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De Cumbre a Conferencia

María Dolores Arias
20 de junio, 2017

Hace poco más de dos años, escribí “Botín para la prosperidad” en el cual hacía un recuento de la visita del entonces vicepresidente de EE.UU. Joe Biden, quien asistiría junto con los presidentes de Guatemala, El Salvador y Honduras a la “II Cumbre para la Alianza de la Prosperidad del Triángulo Norte”.

En esa ocasión se establecieron varios acuerdos agrupados en cuatro temas principales: dinamizar el sector productivo, desarrollar el capital humano, seguridad y acceso a la justicia, y fortalecer las instituciones. En esta cumbre Biden anunció que su gobierno solicitaría al Congreso le aprobará mil millones de dólares para apoyar esta Alianza.

En aquél momento, analicé que para cumplir muchos de los acuerdos no era necesario ninguna alianza y que podían lograrse con tan sólo “voluntad política” de parte del presidente de turno en cada país. Que la zanahoria de los mil millones de dólares, tal vez sería un incentivo para aparentar cumplir los compromisos y quedarse con parte del jugoso “botín” consecuencia de la corrupción que impera en nuestra región.

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A más de dos años de distancia, la situación no ha cambiado mucho. Ahora en lugar de Cumbre es la “Conferencia para la Prosperidad y Seguridad en Centroamérica”. Sin embargo, en el fondo siguen hablando de lo mismo, de cómo alcanzar la prosperidad, y ahora la seguridad, con la supervisión del gobierno estadounidense.

A más de dos años de distancia, algunos todavía siguen creyendo que será la ayuda externa la que nos sacará de la pobreza e incluso les indigna que Trump haya recortado esta ayuda como si fuera obligación de los tributarios estadounidenses ayudar a nuestros países.

A más de dos años de distancia, siguen hablando de cómo gastarse el dinero de los tributarios para supuestamente generar riqueza y prosperidad. Algunos hablan de cómo regresarle ese dinero a los tributarios, cuando lo más sencillo es simplemente no quitándonos esa riqueza que hemos creado y que se pierde la mayor parte en la corrupción.

A más de dos años de distancia, ninguno de los tres países, ha logrado superar los 40 puntos del Índice de Percepción de la Corrupción 2016 –donde 100 es el máximo-. Por lo que continúa siendo un botín para algunos burócratas los anuncios de más ayuda externa y los préstamos que diligentemente ofrecen organismos internacionales como el Banco Interamericano para el Desarrollo, BID.

El canciller guatemalteco, en el marco de la Conferencia, afirmó que es mediante la generación de empleos y oportunidades dignas en el país es como se logrará frenar la migración. La pregunta es ¿qué tan dispuesto está el gobierno en impulsar medidas que respeten los derechos individuales?

¿Cuán dispuestos están en reducir la tramitología y simplificarlos? ¿Utilizar ventanillas únicas? ¿Aplicar el silencio administrativo en favor del ciudadano? ¿Enviará Jimmy Morales una reforma fiscal que reduzca y simplifique el pago de impuestos? ¿Una reforma que limite el poder de los burócratas para minimizar la oportunidad de extorsión y corrupción? ¿Obligará a utilizar más el gobierno electrónico para dejar trazabilidad de los tiempos y respuestas de funcionarios?

¿Están dispuestos los tres organismos del Estado, Judicial, Legislativo y Ejecutivo en fomentar el Estado de Derecho? ¿Promulgar leyes y no privilegios? ¿Emitir sentencias apegadas a Derecho y no a la coyuntura política?

Para impulsar la prosperidad y la seguridad en nuestros países no es indispensable que haya cumbres, conferencias o alianzas. Ni las cumbres ni las conferencias de burócratas reunidos serán la solución para crear prosperidad, mientras no se hable de cambiar este sistema benefactor-mercantilista por uno que respete el derecho individual y cuya función sea protegerlos de los criminales.

Al igual que como dije hace dos años “si de verdad les preocupa la prosperidad de sus países señores presidentes del Triángulo Norte, pueden empezar desde ya a implementar reformas que no necesiten de ‘somatón’ de mesa ni de ‘zanahoria’ por delante de ningún gobernante gringo.”

@Md30
Facebook.com/Mda30

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

De Cumbre a Conferencia

María Dolores Arias
20 de junio, 2017

Hace poco más de dos años, escribí “Botín para la prosperidad” en el cual hacía un recuento de la visita del entonces vicepresidente de EE.UU. Joe Biden, quien asistiría junto con los presidentes de Guatemala, El Salvador y Honduras a la “II Cumbre para la Alianza de la Prosperidad del Triángulo Norte”.

En esa ocasión se establecieron varios acuerdos agrupados en cuatro temas principales: dinamizar el sector productivo, desarrollar el capital humano, seguridad y acceso a la justicia, y fortalecer las instituciones. En esta cumbre Biden anunció que su gobierno solicitaría al Congreso le aprobará mil millones de dólares para apoyar esta Alianza.

En aquél momento, analicé que para cumplir muchos de los acuerdos no era necesario ninguna alianza y que podían lograrse con tan sólo “voluntad política” de parte del presidente de turno en cada país. Que la zanahoria de los mil millones de dólares, tal vez sería un incentivo para aparentar cumplir los compromisos y quedarse con parte del jugoso “botín” consecuencia de la corrupción que impera en nuestra región.

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A más de dos años de distancia, la situación no ha cambiado mucho. Ahora en lugar de Cumbre es la “Conferencia para la Prosperidad y Seguridad en Centroamérica”. Sin embargo, en el fondo siguen hablando de lo mismo, de cómo alcanzar la prosperidad, y ahora la seguridad, con la supervisión del gobierno estadounidense.

A más de dos años de distancia, algunos todavía siguen creyendo que será la ayuda externa la que nos sacará de la pobreza e incluso les indigna que Trump haya recortado esta ayuda como si fuera obligación de los tributarios estadounidenses ayudar a nuestros países.

A más de dos años de distancia, siguen hablando de cómo gastarse el dinero de los tributarios para supuestamente generar riqueza y prosperidad. Algunos hablan de cómo regresarle ese dinero a los tributarios, cuando lo más sencillo es simplemente no quitándonos esa riqueza que hemos creado y que se pierde la mayor parte en la corrupción.

A más de dos años de distancia, ninguno de los tres países, ha logrado superar los 40 puntos del Índice de Percepción de la Corrupción 2016 –donde 100 es el máximo-. Por lo que continúa siendo un botín para algunos burócratas los anuncios de más ayuda externa y los préstamos que diligentemente ofrecen organismos internacionales como el Banco Interamericano para el Desarrollo, BID.

El canciller guatemalteco, en el marco de la Conferencia, afirmó que es mediante la generación de empleos y oportunidades dignas en el país es como se logrará frenar la migración. La pregunta es ¿qué tan dispuesto está el gobierno en impulsar medidas que respeten los derechos individuales?

¿Cuán dispuestos están en reducir la tramitología y simplificarlos? ¿Utilizar ventanillas únicas? ¿Aplicar el silencio administrativo en favor del ciudadano? ¿Enviará Jimmy Morales una reforma fiscal que reduzca y simplifique el pago de impuestos? ¿Una reforma que limite el poder de los burócratas para minimizar la oportunidad de extorsión y corrupción? ¿Obligará a utilizar más el gobierno electrónico para dejar trazabilidad de los tiempos y respuestas de funcionarios?

¿Están dispuestos los tres organismos del Estado, Judicial, Legislativo y Ejecutivo en fomentar el Estado de Derecho? ¿Promulgar leyes y no privilegios? ¿Emitir sentencias apegadas a Derecho y no a la coyuntura política?

Para impulsar la prosperidad y la seguridad en nuestros países no es indispensable que haya cumbres, conferencias o alianzas. Ni las cumbres ni las conferencias de burócratas reunidos serán la solución para crear prosperidad, mientras no se hable de cambiar este sistema benefactor-mercantilista por uno que respete el derecho individual y cuya función sea protegerlos de los criminales.

Al igual que como dije hace dos años “si de verdad les preocupa la prosperidad de sus países señores presidentes del Triángulo Norte, pueden empezar desde ya a implementar reformas que no necesiten de ‘somatón’ de mesa ni de ‘zanahoria’ por delante de ningún gobernante gringo.”

@Md30
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República es ajena a la opinión expresada en este artículo