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Blog de música: El agridulce final (Edición Deluxe)*

Redacción República
21 de junio, 2017

*Por Luis Fernando Alejos

El concierto: Chris Cornell: Unplugged in Sweden (2006). Así como pasé varios años sin asumir el suicidio de Robin Williams, creo que me tomará un buen tiempo reconocer que el cantautor y artista Chris Cornell decidió bajarse temprano del tren. Antes de hacerlo, tuvo visitas que los habitantes de Seattle (su ciudad natal y donde participó con Soundgarden y Temple of the Dog), Cuba (cuando tocó ahí junto a su banda Audioslave) y el resto del globo recordarán por el resto de sus vidas.

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Si tuviera que presentarle un resumen de la obra de Cornell a alguien, apostaría por este bootleg que abarca gran parte de su trayectoria musical, con la excepción de su carrera en solitario. Además, incluye covers inesperados de géneros muy diferentes al hard rock/alternativo con el que alcanzó fama inicial.

Cornell y su guitarra acústica, trece canciones, sus entonces colegas de Audioslave entre el público; un repertorio que incluye imperdibles como Black Hole Sun o Like a Stone, otras canciones con un sabor diferente al de su encarnación eléctrica, de estudio: Original Fire y Doesn’t Remind Me (ambas de Audioslave), y otras con igual o más garra y vulnerabilidad, Wide Awake (dedicada a las víctimas de las secuelas del Huracán Katrina, “las vivas y las muertas”, aclara el músico) y Fell on Black Days me saltan a la mente. Precisamente, parte de la letra de la última me hace pensar en una retroactiva profecía: “How would I know that this could be my fate?”. Ni él sabía aún, cuál sería su destino.

Escuche el concierto aquí

Creo que podemos apreciar mejor a un músico por sus gustos, con las versiones que incorpora cada cierto tiempo a su propio repertorio. Chris Cornell se haría más grande todavía al inyectarle una lectura más sobria a Billy Jean de Michael Jackson (la cual también grabó en su disco solista Carry On). Y aunque no serían precisamente reinterpretaciones las canciones de Temple of the Dog que elige (All Night Thing y Call me a dog), estas son bienvenidas. Redemption Song de Bob Marley y Peace Love And Understanding de Elvis Costello nos dan un sabor de esperanza.

A lo largo del recital, se aprecia su respeto por el público cuando interactúa con él. “Aplaudan, es más o menos como dirigirme”, dice al inicio de Original Fire. Bromea acerca de su edad al finalizar All Night Thing: “Fue grabada en 1990, hace 17 años. Lo cual me haría… viejo”. Cualquier imperfección técnica en la ejecución de su instrumento, vale perdonarla e ignorarla. Antes de prometerle regresar al público de Estocolmo, y dar un concierto “real”, Cornell nos da lo mejor de sí mismo en una canción ajena: Thank You de Led Zeppelin. Repite una letra sensible y poética, “Inspiration is what you are to me, inspiration look and see”. Su voz acaricia susurros de dolor, edifica un amor fuerte, sólido, una pareja que sobrevive a una montaña que colapsa ante el mar.

http://gph.is/1tnsN53

Derramo lágrimas necesarias mientras suena por enésima vez Thank You, y recuerdo a un hombre cuya lápida reza: Chris Cornell 1964 -2017, voz de nuestra generación y artista por todos los tiempos. Amado esposo y padre”.

Nota al pie

Otro concierto recomendable, con canciones más recientes y de su etapa en solista está disponible aquí: Songbook

Lea también: Remember Us To Life: El corazón en blanco y negro de Regina Spektor

Blog de música: El agridulce final (Edición Deluxe)*

Redacción República
21 de junio, 2017

*Por Luis Fernando Alejos

El concierto: Chris Cornell: Unplugged in Sweden (2006). Así como pasé varios años sin asumir el suicidio de Robin Williams, creo que me tomará un buen tiempo reconocer que el cantautor y artista Chris Cornell decidió bajarse temprano del tren. Antes de hacerlo, tuvo visitas que los habitantes de Seattle (su ciudad natal y donde participó con Soundgarden y Temple of the Dog), Cuba (cuando tocó ahí junto a su banda Audioslave) y el resto del globo recordarán por el resto de sus vidas.

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Si tuviera que presentarle un resumen de la obra de Cornell a alguien, apostaría por este bootleg que abarca gran parte de su trayectoria musical, con la excepción de su carrera en solitario. Además, incluye covers inesperados de géneros muy diferentes al hard rock/alternativo con el que alcanzó fama inicial.

Cornell y su guitarra acústica, trece canciones, sus entonces colegas de Audioslave entre el público; un repertorio que incluye imperdibles como Black Hole Sun o Like a Stone, otras canciones con un sabor diferente al de su encarnación eléctrica, de estudio: Original Fire y Doesn’t Remind Me (ambas de Audioslave), y otras con igual o más garra y vulnerabilidad, Wide Awake (dedicada a las víctimas de las secuelas del Huracán Katrina, “las vivas y las muertas”, aclara el músico) y Fell on Black Days me saltan a la mente. Precisamente, parte de la letra de la última me hace pensar en una retroactiva profecía: “How would I know that this could be my fate?”. Ni él sabía aún, cuál sería su destino.

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Creo que podemos apreciar mejor a un músico por sus gustos, con las versiones que incorpora cada cierto tiempo a su propio repertorio. Chris Cornell se haría más grande todavía al inyectarle una lectura más sobria a Billy Jean de Michael Jackson (la cual también grabó en su disco solista Carry On). Y aunque no serían precisamente reinterpretaciones las canciones de Temple of the Dog que elige (All Night Thing y Call me a dog), estas son bienvenidas. Redemption Song de Bob Marley y Peace Love And Understanding de Elvis Costello nos dan un sabor de esperanza.

A lo largo del recital, se aprecia su respeto por el público cuando interactúa con él. “Aplaudan, es más o menos como dirigirme”, dice al inicio de Original Fire. Bromea acerca de su edad al finalizar All Night Thing: “Fue grabada en 1990, hace 17 años. Lo cual me haría… viejo”. Cualquier imperfección técnica en la ejecución de su instrumento, vale perdonarla e ignorarla. Antes de prometerle regresar al público de Estocolmo, y dar un concierto “real”, Cornell nos da lo mejor de sí mismo en una canción ajena: Thank You de Led Zeppelin. Repite una letra sensible y poética, “Inspiration is what you are to me, inspiration look and see”. Su voz acaricia susurros de dolor, edifica un amor fuerte, sólido, una pareja que sobrevive a una montaña que colapsa ante el mar.

http://gph.is/1tnsN53

Derramo lágrimas necesarias mientras suena por enésima vez Thank You, y recuerdo a un hombre cuya lápida reza: Chris Cornell 1964 -2017, voz de nuestra generación y artista por todos los tiempos. Amado esposo y padre”.

Nota al pie

Otro concierto recomendable, con canciones más recientes y de su etapa en solista está disponible aquí: Songbook

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