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A la caza del voto de millones de indecisos en víspera electoral en Holanda

Allan Martinez
14 de marzo, 2017

La Haya, Holanda | AFP |

Los jefes de los principales partidos holandeses se enfrentarán el martes en el último debate televisado en busca del voto de los millones de indecisos, la víspera de unas elecciones absorbidas por la crisis diplomática con Turquía.

Un día antes de unos comicios que podrían modificar por completo el paisaje político de Holanda, el 60% de los 12,9 millones de electores potenciales todavía no saben si votarán ni a favor de quién.

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“Es tan volátil que aún pueden pasar muchas cosas”, explica Monika Sie Dhian HO, directora de un centro de reflexión en La Haya, el Instituto Clingendael.

Por ello el debate de este martes entre los líderes de los ocho principales partidos aún puede influir en el resultado del miércoles.

Según el último sondeo publicado el lunes por la web Peilingwijzer, el Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD) del primer ministro Mark Rutte es el favorito con el 17% de las intenciones de voto. Un resultado que le daría entre 24 y 28 escaños de los 150 de la cámara baja del parlamento, lejos de los 40 que tiene actualmente.

Candidato a un tercer mandato al frente de Holanda, Rutte asegura que lucha para “evitar despertarse el 16 de marzo en un país en el que [el ultraderechista] Geert Wilders sea la principal fuerza política”.

El Partido de la Libertad de Wilders, conocida por su retórica antiislam en un país con un 5% de musulmanes, perdió un poco de terreno en las últimas semanas, pero podría lograr entre 20 y 24 escaños con el 14% de las intenciones de voto.

“Echen a ese hombre”

“Si quieren que Holanda vuelva a ser nuestra, entonces echen a ese hombre y pónganme en la Torentje”, la oficina del primer ministro, espetó Geert Wilders durante un bronco debate televisivo con Rutte.

Las elecciones en Holanda se consideran como un barómetro del ascenso de la extrema derecha en Europa en este año de elecciones en varios países europeos.

Wilders prometió cerrar las fronteras a los inmigrantes musulmanes, prohibir la venta del Corán y acabar con las mezquitas, aunque esos cambios vayan en contra de la constitución y de numerosas leyes locales.

“No colaboraré con semejante partido, señor Wilders, no en un gobierno. Jamás”, declaró Rutte durante el debate del lunes.

Aunque el PVV se convierta en el partido más votado, lo cual es poco probable según los analistas, el controvertido diputado tiene escasas posibilidades de entrar en el gobierno porque la mayoría de los partidos han prometido no colaborar con él.

Dada la actual fragmentación política, el próximo gobierno podría ser una coalición de cuatro o cinco partidos.

La cuenta atrás antes de las elecciones coincide con una crisis diplomática entre La Haya y Ankara, después de que las autoridades holandesas vetaran la participación de ministros turcos en mítines a favor del presidente Recep Tayyip Erdogan en Róterdam.

Según los analistas, la firmeza mostrada por Rutte ha mejorado su imagen ante la opinión pública, aunque el primer ministro abogó por rebajar las tensiones con Ankara.

Una actitud criticada por Wilders, que reclamó mano dura al gobierno. “Expulsar al embajador turco en Holanda y al equipo entero”, escribió en Twitter.

“Hay una diferencia entre tuitear desde su sofá y dirigir el país. Cuando uno dirige el país debe tomar medidas sensatas”, dijo Rutte al que los medios holandeses dieron como vencedor del debate del lunes.

Las formaciones tradicionales, como el partido de la Llamada Demócrata Cristiana (CDA) o los Demócratas 66 (D66), podrían decidir quién gobierna al entrar o no en una futura coalición.

A la caza del voto de millones de indecisos en víspera electoral en Holanda

Allan Martinez
14 de marzo, 2017

La Haya, Holanda | AFP |

Los jefes de los principales partidos holandeses se enfrentarán el martes en el último debate televisado en busca del voto de los millones de indecisos, la víspera de unas elecciones absorbidas por la crisis diplomática con Turquía.

Un día antes de unos comicios que podrían modificar por completo el paisaje político de Holanda, el 60% de los 12,9 millones de electores potenciales todavía no saben si votarán ni a favor de quién.

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“Es tan volátil que aún pueden pasar muchas cosas”, explica Monika Sie Dhian HO, directora de un centro de reflexión en La Haya, el Instituto Clingendael.

Por ello el debate de este martes entre los líderes de los ocho principales partidos aún puede influir en el resultado del miércoles.

Según el último sondeo publicado el lunes por la web Peilingwijzer, el Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD) del primer ministro Mark Rutte es el favorito con el 17% de las intenciones de voto. Un resultado que le daría entre 24 y 28 escaños de los 150 de la cámara baja del parlamento, lejos de los 40 que tiene actualmente.

Candidato a un tercer mandato al frente de Holanda, Rutte asegura que lucha para “evitar despertarse el 16 de marzo en un país en el que [el ultraderechista] Geert Wilders sea la principal fuerza política”.

El Partido de la Libertad de Wilders, conocida por su retórica antiislam en un país con un 5% de musulmanes, perdió un poco de terreno en las últimas semanas, pero podría lograr entre 20 y 24 escaños con el 14% de las intenciones de voto.

“Echen a ese hombre”

“Si quieren que Holanda vuelva a ser nuestra, entonces echen a ese hombre y pónganme en la Torentje”, la oficina del primer ministro, espetó Geert Wilders durante un bronco debate televisivo con Rutte.

Las elecciones en Holanda se consideran como un barómetro del ascenso de la extrema derecha en Europa en este año de elecciones en varios países europeos.

Wilders prometió cerrar las fronteras a los inmigrantes musulmanes, prohibir la venta del Corán y acabar con las mezquitas, aunque esos cambios vayan en contra de la constitución y de numerosas leyes locales.

“No colaboraré con semejante partido, señor Wilders, no en un gobierno. Jamás”, declaró Rutte durante el debate del lunes.

Aunque el PVV se convierta en el partido más votado, lo cual es poco probable según los analistas, el controvertido diputado tiene escasas posibilidades de entrar en el gobierno porque la mayoría de los partidos han prometido no colaborar con él.

Dada la actual fragmentación política, el próximo gobierno podría ser una coalición de cuatro o cinco partidos.

La cuenta atrás antes de las elecciones coincide con una crisis diplomática entre La Haya y Ankara, después de que las autoridades holandesas vetaran la participación de ministros turcos en mítines a favor del presidente Recep Tayyip Erdogan en Róterdam.

Según los analistas, la firmeza mostrada por Rutte ha mejorado su imagen ante la opinión pública, aunque el primer ministro abogó por rebajar las tensiones con Ankara.

Una actitud criticada por Wilders, que reclamó mano dura al gobierno. “Expulsar al embajador turco en Holanda y al equipo entero”, escribió en Twitter.

“Hay una diferencia entre tuitear desde su sofá y dirigir el país. Cuando uno dirige el país debe tomar medidas sensatas”, dijo Rutte al que los medios holandeses dieron como vencedor del debate del lunes.

Las formaciones tradicionales, como el partido de la Llamada Demócrata Cristiana (CDA) o los Demócratas 66 (D66), podrían decidir quién gobierna al entrar o no en una futura coalición.