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¿Y a nosotros qué nos importa Siria y Estados Unidos?

Redacción República
08 de abril, 2017

Pues sí, nos importa o nos debe importar porque nuestros país depende en gran parte del comercio exterior y cualquier alteración del orden mundial tiene serias consecuencias en naciones como la nuestra que, en gran parte, subsiste por el intercambio con Estados Unidos.

Es imposible predecir los acontecimientos tras el ataque ordenado por el presidente Donald Trump contra la base militar siria, de la cual se presume salió el material causante de la muerte de más de 80 personas en la ciudad de Jan Sheijum, pero los expertos ya plantean posibles escenarios.

Para empezar se prevé, y esto sería lo mejor, que el presidente sirio Bashar Asad entienda el mensaje estadounidense y se abstenga de nuevos ataques contra la población civil. A este mandatario, señalado de dictador, lo responsabiliza la Unión Europea e Israel, por citar a dos grandes aliados de EE.UU., de usar armas químicas contra sus propios gobernados.

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El segundo escenario sería que el presidente sirio no atienda el llamado de atención, siga y hasta incremente la ofensiva contra los grupos rebeldes, sin considerar la vida de inocentes. Esto lo tomarían los estadounidenses como una nueva ofensa y entonces se abre la puerta a otro ataque contra las fuerzas armadas sirias.

En este caso, Siria y sus aliados (Irán y Rusia) buscarían cerrar filas contra un enemigo común: Estados Unidos, país que, sin duda, está preparado para un contrataque a sus bases desplegadas en todo el mundo.

¿Trump no soportó la presión?

El presidente de EE.UU. o es un buen actor o no soportó la presión y no le quedó otro camino que el ataque. Antes del jueves por la noche, Donald Trump mantenía la idea de alejarse de cualquier conflicto para centrarse en su país.

Pero su pensamiento aislacionista llegó a su fin, al menos por ahora, para enviar un fuerte mensaje a Siria y cualquier otro país (Irán o Corea del Norte), en el sentido de que no deben pasarse de la “raya” porque serán sometidos al orden.

Pero, ¿qué obligó a Trump a cambiar de posición frente a Siria? Por ahora la explicación está en su siguiente comentario:

“Usando gas mortal, Asad segó la vida de hombres, mujeres y niños indefensos. Fue una muerte lenta y brutal. Incluso hubo bebés asesinados cruelmente en este ataque bárbaro. Ningún hijo de Dios debe sufrir tal horror”.

De ahora en adelante Siria ya sabe a qué atenerse. Estados Unidos dijo que está dispuesto a seguir con la intervención, si fuera necesario, en tanto que Irán y Corea del Norte deben “poner las barbas en remojo” porque Trump ya dio muestras que dejará pasar algunos hechos, pero que no abusen de la línea marcada porque entonces no habrá amenaza, atacará para garantizar el orden mundial.

¿Y a nosotros qué nos importa Siria y Estados Unidos?

Redacción República
08 de abril, 2017

Pues sí, nos importa o nos debe importar porque nuestros país depende en gran parte del comercio exterior y cualquier alteración del orden mundial tiene serias consecuencias en naciones como la nuestra que, en gran parte, subsiste por el intercambio con Estados Unidos.

Es imposible predecir los acontecimientos tras el ataque ordenado por el presidente Donald Trump contra la base militar siria, de la cual se presume salió el material causante de la muerte de más de 80 personas en la ciudad de Jan Sheijum, pero los expertos ya plantean posibles escenarios.

Para empezar se prevé, y esto sería lo mejor, que el presidente sirio Bashar Asad entienda el mensaje estadounidense y se abstenga de nuevos ataques contra la población civil. A este mandatario, señalado de dictador, lo responsabiliza la Unión Europea e Israel, por citar a dos grandes aliados de EE.UU., de usar armas químicas contra sus propios gobernados.

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El segundo escenario sería que el presidente sirio no atienda el llamado de atención, siga y hasta incremente la ofensiva contra los grupos rebeldes, sin considerar la vida de inocentes. Esto lo tomarían los estadounidenses como una nueva ofensa y entonces se abre la puerta a otro ataque contra las fuerzas armadas sirias.

En este caso, Siria y sus aliados (Irán y Rusia) buscarían cerrar filas contra un enemigo común: Estados Unidos, país que, sin duda, está preparado para un contrataque a sus bases desplegadas en todo el mundo.

¿Trump no soportó la presión?

El presidente de EE.UU. o es un buen actor o no soportó la presión y no le quedó otro camino que el ataque. Antes del jueves por la noche, Donald Trump mantenía la idea de alejarse de cualquier conflicto para centrarse en su país.

Pero su pensamiento aislacionista llegó a su fin, al menos por ahora, para enviar un fuerte mensaje a Siria y cualquier otro país (Irán o Corea del Norte), en el sentido de que no deben pasarse de la “raya” porque serán sometidos al orden.

Pero, ¿qué obligó a Trump a cambiar de posición frente a Siria? Por ahora la explicación está en su siguiente comentario:

“Usando gas mortal, Asad segó la vida de hombres, mujeres y niños indefensos. Fue una muerte lenta y brutal. Incluso hubo bebés asesinados cruelmente en este ataque bárbaro. Ningún hijo de Dios debe sufrir tal horror”.

De ahora en adelante Siria ya sabe a qué atenerse. Estados Unidos dijo que está dispuesto a seguir con la intervención, si fuera necesario, en tanto que Irán y Corea del Norte deben “poner las barbas en remojo” porque Trump ya dio muestras que dejará pasar algunos hechos, pero que no abusen de la línea marcada porque entonces no habrá amenaza, atacará para garantizar el orden mundial.