Al encontrar unos espárragos frescos en el mercado, me sería muy difícil resistir a comprarlos, en especial cuando lucen frescos y silvestres. Entonces, ¿qué hace que sean tan apreciados y que aporten un gusto delicado a los platillos?
Su sabor es ligeramente parecido al puerro tierno con un sutil sabor herbáceo y con cierto amargor agradable. El espárrago se corta cuando está tierno y carnoso y luce un colorido verde; aunque el color blanco de algunos se debe a que han estado protegidos de la luz de sol y por tanto no verdean.
Al momento de seleccionar los espárragos, prefiera los que tienen sus tallos consistentes, firmes, crujientes y están con sus puntas compactas. Se apreciará su calidad de acuerdo a su firmeza y grosor, ya que los espárragos al estar delgados muestran que les faltó agua durante su crecimiento, además se reducen bastante sí los llegara a pelar. Asimismo, los frescos estarán jugosos cuando se cortan, con sus yemas cerradas y duras.
Cada vegetal tendrá su forma particular de preparar, pero el espárrago es delicado por lo que conviene tratarlo con sutiliza. Al preparar los espárragos, corte la base y el tallo, no se necesita pelarlos, aunque si desea retirarles la piel, utilice un pelador de verduras y pele de arriba hacia abajo. Al cocinarlos procure hacerlo al vapor y deben quedar al dente para lograr que conserven su colorido, sabor y valor nutricional.
Existe un tipo de olla especial, de doble fondo y perforada que permite cocinarlos de forma vertical. Por consiguiente, la parte baja de los tallo, siendo la parte que necesita más tiempo de cocción quedará dentro del agua y los tallos superiores se cocinarán al vapor.
Pero, ¿cómo se pueden preparar? De varias maneras, en sopas, salsas, ensaladas o simplemente al vapor como un exquisito acompañante de una carne o ave y asimismo será toda una delicia al gratinarse. Cuando se sirve como acompañante, existen unas fuentes con rejilla para permitir servir inmediatamente después de cocinarse sin necesidad de destemplarlos con agua fría y por consiguiente terminará su escurrido en la mesa.
Se recomienda consumirlos frescos y evitar almacenarlos aún en refrigeración por periodos largos, ya que se deterioran en breve. Sí los va a almacenar, envuélvalos en servilleta de papel húmeda y guarde hasta por 5 días en refrigeración o congélelos para su uso posterior.
Referente a su valor nutricional, el espárrago es una rica fuente de ácido fólico, buena fuente de beta carotenos, vitamina C y vitamina E.
Ahora, sólo queda pendiente, prepararlos y degustarlos. Mi receta para hoy: unas supremas de pollo con espárragos.
Necesitamos los siguientes ingredientes:
1 cucharada de aceite
1 libra de filetes de pechuga de pollo
¼ taza de vino blanco
1 manojo de espárragos
1 cucharada de mantequilla
1 yema
1 taza de leche
Sal y pimienta blanca al gusto
1 cucharadita de perejil
Preparación
Selle en el aceite caliente los filetes de pollo.
Vierta el vino blanco.
En otro sartén dore ligeramente los espárragos cortados en lascas en la mantequilla caliente.
Bata la yema con la leche y vierta sobre los espárragos.
Condimente con sal y pimienta blanca.
Agregue a los filetes de pollo.
Espolvoree con perejil finamente picado.
Al encontrar unos espárragos frescos en el mercado, me sería muy difícil resistir a comprarlos, en especial cuando lucen frescos y silvestres. Entonces, ¿qué hace que sean tan apreciados y que aporten un gusto delicado a los platillos?
Su sabor es ligeramente parecido al puerro tierno con un sutil sabor herbáceo y con cierto amargor agradable. El espárrago se corta cuando está tierno y carnoso y luce un colorido verde; aunque el color blanco de algunos se debe a que han estado protegidos de la luz de sol y por tanto no verdean.
Al momento de seleccionar los espárragos, prefiera los que tienen sus tallos consistentes, firmes, crujientes y están con sus puntas compactas. Se apreciará su calidad de acuerdo a su firmeza y grosor, ya que los espárragos al estar delgados muestran que les faltó agua durante su crecimiento, además se reducen bastante sí los llegara a pelar. Asimismo, los frescos estarán jugosos cuando se cortan, con sus yemas cerradas y duras.
Cada vegetal tendrá su forma particular de preparar, pero el espárrago es delicado por lo que conviene tratarlo con sutiliza. Al preparar los espárragos, corte la base y el tallo, no se necesita pelarlos, aunque si desea retirarles la piel, utilice un pelador de verduras y pele de arriba hacia abajo. Al cocinarlos procure hacerlo al vapor y deben quedar al dente para lograr que conserven su colorido, sabor y valor nutricional.
Existe un tipo de olla especial, de doble fondo y perforada que permite cocinarlos de forma vertical. Por consiguiente, la parte baja de los tallo, siendo la parte que necesita más tiempo de cocción quedará dentro del agua y los tallos superiores se cocinarán al vapor.
Pero, ¿cómo se pueden preparar? De varias maneras, en sopas, salsas, ensaladas o simplemente al vapor como un exquisito acompañante de una carne o ave y asimismo será toda una delicia al gratinarse. Cuando se sirve como acompañante, existen unas fuentes con rejilla para permitir servir inmediatamente después de cocinarse sin necesidad de destemplarlos con agua fría y por consiguiente terminará su escurrido en la mesa.
Se recomienda consumirlos frescos y evitar almacenarlos aún en refrigeración por periodos largos, ya que se deterioran en breve. Sí los va a almacenar, envuélvalos en servilleta de papel húmeda y guarde hasta por 5 días en refrigeración o congélelos para su uso posterior.
Referente a su valor nutricional, el espárrago es una rica fuente de ácido fólico, buena fuente de beta carotenos, vitamina C y vitamina E.
Ahora, sólo queda pendiente, prepararlos y degustarlos. Mi receta para hoy: unas supremas de pollo con espárragos.
Necesitamos los siguientes ingredientes:
1 cucharada de aceite
1 libra de filetes de pechuga de pollo
¼ taza de vino blanco
1 manojo de espárragos
1 cucharada de mantequilla
1 yema
1 taza de leche
Sal y pimienta blanca al gusto
1 cucharadita de perejil
Preparación
Selle en el aceite caliente los filetes de pollo.
Vierta el vino blanco.
En otro sartén dore ligeramente los espárragos cortados en lascas en la mantequilla caliente.
Bata la yema con la leche y vierta sobre los espárragos.
Condimente con sal y pimienta blanca.
Agregue a los filetes de pollo.
Espolvoree con perejil finamente picado.