Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

La basura bajo la alfombra

Redacción República
02 de marzo, 2017

Guatemala es un país hermoso pero lleno de basura por todos lados.  Honduras demandó hace poco a nuestro país porque sus playas y costas fronterizas se han llenado de basura arrastrada por el río Motagua.  Los ríos, lagos y playas de nuestro país, así como casi todos los puentes y terrenos baldíos o muchos municipales están también llenos de basura.  Quiero compartir algunas reflexiones sobre este tema que me preocupa bastante pero que está mal enfocado.

Algunos diputados están proponiendo leyes que van desde prohibir algunos productos como el plástico hasta ponerles algún impuesto.  Pienso que esto es desviar el tema del problema principal que consiste en que tiramos la basura en cualquier lugar y no en los basureros como corresponde.  Es como barrer y tirar la basura bajo la alfombra.  Uno cree que al esconder la basura bajo la alfombra ya no hay basura, pero ahí está y si la alfombra se mueve se vuelve a ensuciar todo.  Es un acto de irresponsabilidad y de haraganería por no hacer las cosas bien desde el principio y cuyo ejemplo viene perfectamente al caso con lo que pasa en el país.

Basura hay de todo tipo y no tiene la culpa de existir.  El culpable somos nosotros, las personas, que la tiramos donde nos da la gana.  El otro día venía atrás de un microbús de pasajeros y por las ventanas iban tirando basura a cada rato.  Lo mismo vi de un auto lujoso que en plena ciudad el copiloto abrió la ventana y tiró basura como si nada pasara.  La gente se beneficia de los productos que consume, pero luego le importa un bledo donde tirar el desperdicio.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

El problema no se soluciona prohibiendo algunos materiales ni imponiéndoles impuestos.  El problema se soluciona tirando la basura en su lugar.  Existen leyes y reglamentos que multan a quienes tiran la basura en la calle, pero no hay certeza ante la ley de aplicarlas.  Por eso, mucha gente sigue tirando la basura en la calle. 

¿Qué nos cuesta llevar una bolsa en el carro para depositar toda la basura que generemos y luego cuando lleguemos a nuestras casas depositarla en el basurero?  En lo personal salgo muchas veces al campo a montar bicicleta de montaña.  Toda la basura que genero la guardo en una bolsa de mi camisa y al llegar a casa la tiro en el basurero.  ¿Por qué otros no pueden hacer lo mismo? ¿Tan difícil es o somos realmente muy haraganes e irresponsables?

Alguien propuso que hay que hacer una ley para reciclar más.  Es un error.  El reciclaje que existe es el que debe haber porque es el que crea valor.  Si algo no crea valor no debe reciclarse.  Imagínense reciclando cosas que luego no se pueden vender o cuyo precio es menor que los costos incurridos.  Imponer un impuesto para forzar el reciclaje es un disparate porque luego terminaremos invirtiendo nuestros escasos recursos en algo que es demasiado costoso de producir pero que no lo vale.  Mejor que esas cosas que no valen se queden en el basurero como debe ser.

Hace un tiempo, un amigo visitó a un alcalde de un pueblo del interior de Guatemala.  El pueblo estaba sucio.  El alcalde había prohibido el uso de bolsas plásticas.  Al preguntarle por qué le dijo que lo que pasaba es que en ese pueblo no había río para poder tirar la basura.  Todos quedaron estupefactos ante tal respuesta.  Pero esto pasa en nuestro país.  Es la actitud de tirar la basura debajo de la alfombra, pero en vez de alfombra aquí es un río.  La basura se va con el río y el alcalde feliz de la vida porque ya no ve basura en su pueblo.  Sin embargo, este irresponsable acto no hace desaparecer la basura, sino que sólo trasladó el problema a donde él no la miraba más.   El río se llevaba la basura aguas abajo a lagos o al mar.  Terrible.

Desviar el tema hacia la prohibición de algunos empaques, por ejemplo, es un grave error.  La peor contaminación de los ríos, lagos y terrenos baldíos no es la que se ve sino la que no se ve.  Todo lo orgánico que llevo el río mata la vida en el mismo.  Lo que flota y es inerte se ve feo, pero no es lo más grave.  Lo orgánico que uno considera que puede ser abono para la tierra y plantas resulta terrible en el agua pues consume oxígeno matando la vida en esos mantos acuíferos.   Ríos que pasan por pueblos montaña arriba bajan contaminados de Escherichia Coli  o E. Coli, una bacteria que está en las heces fecales.  Y parte del problema es que la contaminación de estos ríos viene porque muchas casas de los poblados del interior dejan correr las aguas negras en la superficie hacia los ríos.   Esto mata más gente que y es más peligroso que toda esa fea basura que flota.

Hay mucho más que decir sobre el tema.  Aquí toqué algunos pocos puntos que espero permitan que la discusión sobre la basura nos permita enfocarnos en el verdadero problema ¿Por qué la gente no tira la basura en su lugar? Y buscarle una solución a todo nivel.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

La basura bajo la alfombra

Redacción República
02 de marzo, 2017

Guatemala es un país hermoso pero lleno de basura por todos lados.  Honduras demandó hace poco a nuestro país porque sus playas y costas fronterizas se han llenado de basura arrastrada por el río Motagua.  Los ríos, lagos y playas de nuestro país, así como casi todos los puentes y terrenos baldíos o muchos municipales están también llenos de basura.  Quiero compartir algunas reflexiones sobre este tema que me preocupa bastante pero que está mal enfocado.

Algunos diputados están proponiendo leyes que van desde prohibir algunos productos como el plástico hasta ponerles algún impuesto.  Pienso que esto es desviar el tema del problema principal que consiste en que tiramos la basura en cualquier lugar y no en los basureros como corresponde.  Es como barrer y tirar la basura bajo la alfombra.  Uno cree que al esconder la basura bajo la alfombra ya no hay basura, pero ahí está y si la alfombra se mueve se vuelve a ensuciar todo.  Es un acto de irresponsabilidad y de haraganería por no hacer las cosas bien desde el principio y cuyo ejemplo viene perfectamente al caso con lo que pasa en el país.

Basura hay de todo tipo y no tiene la culpa de existir.  El culpable somos nosotros, las personas, que la tiramos donde nos da la gana.  El otro día venía atrás de un microbús de pasajeros y por las ventanas iban tirando basura a cada rato.  Lo mismo vi de un auto lujoso que en plena ciudad el copiloto abrió la ventana y tiró basura como si nada pasara.  La gente se beneficia de los productos que consume, pero luego le importa un bledo donde tirar el desperdicio.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

El problema no se soluciona prohibiendo algunos materiales ni imponiéndoles impuestos.  El problema se soluciona tirando la basura en su lugar.  Existen leyes y reglamentos que multan a quienes tiran la basura en la calle, pero no hay certeza ante la ley de aplicarlas.  Por eso, mucha gente sigue tirando la basura en la calle. 

¿Qué nos cuesta llevar una bolsa en el carro para depositar toda la basura que generemos y luego cuando lleguemos a nuestras casas depositarla en el basurero?  En lo personal salgo muchas veces al campo a montar bicicleta de montaña.  Toda la basura que genero la guardo en una bolsa de mi camisa y al llegar a casa la tiro en el basurero.  ¿Por qué otros no pueden hacer lo mismo? ¿Tan difícil es o somos realmente muy haraganes e irresponsables?

Alguien propuso que hay que hacer una ley para reciclar más.  Es un error.  El reciclaje que existe es el que debe haber porque es el que crea valor.  Si algo no crea valor no debe reciclarse.  Imagínense reciclando cosas que luego no se pueden vender o cuyo precio es menor que los costos incurridos.  Imponer un impuesto para forzar el reciclaje es un disparate porque luego terminaremos invirtiendo nuestros escasos recursos en algo que es demasiado costoso de producir pero que no lo vale.  Mejor que esas cosas que no valen se queden en el basurero como debe ser.

Hace un tiempo, un amigo visitó a un alcalde de un pueblo del interior de Guatemala.  El pueblo estaba sucio.  El alcalde había prohibido el uso de bolsas plásticas.  Al preguntarle por qué le dijo que lo que pasaba es que en ese pueblo no había río para poder tirar la basura.  Todos quedaron estupefactos ante tal respuesta.  Pero esto pasa en nuestro país.  Es la actitud de tirar la basura debajo de la alfombra, pero en vez de alfombra aquí es un río.  La basura se va con el río y el alcalde feliz de la vida porque ya no ve basura en su pueblo.  Sin embargo, este irresponsable acto no hace desaparecer la basura, sino que sólo trasladó el problema a donde él no la miraba más.   El río se llevaba la basura aguas abajo a lagos o al mar.  Terrible.

Desviar el tema hacia la prohibición de algunos empaques, por ejemplo, es un grave error.  La peor contaminación de los ríos, lagos y terrenos baldíos no es la que se ve sino la que no se ve.  Todo lo orgánico que llevo el río mata la vida en el mismo.  Lo que flota y es inerte se ve feo, pero no es lo más grave.  Lo orgánico que uno considera que puede ser abono para la tierra y plantas resulta terrible en el agua pues consume oxígeno matando la vida en esos mantos acuíferos.   Ríos que pasan por pueblos montaña arriba bajan contaminados de Escherichia Coli  o E. Coli, una bacteria que está en las heces fecales.  Y parte del problema es que la contaminación de estos ríos viene porque muchas casas de los poblados del interior dejan correr las aguas negras en la superficie hacia los ríos.   Esto mata más gente que y es más peligroso que toda esa fea basura que flota.

Hay mucho más que decir sobre el tema.  Aquí toqué algunos pocos puntos que espero permitan que la discusión sobre la basura nos permita enfocarnos en el verdadero problema ¿Por qué la gente no tira la basura en su lugar? Y buscarle una solución a todo nivel.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo