Aceptar una negativa al estado de Calamidad declarado por el presidente Jimmy Morales y su Consejo de Ministros para atender la crisis de los incendios en Petén, no es el único revés que el Organismo Ejecutivo ha recibido durante su gestión.
En lo que va del presente gobierno, al menos en dos ocasiones más, el Congreso y la sociedad organizada, han corregido las decisiones políticas que se han tomado en el Palacio Nacional.
Reforma de Recuperación Fiscal
Llamada de esta forma por el Ministro de Finanzas Julio Héctor Estrada, planteaba ajustes que afectarían el impuesto sobre distribución de petróleo (IDP), que sería superior en tres quetzales al vigente y se cobraría de manera uniforme por el consumo de cada galón de diésel y gasolinas superior y regular.
La propuesta también incluía la modificación a las tasas del impuesto sobre la renta (ISR), para pequeños, medianos y grandes contribuyentes.
La propuesta fue tan mal recibida, que generó discusiones en todos los sectores sociales además de un desgaste para las instituciones en general. El Congreso nunca logró consensos mínimos y el Ejecutivo terminó por retirarla para su discusión.
Estado de prevención por el fuerte invierno
En septiembre del año pasado, el mandatario viajó a Nueva York, pero dejó una polémica sorpresa: el Gobierno decretó estado de Prevención en todo el país, durante 15 días, supuestamente para atender los efectos del invierno, pero que restringe dos artículos constitucionales y podría lesionar la libertad de Expresión.
El Ejecutivo justificó en ese momento que la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), necesitaba tomar acciones contra algunas crisis que se vivieron por derrumbes y deslaves.
Sin embargo, lo que más se criticó fue la figura la “exigencia” para órganos de difusión de evitar publicaciones que “a juicio de la autoridad” incitaran a la alteración del orden. Las críticas explotaron y en menos de dos días, el Gobierno de nuevo dio marcha atrás.
Debilidad política
Estos tres ejemplos, sirven para analizar la fuerte debilidad política y la escasa estrategia que en materia de planificación se tiene desde el Ejecutivo.
Sumado a ello, también se tiene la poca cintura política de la bancada oficial, al no poder apoyar de manera estratégica las decisiones emanadas por el Presidente.
El analista Renzo Rosal considera que el Ejecutivo pone en evidencia su carencia de operadores políticos que puedan ser los mediadores con los sectores ante estas crisis.
“A la falta de estrategia y mala planificación, se suman la nulidad en el tema de los operadores, tan necesarios en política para conseguir procesos de negociación”.
Las Reformas Constitucionales, consensuadas por distintos sectores y avaladas por el Ejecutivo, serán una de las últimas pruebas de fuego para el Gobierno de Morales.
Aceptar una negativa al estado de Calamidad declarado por el presidente Jimmy Morales y su Consejo de Ministros para atender la crisis de los incendios en Petén, no es el único revés que el Organismo Ejecutivo ha recibido durante su gestión.
En lo que va del presente gobierno, al menos en dos ocasiones más, el Congreso y la sociedad organizada, han corregido las decisiones políticas que se han tomado en el Palacio Nacional.
Reforma de Recuperación Fiscal
Llamada de esta forma por el Ministro de Finanzas Julio Héctor Estrada, planteaba ajustes que afectarían el impuesto sobre distribución de petróleo (IDP), que sería superior en tres quetzales al vigente y se cobraría de manera uniforme por el consumo de cada galón de diésel y gasolinas superior y regular.
La propuesta también incluía la modificación a las tasas del impuesto sobre la renta (ISR), para pequeños, medianos y grandes contribuyentes.
La propuesta fue tan mal recibida, que generó discusiones en todos los sectores sociales además de un desgaste para las instituciones en general. El Congreso nunca logró consensos mínimos y el Ejecutivo terminó por retirarla para su discusión.
Estado de prevención por el fuerte invierno
En septiembre del año pasado, el mandatario viajó a Nueva York, pero dejó una polémica sorpresa: el Gobierno decretó estado de Prevención en todo el país, durante 15 días, supuestamente para atender los efectos del invierno, pero que restringe dos artículos constitucionales y podría lesionar la libertad de Expresión.
El Ejecutivo justificó en ese momento que la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), necesitaba tomar acciones contra algunas crisis que se vivieron por derrumbes y deslaves.
Sin embargo, lo que más se criticó fue la figura la “exigencia” para órganos de difusión de evitar publicaciones que “a juicio de la autoridad” incitaran a la alteración del orden. Las críticas explotaron y en menos de dos días, el Gobierno de nuevo dio marcha atrás.
Debilidad política
Estos tres ejemplos, sirven para analizar la fuerte debilidad política y la escasa estrategia que en materia de planificación se tiene desde el Ejecutivo.
Sumado a ello, también se tiene la poca cintura política de la bancada oficial, al no poder apoyar de manera estratégica las decisiones emanadas por el Presidente.
El analista Renzo Rosal considera que el Ejecutivo pone en evidencia su carencia de operadores políticos que puedan ser los mediadores con los sectores ante estas crisis.
“A la falta de estrategia y mala planificación, se suman la nulidad en el tema de los operadores, tan necesarios en política para conseguir procesos de negociación”.
Las Reformas Constitucionales, consensuadas por distintos sectores y avaladas por el Ejecutivo, serán una de las últimas pruebas de fuego para el Gobierno de Morales.