Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

Desigualdades

Redacción República
18 de marzo, 2017

No es un secreto, vivimos en un país desigual. En un mundo desigual. Los contrastes entre las diferencias económicas, sociales y de oportunidades son abismales. Es como ver un cuadro donde la mitad es un paisaje y la otra mitad un retrato. Como que las cosas no cuadran y además de no cuadrar, chocan. Sabemos que es complicado tratar de erradicar estas diferencias.

Creo que es muy sencillo acomodarse a saber que las desigualdades son enormes, tanto que casi las podemos tocar. Estamos acostumbrados a ver como las desigualdades afectan más a los que están peor. Y si en teoría estamos en contra de ellas, ¿Qué hacemos realmente por hacerlas menos notables? Porque es realmente una pena ver que todos nos quejemos de tos y nadie esté dispuesto a actuar para resolver aquello de lo que tanto hablamos, eso que tanto nos molesta. Y no digo que sea solamente misión nuestra botar todas estas desigualdades. Es un trabajo en conjunto de toda la sociedad.

Está en nuestras manos lograr hacer una sociedad más incluyente a través de actitudes. Dejando de lado las actitudes de “clases sociales” o el juego ese absurdo entre niños de “mi casa es más grande que tu casa” Es gracias a estas acciones que todos nos podemos sentir y hacer más parte de la sociedad y no solamente de una cierta porción de esta.  

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

La parte más difícil es no poder dejar de ver como una persona se siente superior a otra solo por el sector donde vive, el carro que tiene o el lugar donde sus hijos han estudiado. O cuando alguien usa ciertos trabajos como ejemplo para regañar y sancionar niños. De esta manera se siguen fomentando las desigualdades. Y de a pocos se van quemando los puentes que nos unen a todos, uno ya solo son cenizas. Pero los podemos construir con buenas actitudes, ayudando a que existan más oportunidades para todos, ayudando y exigiendo. Que la equidad sea la que nos ayude a hacer menos palpables las desigualdades.

Todos los seres humanos somos dignos de respeto sin importar de donde vengamos, nuestro apellido, trabajo o la cantidad de bienes materiales que logremos adquirir a lo largo de la vida. Las desigualdades marcadas por nosotros, por un pensamiento, deben pasar a la historia y dejar de ser un problema entre la lista enorme que tiene ahora mismo nuestra sociedad.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

Desigualdades

Redacción República
18 de marzo, 2017

No es un secreto, vivimos en un país desigual. En un mundo desigual. Los contrastes entre las diferencias económicas, sociales y de oportunidades son abismales. Es como ver un cuadro donde la mitad es un paisaje y la otra mitad un retrato. Como que las cosas no cuadran y además de no cuadrar, chocan. Sabemos que es complicado tratar de erradicar estas diferencias.

Creo que es muy sencillo acomodarse a saber que las desigualdades son enormes, tanto que casi las podemos tocar. Estamos acostumbrados a ver como las desigualdades afectan más a los que están peor. Y si en teoría estamos en contra de ellas, ¿Qué hacemos realmente por hacerlas menos notables? Porque es realmente una pena ver que todos nos quejemos de tos y nadie esté dispuesto a actuar para resolver aquello de lo que tanto hablamos, eso que tanto nos molesta. Y no digo que sea solamente misión nuestra botar todas estas desigualdades. Es un trabajo en conjunto de toda la sociedad.

Está en nuestras manos lograr hacer una sociedad más incluyente a través de actitudes. Dejando de lado las actitudes de “clases sociales” o el juego ese absurdo entre niños de “mi casa es más grande que tu casa” Es gracias a estas acciones que todos nos podemos sentir y hacer más parte de la sociedad y no solamente de una cierta porción de esta.  

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

La parte más difícil es no poder dejar de ver como una persona se siente superior a otra solo por el sector donde vive, el carro que tiene o el lugar donde sus hijos han estudiado. O cuando alguien usa ciertos trabajos como ejemplo para regañar y sancionar niños. De esta manera se siguen fomentando las desigualdades. Y de a pocos se van quemando los puentes que nos unen a todos, uno ya solo son cenizas. Pero los podemos construir con buenas actitudes, ayudando a que existan más oportunidades para todos, ayudando y exigiendo. Que la equidad sea la que nos ayude a hacer menos palpables las desigualdades.

Todos los seres humanos somos dignos de respeto sin importar de donde vengamos, nuestro apellido, trabajo o la cantidad de bienes materiales que logremos adquirir a lo largo de la vida. Las desigualdades marcadas por nosotros, por un pensamiento, deben pasar a la historia y dejar de ser un problema entre la lista enorme que tiene ahora mismo nuestra sociedad.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo