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Educando en libertad

Redacción República
05 de abril, 2017

El sábado 1 de abril la comunidad homeschooler de Guatemala (familias que educamos a nuestros hijos en casa) junto a otros colegios privados concluyeron los retos propuestos por la organización privada educativa Destino Imaginación, la cual facilita procesos de aprendizaje para niños y jóvenes basados en proyectos STEAM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Artes y Matemáticas, por las siglas en inglés).

La experiencia de 6 meses fue sumamente interesante pues en ella la dinámica de reuniones semanales buscaba que los chicos, organizados en pequeños grupos de la misma clase de edad y observados por un guía adulto (padre de familia), desarrollaran habilidades de reconocimiento, imaginación, iniciativa, trabajo en equipo, evaluación y celebración, mientras resolvían retos científicos y artísticos.

Mis hijos aprendieron mucho y la pasaron muy bien durante la experiencia. Mejoraron sus habilidades de “civilización”, como bien le llama la madre-homeschooler española Laura Mascaró; formaron además un mayor sentido de responsabilidad pues debían cumplir con sus compañeros de equipo al entregar avances y mejoras de sus roles dentro del reto y expandieron su creatividad y habilidades de liderazgo, servicio, expresión oral e improvisación, entre muchas otras.

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Es impresionante lo que la educación en libertad puede lograr en materia de aprendizaje y crecimiento. Uno de los retos que pude observar fue, en el ámbito de las artes, la dramatización e improvisación. Justo en ello trabajó mi hija mediana y aunque, con miedo, tuvo el valor de improvisar, primero dramatizando verbalmente una historia y luego haciéndolo de forma muda, es decir, solamente con expresión corporal. En este reto también participaron chicos mayores, de entre 14 y 16 años, y fue sorprendente la explosión de creatividad, energía y talento. Imagínate que uno de los grupos se llamaba ¡Ay dios mío! y otro “Andy’s coming”, este último en alusión a la escena de la película Toy Story (Historia del juguete) en la que, cuando los juguetes están vivos en el cuarto y Andy, su dueño, se acerca a la habitación y no puede descubrirles en vida, uno de ellos grita ¡Viene Andy! y todos se desploman al unísono quedando inanimados. Estos chicos hacían lo mismo con gran sentido del humor y creatividad.

Destino Imaginación es una organización privada basada en Estados Unidos que en Guatemala tiene como anfitrión al Colegio Americano. Desde esta tribuna felicito y agradezco a toda esa comunidad educativa la oportunidad de traer a nuestro país creativas formas de aprendizaje y crecimiento. Prueba ello que la educación debe cambiar: debe ser libre y no coercitiva, como lo es ahora. Prueba ello que el gobierno debe dejar de usurpar aquella esfera privada de las familias y no obligar a cumplir lo que sus funcionarios creen que es bueno en materia de contenidos, metodologías y formas de evaluación. La educación en casa tanto como la educación privada libre es la mejor forma de educar a nuestros hijos y esta experiencia me lo reafirma.

____________

Jorge David Chapas es un empresario guatemalteco, académico, emprendedor político y padre homeschooler.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

Educando en libertad

Redacción República
05 de abril, 2017

El sábado 1 de abril la comunidad homeschooler de Guatemala (familias que educamos a nuestros hijos en casa) junto a otros colegios privados concluyeron los retos propuestos por la organización privada educativa Destino Imaginación, la cual facilita procesos de aprendizaje para niños y jóvenes basados en proyectos STEAM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Artes y Matemáticas, por las siglas en inglés).

La experiencia de 6 meses fue sumamente interesante pues en ella la dinámica de reuniones semanales buscaba que los chicos, organizados en pequeños grupos de la misma clase de edad y observados por un guía adulto (padre de familia), desarrollaran habilidades de reconocimiento, imaginación, iniciativa, trabajo en equipo, evaluación y celebración, mientras resolvían retos científicos y artísticos.

Mis hijos aprendieron mucho y la pasaron muy bien durante la experiencia. Mejoraron sus habilidades de “civilización”, como bien le llama la madre-homeschooler española Laura Mascaró; formaron además un mayor sentido de responsabilidad pues debían cumplir con sus compañeros de equipo al entregar avances y mejoras de sus roles dentro del reto y expandieron su creatividad y habilidades de liderazgo, servicio, expresión oral e improvisación, entre muchas otras.

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Es impresionante lo que la educación en libertad puede lograr en materia de aprendizaje y crecimiento. Uno de los retos que pude observar fue, en el ámbito de las artes, la dramatización e improvisación. Justo en ello trabajó mi hija mediana y aunque, con miedo, tuvo el valor de improvisar, primero dramatizando verbalmente una historia y luego haciéndolo de forma muda, es decir, solamente con expresión corporal. En este reto también participaron chicos mayores, de entre 14 y 16 años, y fue sorprendente la explosión de creatividad, energía y talento. Imagínate que uno de los grupos se llamaba ¡Ay dios mío! y otro “Andy’s coming”, este último en alusión a la escena de la película Toy Story (Historia del juguete) en la que, cuando los juguetes están vivos en el cuarto y Andy, su dueño, se acerca a la habitación y no puede descubrirles en vida, uno de ellos grita ¡Viene Andy! y todos se desploman al unísono quedando inanimados. Estos chicos hacían lo mismo con gran sentido del humor y creatividad.

Destino Imaginación es una organización privada basada en Estados Unidos que en Guatemala tiene como anfitrión al Colegio Americano. Desde esta tribuna felicito y agradezco a toda esa comunidad educativa la oportunidad de traer a nuestro país creativas formas de aprendizaje y crecimiento. Prueba ello que la educación debe cambiar: debe ser libre y no coercitiva, como lo es ahora. Prueba ello que el gobierno debe dejar de usurpar aquella esfera privada de las familias y no obligar a cumplir lo que sus funcionarios creen que es bueno en materia de contenidos, metodologías y formas de evaluación. La educación en casa tanto como la educación privada libre es la mejor forma de educar a nuestros hijos y esta experiencia me lo reafirma.

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Jorge David Chapas es un empresario guatemalteco, académico, emprendedor político y padre homeschooler.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo