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¿Qué pedirle al presidente?

Redacción República
09 de julio, 2017

Por Rudy Pérez

El cuatro de julio del año en curso, amaneció un día precioso. Desde mi casa pude observar una montaña que, aunque escasa de árboles, no podía evitar la belleza que el sol le estaba proyectando. No sé si Estados Unidos con su celebración de independencia podría tener la luz verde que tiene mi Guatemala.

Es tan clara la mañana que, como mucho guatemalteco, se me ocurrió pedirle “cosas” al presidente.
En realidad, estoy un tanto preocupado porque solamente lo conozco por televisión. Es una pena pedirle algo a alguien que no se le conoce, o, que no se considere un amigo de confianza.

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Al final de cavilaciones me atreví a hacer un listado de lo que en ese momento necesitaba. Y esto fue lo que resultó:

-Una fe absoluta en Dios.
-Unas manos frágiles para hacer cada actividad bajo la santa voluntad de Jesús.
-Un bienestar físico a través de practicar algún deporte.
-Suficientes metas para tener mil motivos de seguir viviendo.
-Un financiamiento de la Universidad para mis hijos.
-Una paz familiar pero que tenga el consentimiento de mi esposa de seguirme “echando” mis traguitos o seguir cerveceando.
-Una varita mágica que me construya una casa cómoda.
-Un trabajo digno, sin un esfuerzo y sin ninguna exigencia a una superación personal.
-Un plato de comida para mí y la familia. Claro siempre en bufé para que tenga de donde elegir.
-Ah se me olvidaba…. La suficiente energía para plantarme días enteros frente al palacio si algo fuese negado. Después de una buena caminata claro.

En realidad, esta mañana me di cuenta de que necesito muchas cosas. Aunque no me puedo engañar. Todo lo que necesito lo puedo hacer YO MISMO.

Voy a ir a la oficina…comenzaré a trabajar en mi escritorio. Por cierto, odio que toquen papeles de mi escritorio.
Y… como señor presidente…yo no lo conozco al cien por ciento…inmerso en mi trabajo no invadiré su trabajo…porque en lo que respecta a mí, más ayudo cuando no estorbo.
Seguramente usted hará lo mismo.

Al menos yo no puedo pedirle NADA DE LO QUE CON MIS PROPIAS FUERZAS PUEDO REALIZAR.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

¿Qué pedirle al presidente?

Redacción República
09 de julio, 2017

Por Rudy Pérez

El cuatro de julio del año en curso, amaneció un día precioso. Desde mi casa pude observar una montaña que, aunque escasa de árboles, no podía evitar la belleza que el sol le estaba proyectando. No sé si Estados Unidos con su celebración de independencia podría tener la luz verde que tiene mi Guatemala.

Es tan clara la mañana que, como mucho guatemalteco, se me ocurrió pedirle “cosas” al presidente.
En realidad, estoy un tanto preocupado porque solamente lo conozco por televisión. Es una pena pedirle algo a alguien que no se le conoce, o, que no se considere un amigo de confianza.

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Al final de cavilaciones me atreví a hacer un listado de lo que en ese momento necesitaba. Y esto fue lo que resultó:

-Una fe absoluta en Dios.
-Unas manos frágiles para hacer cada actividad bajo la santa voluntad de Jesús.
-Un bienestar físico a través de practicar algún deporte.
-Suficientes metas para tener mil motivos de seguir viviendo.
-Un financiamiento de la Universidad para mis hijos.
-Una paz familiar pero que tenga el consentimiento de mi esposa de seguirme “echando” mis traguitos o seguir cerveceando.
-Una varita mágica que me construya una casa cómoda.
-Un trabajo digno, sin un esfuerzo y sin ninguna exigencia a una superación personal.
-Un plato de comida para mí y la familia. Claro siempre en bufé para que tenga de donde elegir.
-Ah se me olvidaba…. La suficiente energía para plantarme días enteros frente al palacio si algo fuese negado. Después de una buena caminata claro.

En realidad, esta mañana me di cuenta de que necesito muchas cosas. Aunque no me puedo engañar. Todo lo que necesito lo puedo hacer YO MISMO.

Voy a ir a la oficina…comenzaré a trabajar en mi escritorio. Por cierto, odio que toquen papeles de mi escritorio.
Y… como señor presidente…yo no lo conozco al cien por ciento…inmerso en mi trabajo no invadiré su trabajo…porque en lo que respecta a mí, más ayudo cuando no estorbo.
Seguramente usted hará lo mismo.

Al menos yo no puedo pedirle NADA DE LO QUE CON MIS PROPIAS FUERZAS PUEDO REALIZAR.

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