A pesar de las muestras de apertura que ha dado el sindicato del Congreso de la República y de la voluntad de las autoridades por negociar un nuevo Pacto Colectivo de ese organismo, todo apunta a que algunos privilegios para los trabajadores continuarán sin ningún tipo de alteración, ya que no pueden modificarse. De esa cuenta podrán seguir disfrutando de altos salarios sin el riesgo de ser despedidos.
El caso podemos ejemplificarlo con tres aspectos que demuestran que trabajar en el Congreso sigue siendo el equivalente a ganarse un billete de lotería.
1.- No se puede bajar el salario: Aunque haya trabajadores que superen los Q30 mil mensuales y en algunos casos no tengan el nivel académico ni la capacidad, seguirán con su salario.
“No podemos bajar el salario ya que sería ilegal, lo único que podemos hacer es regular el tema para los de nuevo ingreso”, declaró el diputado Marvin Orellana, quien tiene a cargo la mesa de negociación del Pacto Colectivo.
Alfreedo Tumax goza de inamovilidad sindical.
2.- Los dirigentes sindicales gozan de inamovilidad: Alfredo Tumax, Xiomara Conde y Jacqueline Suárez, así como los miembros del Comité Ejecutivo y Consejo Consultivo, gozan de inamovilidad solo por el hecho de liderar un sindicato, así lo garantiza el Pacto Colectivo de Condiciones de trabajo.
Artículo 9 Pacto Colectivo de Condiciones de Trabajo.
3.- No pueden despedir a menos que sea por orden judicial: El Congreso se mantiene emplazado y por ello deben pedir autorización de juez. El expresidente Mario Taracena intentó sin éxito destituir personal ya que muchos pelearon en los juzgados de trabajo y ganaron su reinstalación.
Un ejemplo de ello fue Dolores Zeledón, quien presidía la Unidad de Acceso a la Información. No solo debió ser restituida sino tuvieron que pagarle los salarios caídos. Actualmente está asignada a otra unidad y sigue ganando Q33 mil mensuales.
Zeledón le ganó el pulso a Mario Taracena y mantiene su salario de Q33 mil mensuales.
Michael Vásquez no corrió con la misma suerte que Zeledón ya que los juzgados no le dieron la razón y debió ser destituido. Pese a ello, sigue buscando regresar al Congreso. Vásquez fue despedido por utilizar firmas falsas para conformar un sindicato y dado que la organización sindical no había sido inscrito, no pudo gozar del beneficio de inamovilidad.
El analista del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), David Casasola reconoce que aunque exista voluntad hay algunas garantías que no se pueden eliminar.
“Todo lo negociado en los pactos no es sujeto a disminuirse, la inamovilidad tampoco es negociable ya que es parte de la regulación laboral”, resaltó el experto.
Al parecer lo único que queda es que la ciudadanía tome su papel como observador y vigilante para que estos errores no se repliquen en otras entidades del Estado.
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El caso podemos ejemplificarlo con tres aspectos que demuestran que trabajar en el Congreso sigue siendo el equivalente a ganarse un billete de lotería.
1.- No se puede bajar el salario: Aunque haya trabajadores que superen los Q30 mil mensuales y en algunos casos no tengan el nivel académico ni la capacidad, seguirán con su salario.
“No podemos bajar el salario ya que sería ilegal, lo único que podemos hacer es regular el tema para los de nuevo ingreso”, declaró el diputado Marvin Orellana, quien tiene a cargo la mesa de negociación del Pacto Colectivo.
Alfreedo Tumax goza de inamovilidad sindical.
2.- Los dirigentes sindicales gozan de inamovilidad: Alfredo Tumax, Xiomara Conde y Jacqueline Suárez, así como los miembros del Comité Ejecutivo y Consejo Consultivo, gozan de inamovilidad solo por el hecho de liderar un sindicato, así lo garantiza el Pacto Colectivo de Condiciones de trabajo.
Artículo 9 Pacto Colectivo de Condiciones de Trabajo.
3.- No pueden despedir a menos que sea por orden judicial: El Congreso se mantiene emplazado y por ello deben pedir autorización de juez. El expresidente Mario Taracena intentó sin éxito destituir personal ya que muchos pelearon en los juzgados de trabajo y ganaron su reinstalación.
Un ejemplo de ello fue Dolores Zeledón, quien presidía la Unidad de Acceso a la Información. No solo debió ser restituida sino tuvieron que pagarle los salarios caídos. Actualmente está asignada a otra unidad y sigue ganando Q33 mil mensuales.
Zeledón le ganó el pulso a Mario Taracena y mantiene su salario de Q33 mil mensuales.
Michael Vásquez no corrió con la misma suerte que Zeledón ya que los juzgados no le dieron la razón y debió ser destituido. Pese a ello, sigue buscando regresar al Congreso. Vásquez fue despedido por utilizar firmas falsas para conformar un sindicato y dado que la organización sindical no había sido inscrito, no pudo gozar del beneficio de inamovilidad.
El analista del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), David Casasola reconoce que aunque exista voluntad hay algunas garantías que no se pueden eliminar.
“Todo lo negociado en los pactos no es sujeto a disminuirse, la inamovilidad tampoco es negociable ya que es parte de la regulación laboral”, resaltó el experto.
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