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Que de al pelo

Betty Marroquin
05 de junio, 2017

A juzgar por lo que promueven los seguidores de Bernardo Caal, la justicia, las Leyes, el respeto a la propiedad privada, el respeto a los derechos individuales, las autoridades valen menos que la basura que se les pega debajo del zapato. Les importa un pepino y la mitad de otro lo que digan las autoridades, a menos que esté de acuerdo con lo que ellos quieren. Es decir, si las autoridades atacan a las empresas, a cualquiera en el sector productivo, entonces son lo máximo, pero si hacen algo que remotamente suene a respeto a la propiedad, etc, son lo peor. Es así que la decisión de la Corte de Constitucionalidad ha sido acatada por una parte y atacada por la otra que se niega a aceptar la aplicación de la sentencia. Si bien el sector productivo proteste una decisión contraria a sus deseos, la enorme diferencia entre ellos y los famosos Caaliebers, es que los primeros acatan y respetan la decisión y la pelean por la vía legal apelando, mientras que los segundos lo hacen bloqueando carreteras, causando inestabilidad social y manipulando a su gente.

Es así que a raíz del fallo de los Magistrados de la Corte de Constitucionalidad, que ha sido aplaudido por todos los guatemaltecos con dos dedos de frente, no manipulados ni cegados, y que vemos la importancia de tener energía eléctrica a bajo costo, están ahora siendo atacados por quienes habiendo perdido un apelo fuera de lugar, no aceptan su derrota. Ahora los Magistrados son una basura, unos vendidos, y les vale un pepino la Ley. O sea, la Ley vale “a según”. Subrayo que si bien para el sector productivo un fallo contrario a Oxec hubiera sido un duro golpe, el imperio de la Ley y el respeto a las decisiones de la Corte hubiera sido al máximo apelado, pero hasta ahí.

Ironía, los pueblos indígenas que tanto necesitan generación de oportunidades en las áreas rurales, vienen privados de dichas oportunidades precisamente por sus pseudo líderes, que bien pagados y con frecuencia en Euros, les importa poco la comunidad que se supone que representan. Si les importara, y claro está, tuvieran un gramo de ética y de visión, comprenderían que para que llegue progreso a su región urge infraestructura y electricidad. Sin esos dos elementos no habrá jamás ni salud, ni trabajo, ni crecimiento económico, ni educación ni nada. Manejan buenos carros, viven bien y su trabajo es generar descontento y envenenar las mentes de los pueblos de los que se autoproclaman líderes.

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La consulta se hizo, como consta aunque a la CC se le haya “pasado por alto” y Caal y compañía aleguen que no fue así, existe documentación al respecto, y con todo y que no se realiza con cáscaras de huevo harán otra consulta, sin duda. Existe un claro campo nebuloso en la interpretación del Convenio 169, que viene manipulado a sabor y antojo de quienes se creen tener el monopolio de la razón en temas de derechos humanos, pero eso ya es tema para otra columna. Usan el mismo argumento para decir que es una concesión ilegal del Ministerio de Energía y Minas. Y dale con la misma cantaleta. La concesión se hizo en Ley, y como en tantos países civilizados (incluyendo los que simpatizan y/o financian a Caal y compañía) dónde las hidroeléctricas son comunes (por ejemplo, Noruega para el 2011 generaba 122 TWh de hidroeléctricas del total de 128 Twh, información disponible en Google), son inversiones que no las hacen ni los progres ni los oenegeros, y mucho menos las pueden realizar las comunidades que son de recursos sumamente escasos y a quienes, si Caal y compañía lo permitieran, se les generaría desarrollo y progreso. Ah, pero es que los de mentalidad “caalesca” creen que el desarrollo y el progreso llegan con dádivas del Estado (olvidan que al Estado lo financiamos quienes pagamos impuestos, y que para pagar impuestos se necesita generar ingresos y por ende, ser productivo). O quizás sueñan con ser ellos los “señores feudales” de sus comunidades, temidos y respetados por ser los meros tatascanes, con todo y parabólica en el techo de su casa de concreto bien construida, mientras el resto de la comunidad continua en casas sin siquiera tener piso de cemento, agua potable y mucho menos, energía eléctrica. O, ¿será que en su delirium Caal y compañía salivan con apropiarse de Oxec I y II? En todos lados se cuecen habas, pero en Guate… por docenas y no me extrañaría que estuvieran delirando por algo así.

Luego los “caaleros” están molestos porque la CC tuvo la osadía de establecer un procedimiento consultivo provisional para efectuar la consulta bajo el Convenio 169 en lugar de dejar que sea el pueblo de la zona el que decida como se hace. Es decir, ellos se creen mejor preparados que los Magistrados que tienen años de estudio, conocimiento y experiencia, para definir el tema. Arrogancia pura. Pide al Congreso que legisle como aplicar el Convenio 169, como si el Congreso estuviera en condiciones para hacerlo. Y como no entienden que la Ley es igual para todos, incluyendo indígenas, alegan que “pretende generalizar” los procedimientos a todas las hidroeléctricas que operan en el país. Ah, porque ellos quisieran que se regule diferente para cada hidroeléctrica.

Nos acusan a todos los que de alguna manera nos pronunciamos en favor de que la CC dejara operar Oxec I y II de presionar a los Magistrados. Porque lo que ellos hacen no es presión, para nada, ¡son meras sugerencias! Que pena, pero yo me rehuso a que me suba mi recibo de luz, a que se deje de generar electricidad barata por culpa de estos individuos oportunistas y aprovechados con una miopía infinita, me rehuso a que se vaya de Guatemala cualquier oportunidad de crear progreso y desarrollo y de generar empleo digno en el interior del país. No soy indígena, soy guatemalteca, y creo que todos y cada uno de los nacidos en esta tierra tenemos el mismo derecho a educación, salud, oportunidades y prosperidad. El dinero no crece en los árboles y no es repartiendo lo ajeno que se genera bienestar para todos. Es permitiendo que inviertan quienes arriesgan su dinero, y no precisamente de Monopoly, para construir obras como Oxec teniendo visión empresarial, queriendo obtener una ganancia pero legal y limpiamente, y como tantas otras empresas, devuelven con creces a la comunidad invirtiendo en ella, voluntariamente. No todos aspiramos a ser parásitos sociales, algunos aspiramos a obtener una posición con base al esfuerzo propio, al fruto de nuestra creatividad y productividad, corriendo los riesgos que corre quien emprende una actividad productiva. Los caaleros quieren y llaman al conflicto racial, a la lucha abierta y a la inestabilidad social. Si estuvieran en los Estados Unidos los meten presos por atentar contra la seguridad nacional del país.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

Que de al pelo

Betty Marroquin
05 de junio, 2017

A juzgar por lo que promueven los seguidores de Bernardo Caal, la justicia, las Leyes, el respeto a la propiedad privada, el respeto a los derechos individuales, las autoridades valen menos que la basura que se les pega debajo del zapato. Les importa un pepino y la mitad de otro lo que digan las autoridades, a menos que esté de acuerdo con lo que ellos quieren. Es decir, si las autoridades atacan a las empresas, a cualquiera en el sector productivo, entonces son lo máximo, pero si hacen algo que remotamente suene a respeto a la propiedad, etc, son lo peor. Es así que la decisión de la Corte de Constitucionalidad ha sido acatada por una parte y atacada por la otra que se niega a aceptar la aplicación de la sentencia. Si bien el sector productivo proteste una decisión contraria a sus deseos, la enorme diferencia entre ellos y los famosos Caaliebers, es que los primeros acatan y respetan la decisión y la pelean por la vía legal apelando, mientras que los segundos lo hacen bloqueando carreteras, causando inestabilidad social y manipulando a su gente.

Es así que a raíz del fallo de los Magistrados de la Corte de Constitucionalidad, que ha sido aplaudido por todos los guatemaltecos con dos dedos de frente, no manipulados ni cegados, y que vemos la importancia de tener energía eléctrica a bajo costo, están ahora siendo atacados por quienes habiendo perdido un apelo fuera de lugar, no aceptan su derrota. Ahora los Magistrados son una basura, unos vendidos, y les vale un pepino la Ley. O sea, la Ley vale “a según”. Subrayo que si bien para el sector productivo un fallo contrario a Oxec hubiera sido un duro golpe, el imperio de la Ley y el respeto a las decisiones de la Corte hubiera sido al máximo apelado, pero hasta ahí.

Ironía, los pueblos indígenas que tanto necesitan generación de oportunidades en las áreas rurales, vienen privados de dichas oportunidades precisamente por sus pseudo líderes, que bien pagados y con frecuencia en Euros, les importa poco la comunidad que se supone que representan. Si les importara, y claro está, tuvieran un gramo de ética y de visión, comprenderían que para que llegue progreso a su región urge infraestructura y electricidad. Sin esos dos elementos no habrá jamás ni salud, ni trabajo, ni crecimiento económico, ni educación ni nada. Manejan buenos carros, viven bien y su trabajo es generar descontento y envenenar las mentes de los pueblos de los que se autoproclaman líderes.

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La consulta se hizo, como consta aunque a la CC se le haya “pasado por alto” y Caal y compañía aleguen que no fue así, existe documentación al respecto, y con todo y que no se realiza con cáscaras de huevo harán otra consulta, sin duda. Existe un claro campo nebuloso en la interpretación del Convenio 169, que viene manipulado a sabor y antojo de quienes se creen tener el monopolio de la razón en temas de derechos humanos, pero eso ya es tema para otra columna. Usan el mismo argumento para decir que es una concesión ilegal del Ministerio de Energía y Minas. Y dale con la misma cantaleta. La concesión se hizo en Ley, y como en tantos países civilizados (incluyendo los que simpatizan y/o financian a Caal y compañía) dónde las hidroeléctricas son comunes (por ejemplo, Noruega para el 2011 generaba 122 TWh de hidroeléctricas del total de 128 Twh, información disponible en Google), son inversiones que no las hacen ni los progres ni los oenegeros, y mucho menos las pueden realizar las comunidades que son de recursos sumamente escasos y a quienes, si Caal y compañía lo permitieran, se les generaría desarrollo y progreso. Ah, pero es que los de mentalidad “caalesca” creen que el desarrollo y el progreso llegan con dádivas del Estado (olvidan que al Estado lo financiamos quienes pagamos impuestos, y que para pagar impuestos se necesita generar ingresos y por ende, ser productivo). O quizás sueñan con ser ellos los “señores feudales” de sus comunidades, temidos y respetados por ser los meros tatascanes, con todo y parabólica en el techo de su casa de concreto bien construida, mientras el resto de la comunidad continua en casas sin siquiera tener piso de cemento, agua potable y mucho menos, energía eléctrica. O, ¿será que en su delirium Caal y compañía salivan con apropiarse de Oxec I y II? En todos lados se cuecen habas, pero en Guate… por docenas y no me extrañaría que estuvieran delirando por algo así.

Luego los “caaleros” están molestos porque la CC tuvo la osadía de establecer un procedimiento consultivo provisional para efectuar la consulta bajo el Convenio 169 en lugar de dejar que sea el pueblo de la zona el que decida como se hace. Es decir, ellos se creen mejor preparados que los Magistrados que tienen años de estudio, conocimiento y experiencia, para definir el tema. Arrogancia pura. Pide al Congreso que legisle como aplicar el Convenio 169, como si el Congreso estuviera en condiciones para hacerlo. Y como no entienden que la Ley es igual para todos, incluyendo indígenas, alegan que “pretende generalizar” los procedimientos a todas las hidroeléctricas que operan en el país. Ah, porque ellos quisieran que se regule diferente para cada hidroeléctrica.

Nos acusan a todos los que de alguna manera nos pronunciamos en favor de que la CC dejara operar Oxec I y II de presionar a los Magistrados. Porque lo que ellos hacen no es presión, para nada, ¡son meras sugerencias! Que pena, pero yo me rehuso a que me suba mi recibo de luz, a que se deje de generar electricidad barata por culpa de estos individuos oportunistas y aprovechados con una miopía infinita, me rehuso a que se vaya de Guatemala cualquier oportunidad de crear progreso y desarrollo y de generar empleo digno en el interior del país. No soy indígena, soy guatemalteca, y creo que todos y cada uno de los nacidos en esta tierra tenemos el mismo derecho a educación, salud, oportunidades y prosperidad. El dinero no crece en los árboles y no es repartiendo lo ajeno que se genera bienestar para todos. Es permitiendo que inviertan quienes arriesgan su dinero, y no precisamente de Monopoly, para construir obras como Oxec teniendo visión empresarial, queriendo obtener una ganancia pero legal y limpiamente, y como tantas otras empresas, devuelven con creces a la comunidad invirtiendo en ella, voluntariamente. No todos aspiramos a ser parásitos sociales, algunos aspiramos a obtener una posición con base al esfuerzo propio, al fruto de nuestra creatividad y productividad, corriendo los riesgos que corre quien emprende una actividad productiva. Los caaleros quieren y llaman al conflicto racial, a la lucha abierta y a la inestabilidad social. Si estuvieran en los Estados Unidos los meten presos por atentar contra la seguridad nacional del país.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo