Pese a que en el liberalismo se pretende la reducción del gobierno al mínimo y con poderes limitados, el socialismo destruye a individuos y al Estado
En estos días estamos sorprendidos por el brutal y violentísimo atropellamiento de varios jóvenes en la Calzada San Juan, quienes protestaban por… no importa porqué. El hombre es y seguirá siendo un animal violento que ha sobrevivido y ha conquistado muchas cosas, en detrimento de muchos seres humanos en múltiples ocasiones; y pese a nuestra molestia, seguirá siendo violento: “el hombre el lobo del hombre”. Encima, un tráfico infernal, que no se resuelve nunca, y con un intenso calor que es factor causal de comportarnos más en nuestros niveles físico-corporales animales y no en el pleno control de nuestros impulsos. Por supuesto que no hay ninguna excusa para tan deleznable acto criminal.
Recientemente uno de los personajes que se cita que se perfila para candidato a presidencial decía que la mayoría de los problemas nacionales se debían a la desmantelación del Estado, tal el lamentable caso de las niñas que fallecieron quemadas en el Hogar, que durante el gobierno donde él fuera ministro de Finanzas Públicas, se le denominaron “Solidarios”, para pasar a ser “Seguros”, no por ninguna buena razón, sino como un mero acto político, y envés de dirigir los recursos en las verdaderas necesidades, se pintaban letreros y letreros, seguros y solidarios, en jugosos contratos…
¡Claro que hay ausencia de Estado! Claro que no tenemos que recorrer a ningún rincón del país, donde se nota con toda claridad la falta de Estado en todos los temas, pues en todos los ámbitos nacionales se nota la escasez del Estado. Entonces, ¿por dónde es la respuesta para poder resolver este asunto que debe ser de interés nacional?
La respuesta del socialismo no es más Estado, sino más impuestos. Siempre se tratará de elevar la carga tributaria, y la excusa en Guatemala es que tenemos una de las cargas tributarias más bajas del mundo. A diferencia, y eso con datos más empíricos que teóricos, podemos concluir que en Guatemala la única vez que no se protestó en contra de una reforma tributaria, aunque uno de los impuestos fue notoriamente inconstitucional, fue en el gobierno del expresidente y sempieterno alcalde Álvaro Arzú, porque venía de hacer una administración municipal donde el gasto se pudo reflejar en cambios y se esperaba siguiera en la misma línea… Es decir, desde la perspectiva del ciudadano común, la calidad del gasto, la ausencia de corrupción es anterior a recolectar los impuestos, no al revés como se exige en los círculos institucionales internacionales y en la ideología de izquierda.
Por supuesto que la recolección de más impuestos es para que el gobierno pueda intervenir en más situaciones de la vida cotidiana del ciudadano común. Pero como es bien sabido, a mayores recursos sin controles, sin justicia, sin Estado de Derecho y certeza jurídica, más corrupción. Y todos los gobiernos socialistoides, envés de buscar los mejores estándares de calidad del gasto de tan prestigiosas e incólumes personas, que aunque se dicen incapaces de cometer equivocaciones, terminan seducidos por las mieles del poder y del dinero, hundiéndose y hundiendo a los países en sistemas corruptivos.
Venezuela es el reflejo de ello, también Ecuador, Brasil, Argentina y Bolivia. Se pierden unos valores utópicos tan alejados a la realidad. Y aquí, en Guatemala, la verdadera destrucción del Estado es seguir intentando que el gobierno haga lo que no debe hacer y se permita hacer todo lo que no se debe hacer.
Recientemente participaba del informe de indicadores de inversión pública a través de estos últimos años. La inversión pública baja drásticamente en el año 2015. Por supuesto que a consecuencia de la persecución de los altos mandos del Ejecutivo, que ahora guardan prisión. El cuestionamiento era si este nivel de inversión pública era buena o no. El problema es que en los años del gobierno de verdes y naranjas, ese dinero no fue a inversión pública sino a pura corrupción.
Insistir en que el gobierno hago lo que no debe hacer es también desmantelar el Estado. El dinero no es infinito y aumentar la burocracia en aquello que no debe hacer el Estado o en aquellas funciones que pudiera hacer, pero que no son la prioridad de un Estado frágil, desmantelado y raquítico, tiene como resultado que el Estado no funciona para los ciudadanos, y de allí viene la anarquía total, haciendo cada uno y cada grupo lo que se desea o inventa, sin respetar ningún derecho ajeno, empezando por la vida. Por ello el gobierno debe dirigirse únicamente a aquellas funciones prioritarias.
En el análisis del comportamiento humano, tal y como es, limitas los poderes de las personas en el gobierno, se colocan mecanismos de pesos y contrapesos, de rendición de cuentas, de limitar el poder por medio de no permitir la permanencia eterna de funcionarios en puestos donde se maneja dinero, etc.
Cuando no hay república, cuando no hay Estado de Derecho donde se protegen los derechos individuales de la familia (vida, libertad, propiedad y familia), cada quien hace lo que se le da la gana, porque sabes que no va a haber castigo, en un gran sistema de impunidad.
Muchas gracias Ruben
Muchas gracias Rubén Morales. Tu esfuerzo, trabajo, inteligencia y cansancio, sobre todos en momentos personales complicados, se reconoce. Esperamos podamos reconocerlos siguiendo las políticas que has establecido.
Twitter: @josekrlos
República es ajena a la opinión expresada en este artículo
Pese a que en el liberalismo se pretende la reducción del gobierno al mínimo y con poderes limitados, el socialismo destruye a individuos y al Estado
En estos días estamos sorprendidos por el brutal y violentísimo atropellamiento de varios jóvenes en la Calzada San Juan, quienes protestaban por… no importa porqué. El hombre es y seguirá siendo un animal violento que ha sobrevivido y ha conquistado muchas cosas, en detrimento de muchos seres humanos en múltiples ocasiones; y pese a nuestra molestia, seguirá siendo violento: “el hombre el lobo del hombre”. Encima, un tráfico infernal, que no se resuelve nunca, y con un intenso calor que es factor causal de comportarnos más en nuestros niveles físico-corporales animales y no en el pleno control de nuestros impulsos. Por supuesto que no hay ninguna excusa para tan deleznable acto criminal.
Recientemente uno de los personajes que se cita que se perfila para candidato a presidencial decía que la mayoría de los problemas nacionales se debían a la desmantelación del Estado, tal el lamentable caso de las niñas que fallecieron quemadas en el Hogar, que durante el gobierno donde él fuera ministro de Finanzas Públicas, se le denominaron “Solidarios”, para pasar a ser “Seguros”, no por ninguna buena razón, sino como un mero acto político, y envés de dirigir los recursos en las verdaderas necesidades, se pintaban letreros y letreros, seguros y solidarios, en jugosos contratos…
¡Claro que hay ausencia de Estado! Claro que no tenemos que recorrer a ningún rincón del país, donde se nota con toda claridad la falta de Estado en todos los temas, pues en todos los ámbitos nacionales se nota la escasez del Estado. Entonces, ¿por dónde es la respuesta para poder resolver este asunto que debe ser de interés nacional?
La respuesta del socialismo no es más Estado, sino más impuestos. Siempre se tratará de elevar la carga tributaria, y la excusa en Guatemala es que tenemos una de las cargas tributarias más bajas del mundo. A diferencia, y eso con datos más empíricos que teóricos, podemos concluir que en Guatemala la única vez que no se protestó en contra de una reforma tributaria, aunque uno de los impuestos fue notoriamente inconstitucional, fue en el gobierno del expresidente y sempieterno alcalde Álvaro Arzú, porque venía de hacer una administración municipal donde el gasto se pudo reflejar en cambios y se esperaba siguiera en la misma línea… Es decir, desde la perspectiva del ciudadano común, la calidad del gasto, la ausencia de corrupción es anterior a recolectar los impuestos, no al revés como se exige en los círculos institucionales internacionales y en la ideología de izquierda.
Por supuesto que la recolección de más impuestos es para que el gobierno pueda intervenir en más situaciones de la vida cotidiana del ciudadano común. Pero como es bien sabido, a mayores recursos sin controles, sin justicia, sin Estado de Derecho y certeza jurídica, más corrupción. Y todos los gobiernos socialistoides, envés de buscar los mejores estándares de calidad del gasto de tan prestigiosas e incólumes personas, que aunque se dicen incapaces de cometer equivocaciones, terminan seducidos por las mieles del poder y del dinero, hundiéndose y hundiendo a los países en sistemas corruptivos.
Venezuela es el reflejo de ello, también Ecuador, Brasil, Argentina y Bolivia. Se pierden unos valores utópicos tan alejados a la realidad. Y aquí, en Guatemala, la verdadera destrucción del Estado es seguir intentando que el gobierno haga lo que no debe hacer y se permita hacer todo lo que no se debe hacer.
Recientemente participaba del informe de indicadores de inversión pública a través de estos últimos años. La inversión pública baja drásticamente en el año 2015. Por supuesto que a consecuencia de la persecución de los altos mandos del Ejecutivo, que ahora guardan prisión. El cuestionamiento era si este nivel de inversión pública era buena o no. El problema es que en los años del gobierno de verdes y naranjas, ese dinero no fue a inversión pública sino a pura corrupción.
Insistir en que el gobierno hago lo que no debe hacer es también desmantelar el Estado. El dinero no es infinito y aumentar la burocracia en aquello que no debe hacer el Estado o en aquellas funciones que pudiera hacer, pero que no son la prioridad de un Estado frágil, desmantelado y raquítico, tiene como resultado que el Estado no funciona para los ciudadanos, y de allí viene la anarquía total, haciendo cada uno y cada grupo lo que se desea o inventa, sin respetar ningún derecho ajeno, empezando por la vida. Por ello el gobierno debe dirigirse únicamente a aquellas funciones prioritarias.
En el análisis del comportamiento humano, tal y como es, limitas los poderes de las personas en el gobierno, se colocan mecanismos de pesos y contrapesos, de rendición de cuentas, de limitar el poder por medio de no permitir la permanencia eterna de funcionarios en puestos donde se maneja dinero, etc.
Cuando no hay república, cuando no hay Estado de Derecho donde se protegen los derechos individuales de la familia (vida, libertad, propiedad y familia), cada quien hace lo que se le da la gana, porque sabes que no va a haber castigo, en un gran sistema de impunidad.
Muchas gracias Ruben
Muchas gracias Rubén Morales. Tu esfuerzo, trabajo, inteligencia y cansancio, sobre todos en momentos personales complicados, se reconoce. Esperamos podamos reconocerlos siguiendo las políticas que has establecido.
Twitter: @josekrlos
República es ajena a la opinión expresada en este artículo