Ambas multinacionales dejan las tierras de Simón Bolivar debido a las políticas hostiles que ofrece el país a la inversión extranjera. Por un lado, General Motors confirmó el viernes lo que los rumores llevaban de boca en boca: el cese definitivo de operaciones. Esta consecuencia ocurre luego de que en abril, el Tribunal Supremo de Justicia les embargara sus biene, por lo que así, termina una relación de 69 años en la nación sudamericana, que gobierna Nicolas Maduro. Ahora bien, entre las consecuencias tangibles en la población está el despido de 2 mil 678 trabajadores, y un alto al desarrollo de 79 sucursales en la nación, que representan más de 55% de la industria nacional de autopartes.

Datos históricos revelan que en 2006, GM construía 68 mil 147 autos, pero una década después, en 2016, no produjo un solo vehículo. A nivel nacional, Venezuela armó más de 171 mil 700 autos, pero el año pasado, solo fabricó 2 mil 849 carros.

Respecto de United Airlines, fue el sábado que la aerolínea estadounidense confirmo que a partir del 1 de julio de 2017, no regresará a Venezuela, y que esa fecha volará por última vez entre Houston y Caracas. Otras compañías aéreas que dejaron de acudir al país son Alitalia, Lufthansa, Latam, Aeroméxico, Air Canadá y Gol. Iberia, Air Europa y Aerolíneas Argentinas disminuyeron la cantidad de vuelos.