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¿Porqué murió Jesucristo?

Antonio Wohlers
16 de abril, 2017

Jesucristo murió para que nuestros pecados fueran perdonados, pero seguimos pecando.

“Por medio de un solo hombre ( Adan) el pecado entró en el mundo, y la muerte mediante el pecado, y así la muerte se extendió a todos los hombres porque todos habían pecado” ( Romanos 5:12).

Desgraciadamente Adan al no obedecer a Dios nos heredó genéticamente las características propias del ser humano de envejecer, enfermarse y morir, cuando si se hubiese obedecido la ley de Dios tendríamos vida eterna.

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Dios en su infinito amor y queriendo darnos la oportunidad de tener vida eterna mandó a otro hombre perfecto, a su propio hijo para que el diablo se diera cuenta que había obediencia ante Dios , ese hombre fue Jesucristo .

Jesucristo sacrificó su vida para darnos la oportunidad de perdonarnos el pecado original y así poder obtener vida eterna.
Imaginen cuánto ama Dios al mundo para dar a su Hijo unigénito ( Juan 3:16).

Al saber esto, ¿cuál es la función de una verdadera buena persona?

Debería ser agradecida porque Dios dio lo más querido que tenía; debe ser educada ante los demás, responder con amabilidad, pedir la cosas por favor; demostrar el amor que Dios nos demostró al sacrificar a su Hijo, por ejemplo al manejar, dándole vía a una persona que necesita cruzar o cambiar de carril, respetar los lugares de parqueo de mujeres embarazadas y para personas con sillas de ruedas.

Una buena persona debe educar a sus hijos y tener los hijos que pueda mantener para no formar personas necesitadas que después exigen al gobierno de turno por comida y casa.

Una buena persona debe ser buena en lo que haga, como empresario correcto, como militar honorable, como profesional digno y como gobernante sabio y dedicado.

¿Pero qué tenemos realmente en Guatemala y el mundo?

Maras, corruptos, corte suprema cooptada, un congreso que da vergüenza, militares encarcelados por corrupción, narcotrafico y asesinato, guerrilleros aún libres asesinos y secuestradores, desnutrición en más del 50 % en niños menores de 5 años, 70% de desempleo formal, jóvenes en “hogares seguros” cuidados por personas de la peor calidad profesional que llegan a esos puestos por un “conecte” para tener un salario de agradecimiento por antiguos favores o jefes en común; jovencitas teniendo hijos desde los 9 años y que en la mayoría de los casos han sido violadas por sus propios padres, hermanos, tíos o abuelos; guatemaltecos asesinados a diario que lo que único que deseaban era regresar a su casa con pan para su familia y así puedo pasar horas hablando de la tragedia guatemalteca.

Y el mundo lleno de guerras, conflictos, líneas aéreas sacando gente a la fuerza de sus aviones, deslaves, correntadas, terremotos, gente destruyendo el planeta y a su flora y su fauna, hijos de Trump en cacería de animales salvajes en África, gente en países que nadan en petróleo y gas natural pero que comen de los botes de basura por la pobreza del socialismo y así muchas tragedias mundiales más.

Será que valió la pena que Dios sacrificara a su Hijo unigénito por la raza humana que realmente no ha cambiado y que por lo visto va de mal en peor, que no agradece ese gran sacrificio.

¿Usted está haciendo algo para cambiar su entorno, su familia, su vida para que Dios vea que algunos sí agradecemos ese sacrificio?

Piénselo y actúe.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

¿Porqué murió Jesucristo?

Antonio Wohlers
16 de abril, 2017

Jesucristo murió para que nuestros pecados fueran perdonados, pero seguimos pecando.

“Por medio de un solo hombre ( Adan) el pecado entró en el mundo, y la muerte mediante el pecado, y así la muerte se extendió a todos los hombres porque todos habían pecado” ( Romanos 5:12).

Desgraciadamente Adan al no obedecer a Dios nos heredó genéticamente las características propias del ser humano de envejecer, enfermarse y morir, cuando si se hubiese obedecido la ley de Dios tendríamos vida eterna.

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Jesucristo sacrificó su vida para darnos la oportunidad de perdonarnos el pecado original y así poder obtener vida eterna.
Imaginen cuánto ama Dios al mundo para dar a su Hijo unigénito ( Juan 3:16).

Al saber esto, ¿cuál es la función de una verdadera buena persona?

Debería ser agradecida porque Dios dio lo más querido que tenía; debe ser educada ante los demás, responder con amabilidad, pedir la cosas por favor; demostrar el amor que Dios nos demostró al sacrificar a su Hijo, por ejemplo al manejar, dándole vía a una persona que necesita cruzar o cambiar de carril, respetar los lugares de parqueo de mujeres embarazadas y para personas con sillas de ruedas.

Una buena persona debe educar a sus hijos y tener los hijos que pueda mantener para no formar personas necesitadas que después exigen al gobierno de turno por comida y casa.

Una buena persona debe ser buena en lo que haga, como empresario correcto, como militar honorable, como profesional digno y como gobernante sabio y dedicado.

¿Pero qué tenemos realmente en Guatemala y el mundo?

Maras, corruptos, corte suprema cooptada, un congreso que da vergüenza, militares encarcelados por corrupción, narcotrafico y asesinato, guerrilleros aún libres asesinos y secuestradores, desnutrición en más del 50 % en niños menores de 5 años, 70% de desempleo formal, jóvenes en “hogares seguros” cuidados por personas de la peor calidad profesional que llegan a esos puestos por un “conecte” para tener un salario de agradecimiento por antiguos favores o jefes en común; jovencitas teniendo hijos desde los 9 años y que en la mayoría de los casos han sido violadas por sus propios padres, hermanos, tíos o abuelos; guatemaltecos asesinados a diario que lo que único que deseaban era regresar a su casa con pan para su familia y así puedo pasar horas hablando de la tragedia guatemalteca.

Y el mundo lleno de guerras, conflictos, líneas aéreas sacando gente a la fuerza de sus aviones, deslaves, correntadas, terremotos, gente destruyendo el planeta y a su flora y su fauna, hijos de Trump en cacería de animales salvajes en África, gente en países que nadan en petróleo y gas natural pero que comen de los botes de basura por la pobreza del socialismo y así muchas tragedias mundiales más.

Será que valió la pena que Dios sacrificara a su Hijo unigénito por la raza humana que realmente no ha cambiado y que por lo visto va de mal en peor, que no agradece ese gran sacrificio.

¿Usted está haciendo algo para cambiar su entorno, su familia, su vida para que Dios vea que algunos sí agradecemos ese sacrificio?

Piénselo y actúe.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo