Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

¿Qué marcó la diferencia entre Mario Taracena y Oscar Chinchilla?

Ana González
12 de mayo, 2017

Las diferencias entre Mario Taracena y Oscar Chinchilla para dirigir el Congreso de la República son evidentes, tanto como su personalidad. El explosivo Taracena dejó claro que los casi 30 años que tiene de experiencia legislativa le permitieron tener el control político y coyuntural del pleno, mientras que Chinchilla intenta, sin éxito, dirigir la agenda.

Los números también lo confirman. Taracena logró la aprobación de 29 decretos en el primer período ordinario de sesiones, mientras que Chinchilla concluyó con siete decretos y sigue batallando para agilizar la discusión de las reformas constitucionales.

Aunque Taracena mantiene bajo perfil desde que dejó la presidencia, a veces aprovecha sus intervenciones en el pleno para mostrar su postura y criticar la forma como Chinchilla dirige la sesión.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

En tanto Chinchilla defiende su gestión y en más de una ocasión ha señalado que busca los consensos con las distintas bancadas, que son finalmente las que definen los puntos de agenda. “La Junta Directiva está haciendo un trabajo eficiente. No hay que olvidar que la responsabilidad en el Congreso es individual”, declaró en días recientes.

Para algunos diputados como Leonel Lira, la gestión de ambos congresistas no debería de medirse por el número de decretos aprobados.

“Hay que tomarse en cuenta otros factores y comprender el momento político de cada uno”. Para el congresista, el año pasado se pudo avanzar en los temas ya que la bancada oficialista no tenía tanta fuerza como ahora.

“Creo que no podemos decir que uno fue mejor que otro”, asegura Lira. Sin embargo, algunos legisladores reconocen a regañadientes que Taracena tenía mayor control, situación que obedecía a sus años de experiencia.

Al consultarle al congresista si volvería a buscar la presidencia, asegura que no tiene los votos para ello. “No me quieren”, ha dicho en varias ocasiones Taracena.

El mayor reto

La gestión de Chinchilla tiene en sus manos el mayor reto de todos: la discusión de las reformas constitucionales. Aunque algunos diputados no le miran futuro al proyecto, el congresista insiste en que mantendrá la discusión sobre la mesa.

Esa parece ser la apuesta del legislador para mostrar control y dejar atrás la sombra de su antecesor.

¿Qué marcó la diferencia entre Mario Taracena y Oscar Chinchilla?

Ana González
12 de mayo, 2017

Las diferencias entre Mario Taracena y Oscar Chinchilla para dirigir el Congreso de la República son evidentes, tanto como su personalidad. El explosivo Taracena dejó claro que los casi 30 años que tiene de experiencia legislativa le permitieron tener el control político y coyuntural del pleno, mientras que Chinchilla intenta, sin éxito, dirigir la agenda.

Los números también lo confirman. Taracena logró la aprobación de 29 decretos en el primer período ordinario de sesiones, mientras que Chinchilla concluyó con siete decretos y sigue batallando para agilizar la discusión de las reformas constitucionales.

Aunque Taracena mantiene bajo perfil desde que dejó la presidencia, a veces aprovecha sus intervenciones en el pleno para mostrar su postura y criticar la forma como Chinchilla dirige la sesión.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

En tanto Chinchilla defiende su gestión y en más de una ocasión ha señalado que busca los consensos con las distintas bancadas, que son finalmente las que definen los puntos de agenda. “La Junta Directiva está haciendo un trabajo eficiente. No hay que olvidar que la responsabilidad en el Congreso es individual”, declaró en días recientes.

Para algunos diputados como Leonel Lira, la gestión de ambos congresistas no debería de medirse por el número de decretos aprobados.

“Hay que tomarse en cuenta otros factores y comprender el momento político de cada uno”. Para el congresista, el año pasado se pudo avanzar en los temas ya que la bancada oficialista no tenía tanta fuerza como ahora.

“Creo que no podemos decir que uno fue mejor que otro”, asegura Lira. Sin embargo, algunos legisladores reconocen a regañadientes que Taracena tenía mayor control, situación que obedecía a sus años de experiencia.

Al consultarle al congresista si volvería a buscar la presidencia, asegura que no tiene los votos para ello. “No me quieren”, ha dicho en varias ocasiones Taracena.

El mayor reto

La gestión de Chinchilla tiene en sus manos el mayor reto de todos: la discusión de las reformas constitucionales. Aunque algunos diputados no le miran futuro al proyecto, el congresista insiste en que mantendrá la discusión sobre la mesa.

Esa parece ser la apuesta del legislador para mostrar control y dejar atrás la sombra de su antecesor.