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Celebremos y reconozcamos a los buenos Padres de familia

Antonio Melgar
13 de junio, 2017

A mí siempre se me dijo en mi casa que un padre es aquel que ayuda en la formación y es guía, y precisamente hace unos días asistí a un evento en el cual nos reunimos varios padres de familia y comprendí entonces nuestra importancia, además que demostraron la situación complicada en la que se encuentran varios hogares que ahora se enfrentan a muchos retos.

Es por esos testimonios que creo que los últimos años más bien representan un reto para las familias guatemaltecas, porque ahora los padres nos enfrentamos a varias barreras que pueden dificultar la educación, si tomamos en cuenta que los horarios de trabajo y el uso de la tecnología en jóvenes y también en niños pueden volverse en nuestra contra.

La responsabilidad de ser padre pasa desde cumplir con dar alimentación como lo establece el Código Civil y también de hacerse cargo de todos aquellos gastos que se dan al concebirse un ser y el que tiene una obligación dineraria con los suyos. Como experiencia propia en mis prácticas de derecho me di cuenta de lo ingratos que pueden ser algunos progenitores al no querer ayudar a sus hijos y las historias eran cada vez más desgarradoras.

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Y todo esto se lo puedo atribuir a que en lo general de estos casos predominaba una actitud patriarcal, que recaía en la sociedad y que lamentablemente deja grandes secuelas en los niños que pronto se convierten en jóvenes y adultos y que son susceptibles de replicar las condiciones en sus propios hijos, bajo el argumento que ellos están bien y que lograron superarse de esa manera.

Ahora que se acerca el Día del Padre me atrevo a decir que existen padres irresponsables, pero también hay padres buenos, y que yo creo que correcto felicitarlos en este día, empezando por el mío que me enseña tanto cada día, amigos, familiares, y guatemaltecos que se quitan el pan de la boca por darle de comer a sus niños.

El ser padre me ha enseñado incluso a dejar de pensar en mí y a pensar que ellos son los más importantes en mi vida porque en realidad uno llega a quedar en un segundo plano.

Es por ello que creo que quienes cumplen con su verdadera tarea, deben ser homenajeados como héroes porque cada día se levantan de madrugada y con ganas de luchar por sus pequeños y teniendo en cuenta que ellos al final son parte de una vida que hace más grande al país.

Estos padres, los buenos, son aquellos que merecen un lugar privilegiado en el corazón de aquellos que los admiran y que sin lugar a dudas dan su propia vida por la de sus hijos y estoy seguro que tendrán una recompensa al ser recordados y honrados con todo el cariño y amor posible por los suyos, y que creo es el mayor reconocimiento que se pueda recibir.

Recordemos entonces a los padres buenos, y amorosos que dan la vida por nosotros, no los olvidemos y dejemos a su suerte, pero también recordemos de actuar adecuadamente para formar ciudadanos de bien, porque esa es nuestra responsabilidad como cabezas de familia.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

Celebremos y reconozcamos a los buenos Padres de familia

Antonio Melgar
13 de junio, 2017

A mí siempre se me dijo en mi casa que un padre es aquel que ayuda en la formación y es guía, y precisamente hace unos días asistí a un evento en el cual nos reunimos varios padres de familia y comprendí entonces nuestra importancia, además que demostraron la situación complicada en la que se encuentran varios hogares que ahora se enfrentan a muchos retos.

Es por esos testimonios que creo que los últimos años más bien representan un reto para las familias guatemaltecas, porque ahora los padres nos enfrentamos a varias barreras que pueden dificultar la educación, si tomamos en cuenta que los horarios de trabajo y el uso de la tecnología en jóvenes y también en niños pueden volverse en nuestra contra.

La responsabilidad de ser padre pasa desde cumplir con dar alimentación como lo establece el Código Civil y también de hacerse cargo de todos aquellos gastos que se dan al concebirse un ser y el que tiene una obligación dineraria con los suyos. Como experiencia propia en mis prácticas de derecho me di cuenta de lo ingratos que pueden ser algunos progenitores al no querer ayudar a sus hijos y las historias eran cada vez más desgarradoras.

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Y todo esto se lo puedo atribuir a que en lo general de estos casos predominaba una actitud patriarcal, que recaía en la sociedad y que lamentablemente deja grandes secuelas en los niños que pronto se convierten en jóvenes y adultos y que son susceptibles de replicar las condiciones en sus propios hijos, bajo el argumento que ellos están bien y que lograron superarse de esa manera.

Ahora que se acerca el Día del Padre me atrevo a decir que existen padres irresponsables, pero también hay padres buenos, y que yo creo que correcto felicitarlos en este día, empezando por el mío que me enseña tanto cada día, amigos, familiares, y guatemaltecos que se quitan el pan de la boca por darle de comer a sus niños.

El ser padre me ha enseñado incluso a dejar de pensar en mí y a pensar que ellos son los más importantes en mi vida porque en realidad uno llega a quedar en un segundo plano.

Es por ello que creo que quienes cumplen con su verdadera tarea, deben ser homenajeados como héroes porque cada día se levantan de madrugada y con ganas de luchar por sus pequeños y teniendo en cuenta que ellos al final son parte de una vida que hace más grande al país.

Estos padres, los buenos, son aquellos que merecen un lugar privilegiado en el corazón de aquellos que los admiran y que sin lugar a dudas dan su propia vida por la de sus hijos y estoy seguro que tendrán una recompensa al ser recordados y honrados con todo el cariño y amor posible por los suyos, y que creo es el mayor reconocimiento que se pueda recibir.

Recordemos entonces a los padres buenos, y amorosos que dan la vida por nosotros, no los olvidemos y dejemos a su suerte, pero también recordemos de actuar adecuadamente para formar ciudadanos de bien, porque esa es nuestra responsabilidad como cabezas de familia.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo