Desde hace varios días medios de comunicación publicaron una foto donde se observa a la bandera que representa a la comunidad LGTBI a la par de la del Ministerio Público (MP). Sobre esto el MP salió a explicar la razón de tenerla junto a la de Guatemala y la institucional.
Luego se reportó que el 22 de junio por la noche se habían proyectado los colores de la bandera en mención en el Palacio Nacional. Varios medios lo reportaron y el ejecutivo respondió que no era institucional y que los autores lo hicieron sin autorización.
Este lunes hubo reportes que amaneció la bandera en el Ministerio de Salud Pública, sobre lo cual no se ha pronunciado personal del ministerio.
Este es un tema, que sin duda, genera polémica en nuestra sociedad y, eventualmente, polariza en opiniones radicales sobre la diversidad sexual y la exigencia de derechos específicos por parte de la comunidad LGTBI.
Independientemente del tema pasional es importante notar que el uso de símbolos, aún cuando el MP dice incluirlo en el Plan Estrategico 2015-2019, no va mas allá de eso.
Del diente al labio
Si nos ponemos en lugar de quienes promueven derechos LGTBI podemos notar varias cosas. Así que haremos el siguiente ejercicio:
1- Al consultar personal que labora en el MP o el Ministerio de Salud confirmamos que no existe una política institucional de integración, denuncias de discriminación o atención especializada a dicha comunidad.
2-En el caso del MP al intentar ingresar el CV en línea aparecen las opciones masculino y femenino.
Solo con estos dos puntos podemos ver que solo se trata de subirse a una ola de percepción “incluyente”, pero no es tal. Solo es del diente al labio.
Tema incendiario
Cada vez que se menciona el tema es una posibilidad de que termine en debates incendiarios, insultos, comentarios fuera de lugar y agresiones. En cualquier caso es importante que busquemos el respeto.
Por lo anterior vale la pena preguntarse si es necesario usar un símbolo que termina generando confrontación, que es lo contrario a lo que buscan.
¿Nos encontramos frente a una moda para ganar simpatía de la comunidad LGTBI o es una política institucional que incluye la exhibición de un símbolo?
Esperamos sus comentarios.
Desde hace varios días medios de comunicación publicaron una foto donde se observa a la bandera que representa a la comunidad LGTBI a la par de la del Ministerio Público (MP). Sobre esto el MP salió a explicar la razón de tenerla junto a la de Guatemala y la institucional.
Luego se reportó que el 22 de junio por la noche se habían proyectado los colores de la bandera en mención en el Palacio Nacional. Varios medios lo reportaron y el ejecutivo respondió que no era institucional y que los autores lo hicieron sin autorización.
Este lunes hubo reportes que amaneció la bandera en el Ministerio de Salud Pública, sobre lo cual no se ha pronunciado personal del ministerio.
Este es un tema, que sin duda, genera polémica en nuestra sociedad y, eventualmente, polariza en opiniones radicales sobre la diversidad sexual y la exigencia de derechos específicos por parte de la comunidad LGTBI.
Independientemente del tema pasional es importante notar que el uso de símbolos, aún cuando el MP dice incluirlo en el Plan Estrategico 2015-2019, no va mas allá de eso.
Del diente al labio
Si nos ponemos en lugar de quienes promueven derechos LGTBI podemos notar varias cosas. Así que haremos el siguiente ejercicio:
1- Al consultar personal que labora en el MP o el Ministerio de Salud confirmamos que no existe una política institucional de integración, denuncias de discriminación o atención especializada a dicha comunidad.
2-En el caso del MP al intentar ingresar el CV en línea aparecen las opciones masculino y femenino.
Solo con estos dos puntos podemos ver que solo se trata de subirse a una ola de percepción “incluyente”, pero no es tal. Solo es del diente al labio.
Tema incendiario
Cada vez que se menciona el tema es una posibilidad de que termine en debates incendiarios, insultos, comentarios fuera de lugar y agresiones. En cualquier caso es importante que busquemos el respeto.
Por lo anterior vale la pena preguntarse si es necesario usar un símbolo que termina generando confrontación, que es lo contrario a lo que buscan.
¿Nos encontramos frente a una moda para ganar simpatía de la comunidad LGTBI o es una política institucional que incluye la exhibición de un símbolo?
Esperamos sus comentarios.