decidirá si las personas tienen posibilidades de volver, o bien deberán tocar puertas en otro lugar.